miércoles, diciembre 12, 2007
Mañanitas a la Virgen
sábado, noviembre 24, 2007
Ofender a Dios
domingo, noviembre 18, 2007
Leer en vacaciones
Las benévolas (Les bienvellantes, en francés) ha ganado el Premio Goncourt y el Grand Prix de la Académie Française. La obra aborda el Holocausto desde la mirada de Maximilien Aue, un oficial de las SS que huyó de Alemania al acabar la II Guerra Mundial.
Littell hijo creció en el sur de Francia para continuar después estudios en el prestigioso liceo parisino Fénelon. En esa época frecuentó las catacumbas de la capital francesa, donde se amontonan millones de osamentas humanas, tradujo a Sade y a Blanchot -autor al que venera-.
También viajó a Moscú y frecuentó la compañía de conocidos verdugos en Rusia, en la antigua Yugoslavia, en Ruanda, en Afganistán y en Pakistán, como parte de su trabajo humanitario en la ONG Acción Contra el Hambre.
Actualmente reside en Barcelona y rechaza la posibilidad de que su novela sea llevada al cine. Está casado con una médico belga y tiene dos hijos de 3 y 6 años. Habla ruso, inglés, español, serbocroata y francés".
martes, noviembre 13, 2007
Cuando pase el temblor
jueves, noviembre 01, 2007
Estimada Muerte:
Nunca has estado cerca de mí, pero siempre has estado presente. Recuerdo una vez, cuando era niño, estaba nadando en el mar y una ola me tomó en sus brazos. Me abrazó tan fuerte y durante tanto tiempo que creí que no volvería a salir. En ese momento era muy pequeño y la verdad es que no se me ocurrió nada. Es más: cuando salí del mar esa tarde, completamente aterrado, no les conté nada a mis papás: no quería que se preocuparan, y mucho menos que me prohibieran volver al mar.
Pero hace poco tuve un accidente. ¿Te acuerdas? Iba un poco acelerado rumbo al trabajo. Me agaché a recoger una botella de agua del asiento de a lado y perdí de vista el camino durante dos o tres segundos. Cuando me di cuenta tenía un camión-cisterna estacionado a 20 ó 30 metros de mí. Frené y di un volantazo, la camioneta se derrapó y yo --otra vez--creí que no habría mañana. Pero a diferencia de lo ocurrido aquella vez en la playa, en esta ocasión recuerdo que sí pensé algo. Y algo extraño, además. Pensé: “Ni modo”. Pero ese día tampoco estabas cerca y yo salí sin un rasguño. Digo que es extraño lo que pensé porque a mí no me gusta resignarme a nada. Odio resignarme. Pero al parecer tú eres lo único ante lo cual mi resignación es total. No me cuesta trabajo pensar que voy a morir.
Es un lugar común decir que nadie tiene la vida comprada, que estamos aquí viviendo tiempo “prestado”. Pienso que eso también es cierto. Para mí la vida es como un parque de diversiones al que alguien me dejó entrar sin permiso. Lo que hago entonces es subirme a todos los juegos a los que me dé tiempo, repetir los que más me gusten, y tratar de encontrar muchos compañeros y compañeras de juego que hagan más disfrutable la estancia en el parque. Pero sé que estoy en el parque sin boleto. Y que en algún momento, tarde o temprano, alguien (sé que en este caso serás Tú) llegará a pedirme el boleto. Y cuando no te pueda entregar mi “pasaporte mágico” o mi pulsera de acceso, me vas a sacar del parque. No sé muy bien cómo será ese momento. Posiblemente me ponga algo impertinente. ¿Qué tal si quieres sacarme cuando esté disfrutando los primeros pasos de mi hijo o cuando me suba a la Montaña Rusa con la mujer que podría ser el amor de mi vida? Obviamente no voy a querer salirme. Y montaré una escena. Ya sabes: llamaré al gerente, gritaré. Me aferraré a algo o a alguien… supongo que visto de lejos el drama será divertido.
Pero quizá me pidas el boleto cuando ya me haya subido a los juegos demasiadas veces. Cuando haya disfrutado tanto en el parque que no me cueste trabajo aceptar el hecho de salir de ahí. Por ahora veo ese día lejano, porque aunque ya llevo algún tiempo en el parque, todavía hay muchos juegos a los que no me subo… y mucha gente a la que no conozco y quiero conocer.
