sábado, mayo 30, 2009

No votar

A cinco semanas de las elecciones en las que se renovará la Cámara de Diputados (aparte de muchos otros cargos de elección popular en todo el país) existe un consenso básico en el sentido de que esta es la campaña más aburrida y poco interesante de la historia reciente de México. Se prevé que el abstencionismo se eleve a entre el 60 y el 70%. O sea, que entre seis y siete personas de cada diez decidan (decidamos) quedarse en casa, ver el fútbol o las luchas, salir con la novia o los amigos, leer una buena o mala novela, o dormir, o ir al cine, o cortar el césped o ver una mancha en la pared en vez de ir a votar el 5 de julio.

La perspectiva es que el PRI retome el poder en el Congreso para negociar con mejores cartas el poder que han de compartir tres años más con Felipe Calderón y su partido.

La legislación electoral vigente establece que no se puede hacer campaña "sucia", o sea que no se puede hablar mal de ningún candidato... lo que nos deja sólo con candidatos y partidos hablando bien de sí mismos, con lo aberrante que resulta eso.

Hace algún tiempo, en un diplomado que tomé en el CIDE, alguno de los expositores me abrió los ojos desarrollando el argumento de la irracionalidad del voto. Pierde uno tiempo, dinero y esfuerzo yendo a votar... Además es absolutamente irracional desde una perspectiva útil: en un universo de decenas de millones de votos posibles, el mío (que sólo vale por uno, como manda el principio básico del sufragio universal) no vale nada. "Pero Calderón ganó sólo por 150 mil votos", me dijo alguien. Ajhá. El argumento se mantiene: uno entre 150 mil es igual o casi igual a nada. Nunca en la historia de la democracia de ningún país ningún candidato ha ganado sólo por un voto.

Además, claro, está el hecho de la oferta política nacional que es... ¿cómo ponerlo en términos que no resulten soeces?... ¿desalentadora? Todos los partidos políticos, grandes y pequeños, TODOS, manchados de una u otra manera por escándalos de corrupción e impunidad que surgen un día sí y otro también y a los que estamos insanamente acostumbrados. Y no estamos hablando de manchas pequeñas, esas máculas atribuibles a la naturaleza de cualquier institución humana: están cubiertos de pies a cabeza de hediondez y podredumbre.

He tomado la decisión de no votar hasta que los partidos políticos de este país me demuestren un compromiso real con la gente que dicen representar. Para mí hay una forma muy concreta de hacer eso: aprueben la reelección legislativa inmediata. Me fastidia ver a un tipo desayunando a dos mesas de la mía saludando a todo mundo y repartiendo folletos con sus hijos y esposa sonriendo cual modelos de aparador, buscando mi voto por él. Si gana, estará en el Congreso dos años (en los que seguramente no me volverá a interrumpir el desayuno para preguntarme si todo va bien por donde vivo). El tercero lo dedicará a resolver dónde "se coloca" para los próximos tres años y dejará pendientes todos los proyectos que tenga en mi municipio, si acaso le da tiempo de desarrollar algunos proyectos.

No. Yo quiero que los candidatos que ahora me saturan el correo y se quieren tomar fotos conmigo regresen en dos años y medio y me digan: "Hice esto, esto, esto y esto. Necesito otro periodo de legislación o gobierno en el municipio para terminar esto, esto y esto". Ahora sólo llegan al cargo, hacen lo que quieren (y casi siempre quieren bien poquito y mal) y luego se van. Si te vi ni me acuerdo.

Claro que esto a los partidos no les conviene porque así se acaba la forma perfecta de rotar a sus políticos en cargos públicos.

En fin. Este post se ha alargado demasiado. No votaré hasta que el Congreso apruebe la reelección inmediata de legisladores y presidentes municipales, por lo menos.

"Si todos pensaran como tú, este país sería el caos"... Sin comentarios.

"Qué bueno que no todos piensan como tú"... Exacto. Lo que yo piense o deje de pensar al respecto de votar o no votar es absolutamente intrascendente... ¡porque en términos reales mi voto no vale nada! Ni el mío. Ni el de nadie.

