No me gusta que me tomen fotos. Antes eso significaba un berrinchazo a la hora de que alguien sacaba su cámara para inmortalizar el momento. Ahora (después de protestar un poco, claro) acepto resignado..
Pero prefiero otro tipo de recuerdos. Escribo, a veces. O guardo algo de algún lugar importante: me robé un menú del Botín en Madrid, por ejemplo.
Desde hace algunos meses decidí empezar a juntar recuerdos en botellas. Guardar aquellas de las que bebí en algún momento feliz. Este año llevo dos. Una es de cuando fui a la MACO con Toña (http://ergozoom.blogspot.com/search?q=maco) y la otra es de anoche, de una cena con mis amigos Foco, Cibeles, Miguel, Rodrigo y Citlali.
Fuimos al Plantaciones de Origen que está en Insurgentes Sur. Y la botella es de la Guiness Foreign Extra con la que acompañé la ronda de tapas que pedimos.
Amo las noches como la de anoche. Vivo por ellas. Esperándolas, deseándolas, procurándolas, cuidándolas.
No son noches de fuegos artificiales, sino de una luz intensa y cálida que lleva brillando más de diez años, quince en algunos casos. No nos reunimos demasiado frecuentemente, pero cuando lo hacemos nos divertimos mucho (mucho, en verdad) y, al menos a mí, me queda claro por qué vale la pena estar aquí. Y lo fácil que es ser feliz, al menos de vez en cuando, si uno se entrega con docilidad a una cerveza oscura y un plato de patatas bravas aderezadas con plática abierta y risa franca.
1 comentario:
Me uno a la frase q me fascino "Amo las noches como la de anoche. Vivo por ellas. Esperándolas, deseándolas, procurándolas, cuidándolas." mas ahora q yo le agregaria,extrañandolas, añorandolas y deseando tenerlas again.
Publicar un comentario