Hasta ahora has estado tan lejos de mí que ni siquiera te has acercado a la gente que más quiero. Salvo en una ocasión. En una jugada que sigo sin comprender bien, me quitaste casi al mismo tiempo a mis dos abuelos maternos, sin permitirme conocerlos. Lo que sé de ellos es todo mítico, legendario. Y siento pena por no haberlos tratado, pero no siento el dolor que sé que sintió mi madre hace ya tantos años. Y a nadie más te has llevado. Algún tío, primo o pariente lejano de vez en cuando, pero a nadie que realmente extrañe. Y eso es lo que más me preocupa. Lo que va a pasar cuando, si no te decides por mí, elijas a alguna de las personas que hacen de mi vida algo que vale la pena. Mis padres, mi hermana. Mis mejores amigos.
La verdad es que no sé cómo reaccionaré cuando les pidas su boleto a ellos. Supongo que no me voy a quedar cruzado de brazos, y que probablemente armaré otra escena memorable. Pero también pienso que dejaré de llorar pronto. Porque estoy convencido de que en todo cuanto a ti concierne, Muerte, no hay Justicia, sino puro azar. Einstein decía que Dios no juega a los dados, pero estoy seguro de que Tú sí. A ti te da lo mismo uno que otro. Casi puedo imaginarte eligiendo en una especie de gigantesca ruleta, por millonésima vez, los nombres de las personas a las que te vas a llevar mañana. Es más: estoy seguro de que ni siquiera ves nombres: ves números. Ves el 110002323 y no sabes si ese número es de príncipe o mendigo, de un traidor o un noble idealista, de un tirano o de un médico voluntario en la selva africana. Ves el número y vas por él. Así pues, ¿qué sentido tiene reclamarte? Lo tendría sólo si tuvieras “razones” para llevarte a la gente. Pero tú no entiendes razones. Para ti las razones, los motivos, las causas (y las consecuencias) son palabras carentes de significado.
Así que no puedo decirte “Ven cuando quieras”… porque no serás bien recibida. Pero sí puedo decirte “gracias”. Porque por mucho que quiera evitar mi encuentro contigo sé que gracias a ti es que soy feliz. Porque existes, yo me empeño todos los días en hacer de mi vida algo digno. Porque sé que estás ahí, todos los días, todas las horas, todos los segundos jugando a la ruleta; porque sé que de esa ruleta puede salir en cualquier momento mi número “premiado”, por eso me esfuerzo por ser feliz cada día. Por eso me empeño en ser verdadero, en ser justo y digno de ser amado. Precisamente porque no me gusta nada la idea de que me lleves, ni la de que te lleves a la gente que más quiero, intento hacer de cada día uno mejor que el anterior… prefiero embriagarme de gusto que quedarme sentado ahogándome en preocupaciones.
Un último favor, Muerte. Si me llevas antes que a mis seres queridos, recuérdales lo que escribí en mi autobiografía a los 15 años. ¿Te acuerdas? Ellos ya lo saben, pero no estará de más que les recuerdes esas líneas… o éstas que ahora tienes en tus manos. Diles que no quiero dramas telenovelescos. Nada de velorios ni funerales. Nada de capillas ardientes ni entierros. Nada de pésames y abrazos embarazosos. Que tomen el dinero que haya dejado y se vayan de viaje. Todos juntos, para que se conozcan. Que tomen mi iPod y lo conecten a unas bocinas a todo volumen. Que tomen mis libros y los lean, los intercambien y los presten a otras personas. Y que rían más de lo que lloren. Que rían mucho, y se acuerden de mí riendo. Riendo ellos y riendo yo. Que se acuerden cuando reíamos juntos. Y que guarden ese recuerdo hasta que tú llegues por ellos, sabiendo que ése es el recuerdo que yo más atesoré durante mi paso por la Vida.
Te repito que todo esto ellos ya lo saben, Muerte, pero no será malo recordárselos.
Gracias, Muerte. ¿Ya te lo había dicho? Soy un hombre feliz. Porque creo poder verte de frente y decirte “gracias”.
domingo, octubre 28, 2007
martes, octubre 23, 2007
sábado, octubre 20, 2007
Lo que Natura no da... Nobel no presta
“Nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es igual a la nuestra pese a que las pruebas muestran que no”, declaró Watson.