PS.- Hace unas semanas escuché al analista Rafael Carmona sugiriendo castigos para quienes no votaran: que se nos cancelara el pasaporte o se nos multara. Estoy de acuerdo. Quiero ver que multen a 20 millones de mexicanos (y sumando) cada tres años. O que nos nieguen el pasaporte a todos. Quiero que se atrevan, los políticos.

Sería divertido.

Rock 101... ¿a qué hora?

Información actualizada del homenaje a Rock 101.

Hoy sábado se transmite música 101 de la una de la tarde a las nueve de la noche. Habrá fragmentos de la programación original y promos también originales.


Mañana domingo la transmisión 101 va de la una a las seis de la tarde. Cinco horas de idea musical con las viñetas originales leídas por locutores de Radio Ibero. Luego, mañana domingo también, dos programas especiales de una hora (después de la programación musical que termina a las seis): 1984: una crónica radiofónica del año en que iniciaron transmisiones y Rock 101 por Rock 101, con entrevistas a los locutores y productores originales, entre otros.

El plato fuerte, afirma una blogger amiga entrerada del asunto, se sirve el lunes cuando se realizarán programas en vivo con locutores de Rock 101.

¡No se lo pierdan! Radio Ibero transmite por el 90.9 FM en el DF y su área metropolitana, o a cualquier otra parte del mundo a través de su sitio web.

viernes, mayo 29, 2009

Pumas 1 - Pachuca 0

De lo más extraña, la noche de jueves.

Partido de ida final Torneo Clausura 2009. Llueve en Lomas Verdes mientras compro jamón serrano para la botana del partido. Sigue lloviendo de regreso a casa con un amigo. Están invitados varios, casi una decena, pero sólo dos han confirmado. A la entrada del fraccionamiento éste pierde la energía eléctrica. Llegamos a la casa pasadas las nueve y completamente a oscuras. Otros dos se suman a la tertulia. Traen pizza. Pero no hay luz. Imposible ver el partido... En el jardín, mientras alguien se columpia entre tinieblas, de la casa vecina se escucha: "No mames wey, gol de Pumas" o algo así. Yo soy el único de los cuatro que cree realmente que Pumas ganará la Final. Abrimos el jamón serrano. Papas también. Y Coca Cola con hielos. Casi para terminar el primer tiempo nos hacemos de una tele a pilas que proyecta en blanco y negro figuras diminutas que juegan fútbol. No alcanzamos a distinguir los colores con los que seguramente no combina el uniforme de Calero. Llega otro amigo rezagado con más papas y Coca Cola. El partido sigue, pero nadie lo ve. Es lo de menos. La charla gira en torno a apodos, proyectos de páginas web y películas, entre otros temas. Reímos de buena gana varias veces.

Me cuesta creer (aunque no tanto, francamente) que un plan frustrado termine tan bien. Me alegra sobremanera constatar que la gente reunida por el puro gusto de reunirse puede, sin complicaciones, convertir en más que agradables un par de horas que en el papel estaban destinadas al desastre. ¿Que ganaron los Pumas? Es lo de menos. Yo siento que ya he ganado un Campeonato.

miércoles, mayo 27, 2009

Puro. Total. Y absoluto.


Yo todavía no entraba a la Primaria cuando Rock 101 empezó sus transmisiones. De hecho me enteré bastante tarde de la existencia de la estación. Pienso que ni siquiera estaba en su mejor momento. Yo era adolescente a mediados de los '90 y escuchaba de vez en cuando un programa, "Los cuernos de la luna", que conducía no me acuerdo si Iñaki Manero o Jordi Soler. Una de esas noches, en ese programa, escuché una canción que desde entonces no ha salido del Top 5 del soundrack de mi vida: "Vuelta por el Universo", de Gustavo Cerati y Daniel Melero.

En fin. Por esas fechas el proyecto de Rock 101 terminó y, entre las airadas reacciones de radioescuchas, músicos, productores y algunos intelectuales, me enteré de la importancia que la estación había tenido en el mundo musical de México en los '80: fueron, se dice, los primeros en programar rock en inglés de manera regular. Y no sólo eso: rock de bandas que no se conocían en México. Recuerdo haber escuchado hace años una entrevista con Luis Gerardo Salas (cabeza del proyecto 101) diciendo que él y otros programadores de la estación viajaban a NY para comprar discos que sencillamente no podían conseguir en México: estamos hablando de la era pre CD, pre Internet, pre iTunes...

