sábado, diciembre 31, 2005

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LA VIDA SENCILLA

Llamar al pan el pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada día;
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida;
bailar el baile sin perder el paso;
tocar la mano de un desconocido
en un día de piedra y agonía
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo;
probar la soledad sin que el vinagre
haga torcer mi boca, ni repita
mis muecas el espejo, ni el silencio
se erice con los dientes que rechinan:
estas cuatro paredes –papel, yeso,
alfombra rala y foco amarillento–
no son aún el prometido infierno;
que no me duela más aquel deseo,
helado por el miedo, llaga fría,
quemadura de labios no besados:
el agua clara nunca se detiene
y hay frutas que se caen de maduras;
saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos…
Y que a la hora de mi muerte logre
morir como los hombres y me alcance
el perdón y la vida perdurable
del polvo, de los frutos y del polvo.

- Octavio Paz

viernes, diciembre 30, 2005

Reivindicación de Kong


No sé por dónde empezar. Quizá afirmando rotundamente que King Kong es una graaan película. Así nomás: que valen la pena las tres horas y media en el cine. Que valen mucho la pena.
Peter Jackson no sólo logró lo que parecía imposible: dirigir un homenaje decoroso del clásico de 1933, sino hacerlo -además- luego de haber dirigido la trilogía de El Señor de los Anillos. Y, hay que decirlo, con este nuevo Kong Jackson no sólo alcanza lo "decoroso", sino vuelve a visitar las más altas esferas de lo espectacular.
Hay referencias a El corazón de las tinieblas, que -como apunta un personaje- no es (aunque lo parezca en primera instancia) una simple historia de aventuras. Es una reflexión sobre el Hombre mismo, y su relación con la naturaleza. Eso es también King Kong.
El Hombre no tolera lo que no entiende y por eso no soporta la Naturaleza. Está en él destruirla definitivamente: exterminarla. Cercarla poco a poco, acorralarla, provocar sus desastres (y sufrirlos) en vez de siquiera intentar comprenderla y entonces, quizá, convivir con ella. Por eso la gente agota las entradas de un teatro inmenso para ver a una bestia sobajada y deja espacios vacíos en un local donde se presenta una obra de teatro en forma.
Eso es lo que nos dice King Kong desde hace más de 70 años. Y es lo que nos repite Jackson en su nueva película, en la que echa mano de todos los recursos técnicos a su alcance. En el Kong de Jackson hay 200 millones de dólares, con todos los efectos especiales que eso supone: más dinosaurios que en Parque Jurásico, insectos inimaginables de gran tamaño y, claro, un simio gigante que nunca parece animado por computadora (en gran parte gracias a la tecnología del motion-capture).
Y hay talento detrás de todo ese despliegue técnico: la historia está bien contada; las actuaciones son más que suficientes (sobresalen Jack Black y Naomi Watts) y el guión es lo suficientemente sagaz como para, por ejemplo, situar en una jaula ante la que se lee: "Peligro: Animales Salvajes Adentro" a los escritores del guión que el megalómano Carl Denham (Black) pretende filmar en la Isla de la Calavera sin imaginar, claro, lo que encontrará al llegar ahí.
Por estas y otras razones que espero constaten ustedes mismos, King Kong es altamente recomendable. En la escala ergozoom la peli tiene un bien ganado y redondito 80.
Pero, como siempre: ¡vayan a verla, y aluego la comentamos!
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martes, diciembre 27, 2005

Lo que hace el ocio


Mi escritorio, esta mañana. Posted by Picasa

Y éste dos horas después...


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¡Larga vida al Rey!


La revista PC World acaba de publicar su lista de los 50 mejores gadgets de los últimos 50 años. En la foto, el ganador indiscutible: el Walkman de Sony (1979) que hizo de la música portátil una maravilla posibe.
Nietzsche dijo que la vida sin música sería un error. Y entonces, ¡cuántos yerros vitales nos ha evitado la tecnología! Y es que, ¿qué sería de nuestras caminatas, de los traslados en Metro y microbús, de los viajes largos, de las filas en el banco y las esperas prolongadas sin un artilugio como éste en nuestros bolsillos? ¡Sería el silencio! Sería el error.
El iPod, por cierto, que no guarda horas sino ¡días! de música quedó en segundo lugar. Yo no puedo estar más de acuerdo. Posted by Picasa

martes, diciembre 20, 2005

Juventud


Empecé a leer esta novela de Coetzee.
¡Dios! Sigo sintiéndome taaan identificado con la prosa del sudafricano.
Ya resulta inquietante: es como conocer un alma gemela... al principio agradeces la coincidencia, te reconforta saber que no estás solo. Luego te entra la congoja de que hay alguien más por ahí, demasiado parecido a ti, aunque tenga 40 años más que tú y haya nacido en Sudáfrica.
Más adelante, fascinado por el trazo de sus personajes y la contundente sencillez de sus letras, maldices entre dientes porque ha escrito lo que tú pensaste que algún día te correspondería escribir a ti. Y, diablos, ¡ganó el Nobel por eso!
Me convierto en Pepe Gonzaletzee... Posted by Picasa

lunes, diciembre 19, 2005

Me dicen...

Que King Kong es "malísima", que Peter Jackson se volvió loco filmando "eso", que dura tres horas y media, que a la mitad de la película uno pide a gritos que maten de una buena vez a la bestia esa y que dejen de salir dinosaurios y arañas gigantes...
¿Es cierto eso? O mi fuente fue al cine en un mal día...
Estoy intrigado.

Yahweh!