Al parecer el profesor tiene la esperanza de que todos seamos iguales, “pero quienes tienen empleados negros descubren que no es así”.
Watson recomienda no discriminar a nadie por su color “porque hay mucha gente de color que es muy talentosa, pero no hay que promoverlos si no han triunfado en niveles inferiores”.
Y dijo más. Dijo que “no hay razón concreta para pensar que las capacidades intelectuales de los pueblos geográficamente separados en su evolución se hayan desarrollado de manera idéntica”.
El deseo de conceder igual poder de razonamiento como si fuera una herencia universal de la humanidad “no será suficiente para que así sea”, concluyó el científico.
martes, octubre 09, 2007
Planeador
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lunes, octubre 01, 2007
La tarde está increíble
sábado, septiembre 29, 2007
Colecciono botellas
jueves, septiembre 20, 2007
sábado, septiembre 15, 2007
AveMaría.com
Y es que la empresa encargada de distribuirlo ya se frota las manos con las primeras cifras. "Hemos vendido en 4 meses 7.000 rosarios en toda Italia", contó a la AFP Ireno Stacchiotto, dirigente de Prex, compañía especializada en objetos religiosos y con sede en Loreto (centro de Italia), donde se encuentra uno de los santuarios más conocidos de Europa.
Prex prevé exportar el rosario digital a Francia, Alemania, Polonia, España y Gran Bretaña, pero "el problema es que no hemos encontrado las voces apropiadas", aseguró.
jueves, septiembre 06, 2007
Sanborns 21:56
lunes, septiembre 03, 2007
Llegó septiembre
lunes, agosto 27, 2007
jueves, agosto 23, 2007
Golpes de suerte
lunes, agosto 06, 2007
Las palabras
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
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Octavio Paz
martes, julio 31, 2007
Condenado muchacho
Here is how you matched up against all the levels:
Level | Score |
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Purgatory (Repenting Believers) | Very Low |
Level 1 - Limbo (Virtuous Non-Believers) | Moderate |
Level 2 (Lustful) | High |
Level 3 (Gluttonous) | High |
Level 4 (Prodigal and Avaricious) | Low |
Level 5 (Wrathful and Gloomy) | Low |
Level 6 - The City of Dis (Heretics) | Very High |
Level 7 (Violent) | High |
Level 8- the Malebolge (Fraudulent, Malicious, Panderers) | High |
Level 9 - Cocytus (Treacherous) | Moderate |
Take the Dante's Divine Comedy Inferno Test
Dios los hace...
domingo, julio 29, 2007
6 veces 6
sábado, julio 21, 2007
El hombre de hojalata crece... y se enfada
viernes, julio 20, 2007
Felipe no rockea...
martes, julio 17, 2007
Keep 'em comin', Homer!
"Estoy sorprendida porque consiguieran el permiso para hacer algo tan ridículo", afirmó Ann Bryn-Evans, directora adjunta del distrito Wessex para la Federación Pagana, a BBC News. "Es un área de interés científico".
jueves, julio 12, 2007
07.07.07
martes, julio 10, 2007
More of Moore
No me gusta demasiado como cineasta, pero me cae re-bien el personaje de Michel Moore. Duro y a la cabeza contra CNN y similares en red nacional, en vivo. Da gusto saber que existe un tipo como él en una sociedad como la gringa.
Por cierto: no deja de ser triste que en EU el debate sea por un sistema universal y gratuito de salud pública, mientras en México ya estamos resignados a la quiebra del IMSS y del ISSSTE... y a seguros privados sólo al alcance de ricos que confunden hospitales con hoteles.
jueves, julio 05, 2007
martes, julio 03, 2007
Al infinito...
lunes, julio 02, 2007
Por el poder de Grayskull...
miércoles, junio 27, 2007
No hicieron falta
martes, junio 26, 2007
Lo que hay que oír
lunes, junio 25, 2007
martes, junio 19, 2007
¡Que viene Sodaaa!
lunes, junio 18, 2007
El mundo se va a acabar (pronto)
La nota es de El País.com: un cable de AFP.