En Rock 101 encontraron sus raíces estaciones como WFM, Radioactivo (tan popular, precisamente, a mediados y finales de los '90), Órbita y ahora Reactor, que --siendo buena-- no es ni la sombra de lo que fueron las otras.

OK, ¿a qué viene todo esto?

Escuchando Ibero 90.9 me he enterado de que este fin de semana dedicarán todo el 31 de mayo a homenajear a Rock 101 a propósito de los 25 años de la primera emisión al aire de esa ahora mítica estación.

Estoy absolutamente seguro de que mis contemporáneos (y muchos 5 ó 10 años mayores) se regocijarán escuchando un día completo de Rock 101 por el 90.9 FM. Y a los más jóvenes, sin pretensiones de adoctrinamiento, les aseguro que es imperdonable que se pierdan ese fin de semana musical. Sobre todo si algo les gusta la buena música. Mucho de lo que hoy escuchan pasó primero por Rock 101. Y mucho de lo que no escuchan (pero sería muy bueno que conocieran) también salió de esa frecuencia. Revisen la página de Radio Ibero para conocer detalles y, lo más importante: ¡no dejen de sintonizar esa estación el fin de semana!

Den click acá para una probadita de las maravillas que programaba Rock Uno Cero Uno.

lunes, mayo 25, 2009

Por si había dudas


(Mercadólogos de Lotto: queremos uno así para la final de los Pumas)


"Yo pienso llegar al campo con mi bufanda histórica, la que compré el primer día, la que llevo siempre, agujereada, llena de francfurt y mostaza... Nunca la he lavado. Y en cuanto entre al campo cantaré: "Roma nun fà la stupida stasera" [Roma, no hagas tonterías esta noche]".

-
Joan Manuel Serrat, en entrevista a El País (hoy)

sábado, mayo 23, 2009

"El periquito no habla, Samy"

Ocurrió hace casi una semana en el programa Hazme reír y serás millonario. Uno de los equipos concursantes, encabezado por Galilea Montijo y Roxana Castellanos, hizo una broma a Samy haciéndole pensar que estaba en un casting, semidesnudándolo y sometiéndolo a la "humillación" de acariciar a ambas actrices que se le presentaron también semidesnudas.

La polémica surge en el mismo programa, cuando uno de los jueces del concurso, Rafael Inclán, considera cruel la broma que se hace a Samy, una persona que, a decir de Inclán, no es normal (lo llamó, de hecho, "accidente televisivo"). Galilea Montijo ha declarado que lo cruel en realidad es considerar a Samy como no normal ("una persona como cualquiera de nosotros", dijo). El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se pronunció contra Televisa por abusar de Samy, a quien considera un hombre con discapacidad intelectual moderada. La periodista Katia D'Artigues ha conminado a sus lectores a enviar cartas a Televisa sugiriendo que Galilea y Roxana tomen cursos de Derechos Humanos.

Leo con mucha sorpresa esta mañana que la familia de Samy (una hermana suya) afirma que él no tiene discapacidad alguna ("acaso dislexia, pero nada más") y se siente ¡muy ofendida! de que la Conapred haya emitido la queja por el abuso de Samy en Televisa. Me parece fascinante la idea de que Samy sea en realidad un actorazo que nos está tomando el pelo a todos fingiendo una "discapacidad intelectual moderada".

Curioso que esto ocurra en una empresa que lleva 11 años haciéndose imagen de buena samaritana con el Teletón. Y que el rollazo del abuso a Samy se "descubra" hasta ahora, cuando el cuate lleva más de 10 años siendo humillado una vez y otra también en programas de Televisa. Lo del domingo pasado, de hecho, fue bastante ligero comparado con lo que se ha visto en Derbez en cuando y con Facundo, entre otros. A cuál más vejatorio.

Si quieren saber más del caso (que tiene varias aristas interesantes) les recomiendo visitar el blog de Katia D'Artigues, donde además encontrarán varios videos al respecto, incluido desde luego el que inició la polémica.

jueves, mayo 21, 2009

Justicia

Día de revisión. Final de semestre. Las vacaciones de verano están a la vuelta del fin de semana para aquellos que las merecen.

Y los que no de todos modos pelearán por ellas.

