¿Quién dice que no se puede encontrar a Dios en las entrañas de la máquina capitalista?
Esta mañana en un Starbucks. Estoy chateando y terminando un ensayo, muy concentrado en mis asuntos. Dos mujeres (una rondando la cincuentena, otra 15 ó 20 años más joven) se ubican en la mesa próxima. Pasa un buen rato, quizá una hora o más. En algún momento escucho que una de ellas (la mayor) le dice a la otra: "Recuerda que Satanás está en todos lados". Obviamente llama mi atención. No escucho sino retazos de la conversación, que incluyen varias menciones al Señor y alusiones a cómo Satanás está dispuesto a engañarnos ("se puede meter en tu cabeza"). La joven se muestra profundamente conmovida y saca su Biblia. Juro que saca su Biblia. Lee un pasaje y la otra se lo explica (o eso creo que hace). "Si Dios te está diciendo algo, da el paso".
Sigue la charla en medio de aspavientos de la mujer mayor, que no levanta la voz pero sí los brazos. Está realmente emocionada. Saca su iPhone en funda rosa y de la pantalla lee unas palabras que yo asumo bíblicas. Al menos tienen el mismo tufillo profético y perentorio. Es su iGod. La conversación termina unos minutos más tarde con las dos mujeres intercambiando números telefónicos.
Yo escucho "Hey Jude" en mi iPod a todo lo que da.
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