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Estos legajos provienen de una subasta realizada en 1936 en Londres. El lote contenía un millón de palabras sobre alquimia y tres millones sobre teología y profecías bíblicas. La mayoría de los pergaminos fueron comprados por dos personas: el economista británico John Maynard Keynes (que los legó al King's College de Cambridge) y el orientalista Abraham Shalom Ezekiel Yahuda, que se los dio en 1951 al recién nacido Estado de Israel; de allí pasaron al centro educativo en 1969; se dieron a conocer en 2003, pero nunca antes habían sido expuestos al público.
domingo, junio 17, 2007
Avenas ahora
viernes, junio 15, 2007
Odio los bancos
domingo, junio 10, 2007
Crimen perfecto
Ah semanita
domingo, mayo 20, 2007
Un hallazgo
lunes, mayo 07, 2007
El séptimo velo
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domingo, mayo 06, 2007
Foto de Tunick: el Lado B
Es una pena llegar a una decisión sobre ti y tu cuerpo y que ésta se vea limitada por una falta de planeación garrafal. ¿Qué paso hoy en la plancha del Zócalo y sus alrededores? ¿Lo que cuentan las noticias? El Universal por cierto tiene una buena crónica pero, ¿hasta dónde dice realmente todo lo que pasó?
Cuatro y media de la mañana. La llegada a las calles aledañas al Zócalo fue caótica. Sin embargo el frío aún no era penetrante, lo que no puede decirse del olor a cigarro y caño que se desprendía de las coladeras. Todos caminábamos hacia el acceso de 16 de Septiembre e Isabel la Católica, sin saber cómo ni por qué la gente comenzó a formar filas hacia República de Uruguay. Aunque el ambiente era de respeto, no podías dejar de sentirte amenazado por las miradas de los compañeros que optaron por fotografiarse esta madrugada, te sentías como carne de cañón. Seguíamos caminando de regreso, desde donde empezamos a observar la mala logística, pues dejaron entrar a quienes se registraban al instante y a nosotros, más de mil personas que nos registramos previamente por Internet, nos restringieron el acceso. ¿Por qué? Aún no lo sabemos. Dieron muchas explicaciones, pero ninguna convincente.
Los olores comenzaban a mezclarse: cigarro, café, coladera, perfumes: era como vivir los pasajes de El Perfume en carne viva, como Grenouille, pero sin su monstrosidad; el sol aún no salía, la gente caminaba un poco en orden un poco amontonada, y los Red Bull no se hicieron esperar en las calles de Eje Central y 16 de Septiembre. Todo transcurría entre bromas sobre las posiciones que pediría Tunick a sus modelos y las restricciones al lugar: “Van a seleccionar a la gente una vez que llegue al registro”. El único policía que resguardaba nuestra seguridad nos gritó: “¡Muévanse! Si los aplastan no salen en la foto”. La broma fue acogida con estruendosas carcajadas y a la que alguien contestó “¡Cómo no!, van a salir... pero en la nota roja”. Entre una y otra broma también oímos y vimos caras absortas por la pena, por la desaprobación. Empleados de la Asociación de Bancos de México salían de una fiesta en sus coches por esa misma calle y se reían de la gente que esperaba posar para Tunick; como si ya supieran la cruel broma del destino que se les jugaría tan sólo una hora después.
Cinco y media de la mañana. Llos gritos de los borrachos no se hicieron esperar, desde el naquísimo “¡Ay, mamacitaaa!”, hasta el personaje adinerado que nos gritó “¡Bien por el que se encuere, putos!”. Llovieron expresiones similares de todos los puntos posibles (autos, edificios, transeúntes...) pero hasta el momento todos creíamos que las cosas iban bien: lentas pero seguras. Sí, vimos cómo se colaban algunos que acababan de llenar su inscripción, pero --pensamos-- nada grave. ¿Quién iba a pensar que nos dejarían afuera?
Daban las seis y media, dos horas después de la cita, cuando la fila avanzó hacia el Zócalo. Nos registramos por Internet, nos desvelamos, respetamos la fila y además nos moríamos de hambre, pero seguíamos firmes en nuestra decisión. A no menos de diez metros aparecieron los medios de comunicación, que provocaban miradas de asombro, reproches de “no quiero salir”, caras escondidas entre la oscuridad por querer continuar en el anonimato, pero los flashes se hicieron llegar y por uno y otro lado nos bañaron mientras el gente del staff de Tunick nos dividía en dos filas para poder pasar.