Esta parte es quizá la peor de ser maestro. Aunque también, probablemente, entraña parte de lo mejor. Espero explicarme. Hoy tres mujeres lloraron en mi oficina. Igual número de hombres se sentaron frente a mí con voz quebrada y manos temblorosas buscando desesperadamente décimas donde en la mayoría de los casos sólo alcanzaba a verse falta de trabajo.

Recordé a Julio Villanueva Chang, de quien alguna vez escuché las siguientes palabras: ser bueno es fácil. Ser malo es aún más fácil. Ser justo es lo realmente difícil.

Espero haberlo sido hoy.

martes, mayo 19, 2009

¡PLOP!

Siempre me he considerado un tipo inteligente. Y, además, culto. Todo esto sumado a mi notable humildad, mi agraciada figura, mi sencillez y carisma, me hacen un hombre admirable y encantador.

O eso creía.

Seguro han hecho alguna vez un examen psicométrico. Yo hice uno hace casi dos años para entrar a mi actual trabajo. Hoy pude echarle un vistazo a los resultados y, bueh, francamente... estoy decepcionado. Tanto que la ciencia ha invertido en este tipo de pruebas para que resulten semejantes mamarrachadas.

Juzguen ustedes mismos:

"Posee una cultura general elemental (sí, decía elemental). Posiblemente baja escolaridad (¿¡qué?!). Poca habilidad para desglosar información e identificar las partes de un problema para su resolución (¿uh?). Difícilmente logra captar detalles que pueden ser significativos".


Según esta prueba, soy poco más que un changuito amaestrado. Y encima uno con problemas para captar detalles y solucionar problemas (¿cómo hago para que de la varita salgan esas hormigas tan sabrosas?). Ah, claro. Y hay que sospechar de mi escolaridad porque no sé cuál es la capital de las Islas Fiji.

Sostengo la teoría de que los resultados de estos exámenes son como las galletas de la suerte que se ven en un capítulo de Los Simpson. Cuando se acaba el tóner que imprime "Este individuo es un líder del futuro, ¡hágase su amigo!" sacan el que imprime "Posee una cultura general elemental. ¡Huya!"

Amigos: anímenme. Mi coeficiente intelectual es inferior al de Ashton Kutcher. ¿O sea que no puedo aspirar a casarme con alguien como Demi Moore? ¿Hay algo más deprimente que eso? ¡¿Lo hay?!
(Burlones con tiempo libre: absténganse)

domingo, mayo 17, 2009

Quisimos tanto a Mario

No lo conocí bien.

Pedro y el capitán me pareció intratable por el acartonamiento de sus personajes. He evitado La tregua, por tan recomendada (cosas mías).

Pero puedo decir que Benedetti cambió mi vida.

Uno de los muy pocos poemas que me sé de memoria es suyo. Lo leí adolescente. Me pareció revelador que alguien me invitara a
no dormirme sin sueño, a no reservarme del mundo tan sólo un rincón tranquilo, a no salvarme...

Me dio mucha, mucha fuerza este poema en su momento.

Gracias, Mario. Gracias totales.

viernes, mayo 15, 2009

Derrapones

Una vez más me veo obligado a contar una historia inverosímil. No tengo por qué mentir, así que apelo a la confianza de mis cuatro lectores.
Esta mañana, como casi todas, salí temprano al trabajo (hoy, pasadas las siete am). Llovía. No fuerte, pero el pavimento estaba mojado. En mi iPod sonaba "No News From Nowhere". Iba feliz, cantando, cuando di vuelta en una curva casi saliendo del fraccionamiento y sentí cómo la camioneta, se iba, se iba... se iba... Dio un giro muy lentamente, de más de 180 grados... Quedé transversal sobre el camino. Tardé dos o tres segundos en reaccionar y darme cuenta de que estaba justo después de la curva, es decir, que cualquier coche que viniera detrás de mí a una velocidad más o menos alta no tendría tiempo de frenar al verme ahí, atravesadote. Eché reversa con gran temor justo cuando un Tsuru blanco apareció por el principio de la curva, afortunadamente no a gran velocidad.
Hasta ese momento noté mis palpitaciones. Volví al camino a una velocidad mucho más moderada. Estaba sorprendido de la facilidad con la que perdí el control de "la unidad". Mi padre me había presumido el cambio de llantas de la camioneta meses antes. "Son todoterreno m'hijo". Bueno, no lo dijo exactamente así, pero ustedes entienden. En esas andaba cuando, ya fuera del fraccionamiento, bajaba por oootra curva que tomé con desconfianza y menos velocidad... ¡se va.... se va... se vaaaa!... Mi control sobre el vehículo fue inexistente y en ese momento, dado que la curva era de bajada y esta vez quedé totalmente de frente al tráfico, sí pensé que el choque era inminente. Sólo intentaba calibrar el golpe. Afortunadamente no me bloqueé y logré enderezar justo antes de que un Pointer bastante acelerado me rebasara.
Mis dudas sobre las llantas nuevas son totales. Ya las revisé, y sí son nuevas, italianas, y tienen nombre chido (Scorpion), pero de agarre en curvas con poquita agua ni hablemos.
Les dejo el video de la que pudo haber sido la última canción de mi vida. ¡Y juro que, oh Dioses, no exagero un ápice! Saben que no suelo hacerlo.
Hoy me salvé no una, sino DOS veces de algo que pudo ser grave.
Soy feliz.