Llegados justo al frente de la fila los radios comenzaron a sonar “¡Ya no dejen pasar más! ¡Ya vamos a empezar! ¡Cierren todos los accesos!”. Increíble. Por lo menos mil personas nos quedamos fuera. ¿Cómo? ¿Por qué? Porque nuestro muy querido artista no tomó en cuenta algunas cosas sobre los mexicanos, su ciudad y la logística que debía seguir para llevar a cabo un evento como éste. Hagamos memoria: Café Tacuba 70,000 asistentes en el Zócalo, sin problemas; López Obrador, 150,000; de Tunick se dice que logró reunir entre 18,000 y 20,000 personas. Y la convocatoria lo rebasó.
¿Qué excusas dieron para dejar a una multitud fuera de la fotografía? “El sol ya está por salir y si queremos que salga la foto debemos detener aquí la entrada”. “Ya son muchos, ya no caben en el Zócalo”. Asombroso. ¿Ya no caben? ¿Pues qué no tomaron en cuenta la capacidad de la plancha? ¿No esperaban a esa cantidad de participantes? Mala planeación insisto, hubieran avisado que si no llegabas a las 4 no entrabas; pero en las instrucciones dijeron 4:30... y mucha gente que llegó a esa hora (e incluso antes) se quedó afuera.
Por supuesto las voces impacientes no se pudieron acallar. Los gritos de “¡Guiness, Guiness!”, “¡Foto, foto!”, “¡Déjenos entrar!”, ¡Portazo, Portazo!” “¡La Cultura es de todos!” y “¡Todos o ninguno!” (entre los menos vulgares) fueron los protagonistas en esta ocasión. Algunos nos fuimos enseguida a buscar otra calle para entrar de colados mientras que los que se quedaron ahí empezaron a gritar, atacar a los medios, tirar la carpa de representantes e incluso avanzar a unos cuantos metros de la plancha; hasta que alguien del staff de Tunick anunció que si no se detenían los insultos y la agresión la fotografía sería suspendida. ¡Vaya amenaza! Si Tunick invita a un performance colectivo y no deja entrar a gran parte de los asistentes (muchos provenientes de otras ciudades del país) y pretende romper un récord de 7,000 personas, créanme: no creo que se le vuelva a apoyar. Qué decepción, pero así fue: bajo amenazas de no volver a hacer una fotografía artística en México se detuvo a la masa que buscaba un espacio en la plancha del Zócalo.
Ni modo: nos quedamos sin la experiencia y sin nuestra foto de 8 x 10 pulgadas. A cambio obtuvimos un registro impreso, que es lo único que nos va a recordar que estuvimos ahí. Al fin y al cabo papel. ¿Y si lo enmarcamos?
domingo, abril 29, 2007
¡Qué MACO!
miércoles, abril 25, 2007
De Wilde
domingo, abril 22, 2007
Rear Window (reloaded)
Kale (Shia LaBeouf) es obligado a pasar tres meses encerrado en su casa. Luego de construir una pirámide de twinkys y de que su mamá le cancelara sus suscripciones a X-Box Live e iTunes, Kale encuentra el pasatiempo perfecto: espiar a sus vecinos. Así descubre a una pareja de infieles, a un hombre que poda su césped todos los días a la misma hora y, sobre todo, a Ashley (Sara Roemer), una nueva vecina a la que le encanta asolearse y hacer yoga con muy poca ropa. Todo va miel sobre hojuelas hasta que Kale descubre (o eso cree) una conducta atípica de su vecino el podador... una conducta a-se-si-na...
Disturbia (D.J. Caruso, 2007) es Rear Window (Hitchcock, 1954) para la nueva generación. Sólo que ahora el teenager que hace de personaje principal tiene Internet, teléfono celular, cámara digital y binoculares...
Aunque empieza bastante bien, la película no escapa del cliché hollywoodense: los últimos 20 minutos son muy predecibles, pero en general el guión está bien escrito: me gustó sobremanera la escena en la que Ronnie --amigo de Kale-- juega con el doble sentido de la palabra "quizás" --traducida fonéticamente al inglés-- en su clase de español. El soundtrack es notable.