miércoles, mayo 13, 2009

Perder las llaves

Algunas personas no pueden creer que deje las llaves de mi camioneta en la camioneta cuando me bajo de ella (sólo en mi casa y en el trabajo, eh). Lo que yo no puedo creer es que esas personas no puedan creer por qué lo hago. Quizá este post los convenza.
Hoy tenía pensado ver el segundo tiempo del Pumas - Tecos (¡auch!) en mi casa comiendo palomitas nadando en salsa y limón (las palomitas). Salí de la oficina poco antes de las 8pm. No me sorprendí cuando me di cuenta de que había dejado las llaves de la camioneta adentro. Mi padre estaba viendo el partido y muy amablemente me sugirió, cuando le llamé pidiéndole rescatarme, que pidiera un taxi. "No te tardas más de media hora en venir por las llaves y regresar".
Tardé una hora y cuarto. A la mitad del camino de mi casa al trabajo me di cuenta de que había olvidado en casa (donde recogí las llaves) mi billetera. O sea que tuve que pedirle al taxista que regresara... El colmo es que creo que en el taxi dejé olvidado el cargador de mi computadora. Mi esperanza reside en otro olvido: que el cargador esté en mi oficina, contra mi voluntad, pero esperando la acción de mañana a primera hora.
Me encabrita ser tan distraído en estas cosas.

lunes, mayo 11, 2009

Mi pie izquierdo

Hace cuatro semanas. Casi madrugada de domingo a lunes. Estoy chateando y escuchando música. Bajo a revisar si mi ropa ya está seca. Para quienes no conocen mi casa, el camino implica descender una escalera en caracol sin barandal. Me dio flojera encender la luz (¿cómo es que dan flojera esas cosas?). Ocurre en el último escalón (que termina, hay que decirlo, frente a un inmenso cancel con el que afortunadamente no me topé). En el último escalón, decía, ocurre que se me dobla el pie izquierdo, cual plastilina. Acabo en el piso y ahogo un grito tremendo intentando no despertar a nadie (aunque el costalazo debió ser audible). ¿Resultado? Torcedura grave (así la califico) que me tuvo inmóvil casi todo el lunes y muy adolorido el resto de la semana. Todavía hace unos días, si apoyaba mal el pie, sentía una punzada de dolor.
El sábado. Salgo de la sala de TV de ver una película. Es temprano. Hay luz. Salgo de la habitación, digo, camino vigorosamente hacia la cocina. De pronto, sin que sea mi intención, pateo algo con el pie izquierdo. Era un enorme tronco hueco que mi madre ha considerado decoración perfecta. Esta vez no ahogo el grito... el grito me ahoga a mí, que acabo apenas balbuciendo un aaaarggggghhhh. ¿Resultado? Dedo medio del pie izquierdo azulcasimorado, inmovilizado. No aguanta ni el roce de las sábanas. El domingo (ayer) mis padres se espantan ante el color del dedo, que ha tornado en negro. Mi papá me da un par de pastillas. Me atiborro el dedo de Lonol.
Hoy amanecí con leve mejoría en cuanto al dolor, pero la coloración sigue siendo macabra. Jugué fútbol. Anoté tres goles. Uno de ellos con la zurda.

domingo, mayo 10, 2009

Los Lobos

Yo, en el Círulo Amarillo (¿?)