De los actores baste decir que LaBeouf es sin duda uno de los más prometedores de su generación... y Roemer una de las más bellas. A él lo volveremos a ver de nuevo este año en Transformers. Y más adelante como el hijo de Indiana Jones. A ella síganle la pista en Asylum, a estrenarse el próximo año.
viernes, abril 20, 2007
La verdadera edad de los países
Una lectora sagaz me dice en el comentario 227 del artículo llamado España, decí alpiste, que 'Argentina no es mejor ni peor que España, sólo más joven'. Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco para descubrir la edad de los países basándome en el sistema perro. Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro es joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. Con los países, entonces, hay que dividir su edad por 14 para saber su correspondencia humana. ¿Confuso? En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores.
Argentina nació en 1816. Tiene ciento ochenta y nueve años. Si lo dividimos por 14, Argentina tiene trece años y cuatro meses. O sea, está en la edad del pavo. Argentina es rebelde, es pajera, no tiene memoria, contesta sin pensar y está llena de acné. Por eso le dicen el granero del mundo.
Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, hay pandillas. La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garage: hacen mucho ruido y jamás sacaron un disco. Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de unirse para hacer los coros. En realidad quiere coger con Brasil, que tiene catorce y la poronga grande. Son chicos; un día van a crecer.
México también es adolescente, pero con ascendente indio. Por eso se ríe poco y no fuma inofensivo porro como el resto de sus amiguitos. Fuma peyote y se junta con Estados Unidos, que es un retrasado mental de 17 que se dedica a matar a chicos hambrientos de seis añitos en otros continentes.
En el otro extremo, por ejemplo, está la China milenaria: si dividimos sus 1.200 años entre 14, nos da una señora de ochenta y cinco, conservadora, con olor a pis de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene para comprarse la dentadura postiza. Tiene un nieto de ocho, Taiwán, que le hace la vida imposible. Está divorciada hace rato de Japón, que es un viejo cascarrabias al que todavía se le para la chota. Japón se juntó con Filipinas, que es jovencita, es boluda y siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.
Después están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo Australia y Canadá. Estos son típicos países que crecieron al amparo papá Inglaterra y de mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y ahora se hacen los locos. Australia es una pendeja de 18 años y dos meses que hace topless y coge con Sudáfrica; Canadá es un chico gay emancipado que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia y forman una de estas familias alternativas que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Es amante esporádica de Alemania, un camionero rico que está casado con Austria. Austria sabe que es cornuda, pero no le importa. Francia tiene un hijo, Mónaco, que tiene seis años y va camino de ser puto o bailarín, o las dos cosas.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y a Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Italia estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza) pero ahora no quiere saber nada con los hombres. A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica, abogada, independiente, que usa pantalón y habla de tú a tú de política con los hombres. (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar spaghettis.)
España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde en espontaneidad por usar tanto perfume). España anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja coger por Inglaterra y después hace la denuncia. España tiene hijos por todas partes (casi todos de trece años) que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que los hijos, cuando tienen hambre, pasen alguna temporada en su casa y le abran la heladera.
Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Gran Bretaña sale en barco a la noche, se culea pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende: en general las islas vivien con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos, y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la familia.
Suecia y Noruega son dos lesbianas de 39, casi 40, que están buenas de cuerpo a pesar de la edad y no le dan bola a nadie. Cogen y laburan: son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando necesitan porro), y a veces le histeriquean a Finlandia, que es un tipo de 30 años medio andrógino que vive solo en un ático sin amueblar, y se la pasa hablando por el móvil con Corea.
Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa. Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque quiere sus pistolas.
Israel es un intelectual de sesenta y dos años que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, el camionero Alemania (que iba por la ruta mientras Austria le chupaba la pija) no vio que pasaba Israel y se lo llevó por delante. Desde ese día, Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros, se la pasa en la terraza tirándole cascotes a Palestina, que es una chica que está lavando la ropa en la casa de al lado.
Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un respuesto a la motoneta de Estados Unidos, y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos.
El mundo estaba bien así, es decir, como estaba. Hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron docena y media de hijos. Todos raros, algunos mogólicos, otros esquizofrénicos.
Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente, himno, flora, fauna, ¡y hasta gente!
A mí me da un poco de miedo que nos aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado, y que incluso tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes. ¿Por qué siguen naciendo países nuevos —me pregunto yo— si los que hay todavía no funcionan?
martes, abril 17, 2007
Virginia
La gente se lanza a sacar conclusiones fáciles y aparentemente satisfactorias.