Pienso en dos riesgos mayores en una puesta en escena como Los Lobos, que se presenta en el Teatro Libanés. Primero, que con un reparto de actores tan notables (o, al menos, famosos) éstos se limiten a actuar de sí mismos. O sea, que no interpreten a su personaje, sino que pongan a su personaje al servicio de su personalidad. Segundo, que el texto (cargadísimo de tintes políticos) se convierta en un rosario de "denuncias" y guiños al público sobre temas y personas que todos conocemos, sin aportar un gramo de crítica real o información nueva.
Los dos riesgos corre esta puesta en escena, y de los dos sale mal librado. Así, Pedro Armendáriz no es el diputado Armando Rodríguez de la Peza (sino Pedro Armendáriz, con ese desparpajo tan vulgar y simpático de decenas de sus personajes anteriores), Víctor Trujillo no es el diputado Eduardo Muñoz (sino Víctor Trujillo, con las mismas gesticulaciones que nos regala cada semana en el NotiFiero) y Jesús Ochoa no es el coronel Bazán (sino... emmm... sí, Jesús Ochoa, con su vozarrón de Villa en Entre Pancho Villa y una mujer desnuda). No es que esto sea malo, pero la obra se antoja cómoda para los actores, que en realidad no actúan y, por lo tanto, entregan personajes planos, que no se desarrollan nunca. Aunque quizá de esto no sean ellos los únicos culpables.
Está el libreto: plagado de lo que un amigo llama "groserías de guión" ('pa que quede claro que los mexicanos hablamos así, y eso es bien chistoso) y dos o tres exabruptos sentimentales que no supe si lamentar o celebrar (uno incluso del tipo starwaresco: "Yo soy aquel que debió ser tu padre").
Por lo demás, la obra carga parejo contra priístas, panistas y perredistas. Pero de eso tenemos bastante todos los días en periódicos, programas de radio y televisión. Ya pasó el tiempo en el que resultaba novedad ver estas "denuncias" en teatro.
¿La obra es divertida? Sí. ¿Mueve a reflexión? También, sin excesos. ¿Vale lo que se paga por el boleto? No, si es tu primera opción. Hay cosas mejores en cartelera.
---
Los Lobos
Original de Luis Agustoni; adaptación de Héctor Bonilla (también director). Con Pedro Armendáriz, Rafael Sánchez Navarro, Jesús Ochoa, Víctor Trujillo y Roberto D'Amico.
Teatro Libanés (Barranca del Muerto s/n)
Funciones viernes 20:30, sábados 18:30 y 20:30 y domingos 18:00 y 20:00.
Boletos: 350 ó 400 pesos

jueves, mayo 07, 2009

¡Tenía que ponerlo!

No lo vi ayer en vivo. Golazo de Iniesta en tiempo de compensación.

Liga de Campeones de la UEFA: próximo partido: ¡Finalísima! Barcelona vs Manchester United. Voy Barça.

Roma: 27 de mayo, 20:45 h.



miércoles, mayo 06, 2009

Oda al Sal-Lím

Hace años, muchos años, que no como uno de estos fragmentos de ambrosía en polvo.

Tengo en mis manos un sobrecito de Sal-Lím (pronúnciese salín).

1.5 gramos. Casi nada. Casi todo.

Si mi infancia y principio de adolescencia tuviera sabor, sería éste: sal, ácido cítrico y jugo de limón deshidratado. No más. Compraba estos sobrecitos por una pequeña fortuna a una señora (la recuerdo con una claridad que me espanta) que ponía los dulces sobre un pedazo de lona afuera de mi escuela, en la esquina que hacen Empresa y Patriotismo.

Cuando me iba bien, de una sola vez adquiría 10 sobres que metía en el bolsillo de mi suéter y degustaba en el transcurso de los siguientes minutos. Recuerdo haber asistido a muchos honores a la bandera de los lunes con uno de estos sobrecitos metido completo en la boca: no podía darme el lujo de abrirlo cuidadosamente y comerlo decentemente, con el riesgo de que el prefecto me descubriera, oh Dios, comiendo Sal-Lím mientras balbuceaba el "Selevantaenelmástilmibandera".