En el curso de las últimas horas he escuchado a varios analistas con discursos que por apresurados (así quiero pensarlo) me parecen imprecisos y ramplones, por decir lo menos.
Ayer entrevisté a Jaime Aljure, director del semanario Vértigo. Se preguntaba qué había pasado con la seguridad en Virginia Tech, suponiendo que lo de ayer era evitable. Le recordé que el la universidad tiene un equipo de seguridad propio (el Corps of Cadets), integrado por alumnos con entrenamiento militar, amén de un cuerpo de policía en forma que patrulla (armado) la universidad. Además todas las puertas de la universidad están electrónicamente controladas. Esto sin mencionar el circuito cerrado de TV.
Mi punto: el Virginia Tech estaba bien vigilado. Lo que pasó ayer no podía evitarse. A menos, claro, que se montara un estado de sitio. Lo cual es literalmente imposible hacer de manera permanente en las centenas de universidades y preparatorias del país.
Por la tarde Rafael Cardona, en el noticiario de Pepe Cárdenas, despotricó contra la cultura de guerra predominante en los EU e, irónico, se preguntaba cómo los estadounidenses se lamentaban de 30 muertos en una universidad cuando “ellos hacen lo mismo todos los días en Irak”. ¿Hay que pensar entonces, siguiendo el argumento de Cardona, que en estos casos hay quienes merecen la muerte y quienes no? ¿Los alumnos de Virginia, sus padres, amigos y familiares, tienen menos derecho a lamentarse porque sus líderes políticos hacen la guerra?
Del otro lado también hay locos sueltos. Lorenzo Meyer refería esta mañana en el noticiario de Carmen Aristegui que un lector de noticias de CNN dijo, en medio del shock ayer, que lo ocurrido en Virginia Tech dejaba clara la necesidad de facilitar el acceso de los estadounidenses a las armas de fuego… porque si los alumnos o profesores afectados hubieran estado armados muchas vidas se habrían salvado.
La estupidez humana, está claro, no conoce límites.
viernes, abril 13, 2007
ABORTO, voto a favor
lunes, abril 09, 2007
La belleza pasa desapercibida
El experto Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica Nacional de EE UU, había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que, de mil personas, unas 35 se detendrían haciendo un corrillo, absortas por la belleza. Hasta un centenar, según Slatkin, echaría dinero en la funda del violín. Pero eso no fue lo que ocurrió.
Joshua Bell, el violinista, fue un niño prodigio que, a sus 39 años, no ha dudado en quitarse el aura de virtuoso intocable. Ha llegado a aparecer en la versión estadounidense de Barrio Sésamo. También interpretó la banda sonora de la película El violín rojo, que fue galardonada con un Oscar. Bell no sólo respondió encantado al reto de tocar en el metro, sino que además insistió en llevar su valioso Stradivarius.
El músico arrancó con la chacona de la Partita número 2 en Re menor de Johann Sebastian Bach. A los tres minutos, un hombre desvió su mirada para fijarse en el músico. Fue su primer contacto con el público del metro.
32 dólares
A los 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas. Sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin pararse. En total, ganó 32 dólares. No hubo corrillos y nadie le reconoció.
"Era una sensación extraña, la gente me estaba... ignorando", declara Bell al Post. El virtuoso asegura que habitualmente le molesta que la gente tosa en sus recitales, o que suene un teléfono móvil; sin embargo, en la estación de metro se sentía "extrañamente agradecido" cuando alguien le tiraba a la funda del violín unos centavos.
Expertos citados por el diario aseguran que el contexto importa, y que una estación de metro en hora punta no permite que la gente aprecie la belleza. Mientras, Bell recuerda con amargura los peores momentos: cuando acababa una pieza, nadie aplaudía.
Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharle. El treintañero John David Mortensen, funcionario del Departamento de Energía de EEUU, quien declara al periódico que la única música clásica que conoce son los clásicos del rock. "Fuera lo que fuera" lo que estaba tocando el virtuoso, declara Mortensen, "me hacía sentir en paz".
domingo, abril 08, 2007
Sunshine
La nueva película de Danny Boyle (Trainspotting, 28 Days Later) llegó en preestreno mundial a la Cineteca Nacional, hasta ahora sólo vista en festivales.