El Sal-Lím, junto con su hermano el Chi-Lím, fueron prohibidos por mi madre. Tan buenos eran. Claro que cuando quería premiarnos, a mi hermana o a mí nos colocaba sobre la cama algunos sobrecitos de la verde droga.

No puedo comer el Sal-Lím que mi hermana me regaló el fin de semana pasado. Estoy vestido. para dormir. No me he lavado las manos. Me encuentro vulgarmente recostado en mi cama. El momento no es propicio.

Tengo la boca hecha agua.

martes, mayo 05, 2009

Experiencia religiosa

Comed y bebed todos de Mí...

¿Quién dice que no se puede encontrar a Dios en las entrañas de la máquina capitalista?

Esta mañana en un Starbucks. Estoy chateando y terminando un ensayo, muy concentrado en mis asuntos. Dos mujeres (una rondando la cincuentena, otra 15 ó 20 años más joven) se ubican en la mesa próxima. Pasa un buen rato, quizá una hora o más. En algún momento escucho que una de ellas (la mayor) le dice a la otra: "Recuerda que Satanás está en todos lados". Obviamente llama mi atención. No escucho sino retazos de la conversación, que incluyen varias menciones al Señor y alusiones a cómo Satanás está dispuesto a engañarnos ("se puede meter en tu cabeza"). La joven se muestra profundamente conmovida y saca su Biblia. Juro que saca su Biblia. Lee un pasaje y la otra se lo explica (o eso creo que hace). "Si Dios te está diciendo algo, da el paso".

Sigue la charla en medio de aspavientos de la mujer mayor, que no levanta la voz pero sí los brazos. Está realmente emocionada. Saca su iPhone en funda rosa y de la pantalla lee unas palabras que yo asumo bíblicas. Al menos tienen el mismo tufillo profético y perentorio. Es su iGod. La conversación termina unos minutos más tarde con las dos mujeres intercambiando números telefónicos.

Yo escucho "Hey Jude" en mi iPod a todo lo que da.

lunes, mayo 04, 2009

de hoy

1. Me da gusto que el Tec haya alargado una semana su calendario escolar. 2. ¿Sabían que J.M. Le Clézio escribió un libro sobre Diego y Frida? Lo compré hoy en gandhi. Promete. 3. No me gustan las barras de pescado congelado que venden en el súper. 4. Reitero que será un error abrir restaurantes el 10 de Mayo. 5. ¡Quiero ir al cineeee! 6. La canción de hoy: "Count's Place", de Count Basie & The Kansas City 7.

domingo, mayo 03, 2009

En la madre

Pienso, o intento hacerlo, como el secretario de Salud.

La epidemia está controlada. Ha costado mucho tiempo, esfuerzo, y dinero (más de mil millones en estos días, sólo en pérdidas de los restaurantes en el DF). Afortunadamente, el virus es menos agresivo de lo que se pensaba en un principio y hay menos contagiados de lo que se temía. Parece que se puede volver a la normalidad el próximo miércoles. ¿Es así?

Los mexicanos llevamos 10 días encerrados. Los centros comerciales han estado semivacíos y los restaurantes y otros centros de reunión (cines, teatros, estadios) casi abandonados. Y viene el 10 de Mayo. Una celebración para la que los mexicanos no conocemos límites. Es tradición que en ese día (caiga entre semana o en asueto) los restaurantes se atesten, los teatros vean ocupadas todas sus butacas y los cines vendan con horas de anticipación todas sus localidades. Incluso si la gente no sale, se reúne (muchas veces por decenas) en una casa donde se da el aquelarre en torno a la Primera Dama de la familia.

¿Se imaginan lo que ocurrirá cuando millones de mexicanos que se han mantenido enclaustrados durante casi dos semanas se vean de pronto liberados en su primer fin de semana en el que, oh Fortuna, se celebra el Día de las Madres?

¿Volvemos el miércoles a la llamada "normalidad"?

Se ha avanzado mucho. Se han hecho bien las cosas. Parece que lo peor ha pasado. No parece que valga la pena arriesgar estos logros por una celebración folcrórica que en los días que corren se antoja más desaforada que nunca.