La peli sigue la travesía de 8 astronautas que se dirigen al Sol para lanzar una "bomba estelar" que lo reactive, luego de que empezara a extinguirse con obvias consecuencias fatales para la Tierra y sus habitantes.
Después de un viaje de 16 meses, están cerca de concluir su misión cuando empiezan a aflorar problemas atribuibles a la naturaleza humana: miedo, obsesiones, coraje, desesperación, etc, que no tardan en poner en peligro el éxito de su tarea. A la estabilidad emocional y física de los tripulantes no ayuda el encuentro que tienen con otra nave, lanzada desde la Tierra siete años antes, extraviada sin dejar rastro.
Danny Boyle ha hecho una buena película retomando lo mejor del género (de Odisea 2001 a Alien) y descartando mamarrachadas como Armageddon y similares. Las actuaciones son muy buenas por parte del elenco encabezado por Cillian Murphy, sobresaliente como siempre, y Chris Evans, quien demuestra que puede ser mucho más que el chirigotero Johnny Storm de Los 4 Fantásticos. El filme es además visualmente impecable y lleva banda sonora de Underworld.
Eso sí: no vayan con ojo demasiado aguzado en el aspecto científico porque el guión de Alex Garland (La Playa, 28 Days Later) se toma bastantes licencias en ese sentido, empezando por el hecho de que al Sol le hacen falta varios miles de millones de años para iniciar su decadencia... Más allá de esas salvedades, la película es recomendable.
martes, abril 03, 2007
Éste que ves
lunes, marzo 26, 2007
La maldición de la flor dorada
domingo, marzo 25, 2007
300
Encuentro problemas con la exigencia que ha de hacerse a una película basada no sólo en un relato mítico, sino en un cómic, como es el caso. Tengo la impresión de que el tratamiento de un tema y el desarrollo de los personajes en una novela gráfica es sumamente limitado desde el momento en que el guión de un cómic puede no sobrepasar las tres cuartillas a renglón seguido: el espacio que se da al narrador y a los diálogos, cuando los hay, es mínimo. Puedo estar hablando desde la ignorancia, por eso dije "tengo la impresión".
Dando por hecho lo anterior, lo que queda es la estética visual. Y en ese sentido no sé el cómic, pero la película es espectacular. Zack Snyder demuestra una gran destreza al dirigir frente a la blue screen, buen manejo de los efectos especiales y en general de todo lo que se ve en la pantalla: vestuario, diseño de producción, fotografía. Digamos de una vez que técnicamente la película es excepcional.
Pero argumentalmente no pasa de ser una producción palomera. Los personajes no tienen profundidad: quizá por ello el casting se basó en actores cuyo más notable atributo es parecer salidos de WrestleMania. ¿Para qué actores de verdad cuando el 90% de la película se va en cerceneos y descabezamientos? ¿Desarrollo del dramatis personae? Nah. No es necesario. Los malos son re-malos y los buenos... eh... ¡pues re-buenos! Lo único que requieren los héroes para serlo es gritar AH-UH a cualquier pregunta o arenga que les haga su jefe Leónidas, que tampoco es una lumbrera.
Hay también otra lectura posible, sobre la que no abundaré: una moraleja realmente cargante acerca del valor de la libertad (representada y defendida por los espartanos) contra la opresión ignorante y bárbara (representada por los persas). No hace falta ir demasiado lejos para pensar en la disputa actual entre EU (dizque adalid de la libertad) e Irán (país heredero de la cultura persa, nomás). Pero esa lectura, por remolona e idiota, no quiero hacerla aquí. Sólo constatar que está en la película.
Al final, 300 resulta irregular. Visualmente es un mazazo a la cabeza (y es un halago, eh), pero argumentalmente no pasa de contar una leyenda con los mismos recursos que se le cuenta la hazaña de los Niños Héroes a un infante de 8 años. Por cierto que al final los mexicanos salimos más chidos: los espartanos necesitaron 300 de sus mejores hombres para darle una lección de coraje al ejército más poderoso de su tiempo: nosotros nos bastamos con seis cadetes para darle una patada en el trasero a los EU. Es un decir, claro, porque las dos batallas, la de Termópilas y la de Chapultepec, las perdieron los "buenos". Pero esa es otra historia...