Mañana deciden las autoridades. ¿Ustedes qué decidirían si pudieran hacerlo? ¿Por qué?

sábado, mayo 02, 2009

Memorias de la influenza 06

Día extraño. Por la mañana, después de desayunar, decidí salir a comprar música. Se me antojaba probar algo nuevo, así que enfilé al Tower Records de Mundo E. Empecé a escuchar la nueva compilación de salsa de Putumayo cuando un empleado de la tienda me invitó cordialmente a salir. "Si tiene algún artículo qué liquidar, haga el favor de pasar a la caja, pues cerraremos en 5 minutos". Me explicó que era debido a la contingencia sanitaria. No me pudo explicar por qué la tienda estaba abierta cuando llegué.

Me dirigí a Plaza Satélite. Mixup. Poca gente. La tienda está abierta, pero a oscuras (como si se hubiera ido la luz, pero en el resto de la plaza la energía eléctrica no fallaba) y en la entrada estaban formados todos los empleados para no dejar pasar a nadie (como si hubiera una turba esperando pasar a robar). Nada de música, entonces. No hoy.

Pasé a comprar alitas adobadas al Superama. Vi el Barcelona - Real Madrid. ¡Qué partidazo! ¿Por qué nunca he visto un Chivas - América la mitad de bueno?

Luego fui a El Sótano. Compré dos libros: uno de crónicas de David Lida y una novela de Cormac McCarthy. Pasé a Starbucks por un chai latte con leche de soya. Frío, por supuesto. En casa redescubrí un disco que me ragalaron hace años: una compilación de Los Beatles increíblemente buena. Me la eché completa.

Más tarde vi la película Pacquiao - Hatton. Muy buena. Hatton empezó bien, pero en el segundo round descuidó la guardia y el knockout fue inevitable.

Antes de la pelea encontré este video de Bostich (Nortec). Hacía un rato que no escuchaba Nortec. Me trajo gratos recuerdos. La recomendación habitual: ¡suban el volumen!


viernes, mayo 01, 2009

Doctor Is OUT

Wiiiiiiii... ¡cesa ya, diversión!


Llevo ocho capítulos (¡ocho!) de la primera temporada de Dr. House y empiezo a percibir la decepción... Ocho capítulos ¡y no pasa nada! O, mejor dicho, siempre pasa lo mismo. Todos los episodios empiezan con la escena (que de repetirse tanto resulta ya predecible) de alguien haciendo algo perfectamente normal (corriendo, durmiendo, estudiando) hasta el momento en que empieza a convulsionarse, vomitar sangre o simplemente pasar a estado comatoso.

Corte a House repudiando el caso con alguna bromita siempre políticamente incorrecta en la que hace ver que sus pacientes le importan un comino. OK. Claro que termina aceptando el caso.


Corte a House en su oficina anotando en el pizarrón los síntomas del enfermo. Sigue una perorata de dos o tres minutos entre el médico y sus colegas: muchos tecnicismos incomprensibles cuya intención es ¿cuál? ¿Mostarnos lo
picudos que son los médicos? "Influenza H1N1" "Eso explica los mocos, pero no el aumento en sus niveles de cortisona" "Malaria africana" "Oh, claro, ¿y eso dónde deja a los leucocitos?" JOJOJO. House recomienda un tratamiento que, de entrada, nunca es acertado y pone a su enfermo al borde de la muerte. Lo regaña su jefa, su compañero, su subordinado se le pone al brinco, la mamá o esposa del paciente lo mira con ojos llorosos mientras le mienta la madre... él persiste, claro, y al final sabemos que su tratamiento, oh sí, era el correcto.

¿¡Y?!


Mi hermana me dice emocionada que no he llegado a la "mejor parte". ¿Cuál es? House sale con Connor (una doctora a su cargo, bastante guapa y como 25 años menor que él). ¿Eso es lo mejor? ¡No!, prosigue mi consanguínea, también regresa su ex. ¡La ex de House! ¡Y luego su jefa también quiere salir con él! ¡No maaa!


¡¡¡Woohoo!!!


Ya de veras: ¿esto es una serie o una telenovela? ¿Por qué habría de interesarme con quién sale o no House? ¿Dónde está la brillantez de una serie que no ha despegado ocho capítulos después de su inicio? ¿Dónde la creatividad de un guión que se repite incesantemente, variando sólo la enfermedad y el paciente?