Bono fue nombrado El Hombre del Año por la revista Time porque "cautivó y amedrentó y sobornó moralmente a los líderes de los países más ricos del mundo para que perdonen una deuda de US$40.000 millones que debían los más pobres".
Qué bien. Pero yo sigo pensando que lo que mejor hace el buen Bono es cantar.
¡Y yo tengo boleto para verlo el próximo 16 de febrero en el Azteca!
Woohoo!
¡Gracias, Foco!

martes, diciembre 13, 2005

Crónicas de Narnia

Lo peor es cuando aparece Santa (Clós) y les obsequia a los hermanos Pevensie las herramientas (que no los regalos) con los que habrán de vencer a sus enemigos. Jo, jo, jo. Con esa mágica aparición (renos incluidos) uno queda ciscado: no vaya a ser que el buen señor Clós se convierta en el salvador de esos adorables niños durante toda la película (enalteciendo en cada salvamento, faltaba más, el inconmensurable valor de la Navidad). Afortunadamente no ocurre así y la película se desarrolla con más o menos buena fortuna durante poco más de 2 horas.
Claro que después de El Señor de los Anillos e incluso después de Harry Potter la fórmula de las Crónicas se ve un poco gastada. Ya no sorprenden los guiños a la mitología clásica, ni los animales que hablan, ni las batallas entre seres fantásticos representando al bien y al mal... De hecho, los recursos de Narnia parecen limitados. Pese a que esta producción de Disney costó más de 150 millones de dólares, a veces se nota que los actores están actuando frente a una pantalla que simula paisajes nevados previamente grabados.
Leí en una crítica que los libros en los que se basa Las Crónicas de Narnia son literariamente muy superiores a los libros de Potter. Y que el autor, C.S. Lewis, era muy buen amigo de Tolkein, con quien compartía ideas y lecturas. Lamentablemente en su paso a la pantalla grande Las Crónicas de Narnia resultan menos atractivas que las aventuras de Potter y su banda. Son, más bien, una versión latte de El Señor de los Anillos. De cada uno depende si eso es bueno o no. Para mí, no.
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Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero es dirigida por Andrew Adamson; actúan, entre otros Georgie Henley y Skandar Keynes. Calificación ergozoom: 60.

domingo, diciembre 11, 2005

Doce para el dos-cero-cero-seis

Mis deseos para el próximo año.
(Versión Guajira)
  1. Que México gane el Mundial (caminaaando).
  2. Que me doblen el sueldo y me reduzcan la carga de trabajo.
  3. Que no gane Madrazo.
  4. Paz en el mundo y todo eso.
  5. Que los Pumas recontraten a Hugo y fichen a Zidane (o ya de perdida al Chamagol). Que ganen la Libertadores, los dos torneos cortos en México, el Mundial de Clubes y hasta el torneo de las Bimbo Cards.
  6. Que el América descienda a Segunda División.
  7. Que Cerati haga un tour con U2 o con Moby. (Si ya vienen los de Bono al Azteca, sólo falta que Cherati lentre al palomazo).
  8. Que no gane Madrazo.
  9. Que si gana Calderón, no sea tan papa como Fox.
  10. Y si gana AMLO no sea tan bestia como Chávez.
  11. Que le den un Grammy póstumo a Chalino Sánchez por su canción "Idos de la mente" (o por "Botellitas", que también es re buena).
  12. Que le den el Nobel a Vargas Llosa (o a Charles Fountains, que tan bien me cae…).
  13. Que le den un Oscar a Jim Carrey (¿o ya se lo dieron?).
  14. Que alguna gran corporación compre los derechos de este blog por, digamos, mil millones de dólares. ¡Ya me vi!
  15. Y, uhm, ¡que no gane Madrazo!

Soy ateo, gracias a Dios


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God is a concept by which we measure our pain.- Lennon
(Foto: Fernando Ortega, para Reforma)

miércoles, diciembre 07, 2005

Somos lo que leemos

La pregunta no es cuántos libros al año leemos sino, en todo caso, qué tipo de libros leemos. Interesantérrimo reportaje al respecto, publicado el sábado anterior en confabulario, el suplemento cultural de El Universal.
Entre otras afirmaciones se lee ésta del editor Jesús Anaya:
"Podemos asegurar que (en México) se lee mucho más de lo que creemos. Si no, ¿cómo entiendes que la piratería tenga tanto éxito? Aquí entra el tema de qué debemos leer. ¿Quién es el lindo que va a decirlo? Hay jóvenes que empiezan leyendo un libro de terror y terminan leyendo a Julio Verne y a Lovecraft. Los caminos para llegar a la lectura son infinitos y de ninguna manera podemos ser tan moralistas".
Échenle un ojo a este trabajo de Magali Tercero. No tiene desperdicio.

domingo, diciembre 04, 2005

La piedad ausente mil veces

Esto se lee en Los Miserables:

“El patíbulo, cuando está ante nuestros ojos levantado, en pie, derecho, tiene algo que alucina. Se puede abrigar cierta indiferencia hacia la pena de muerte, no pronunciarse ni en pro ni en contra, no decir que sí ni que no, mientras no se ha visto una guillotina; pero si se llega a encontrar una, la sacudida es violenta; es menester decidirse, y tomar partido en pro o en contra de ella (...) La guillotina es la concreción de la ley: se llama vindicta: no es neutral, ni os permite que lo seáis tampoco. Quien llega a divisarla, se estremece con el más misterioso de los estremecimientos. Todas las cuestiones sociales alzan sus interrogantes en torno de aquella cuchilla”

Y esto en Página 12, diario argentino, en su edición de ayer. La cabeza de la nota lleva el mismo título de este post:

“El castigo propio de la pena capital no se verifica en el momento de la inyección letal –modo de morir más benigno que el reservado a la mayoría de los hombres– sino en el hecho de que, desde que se pronuncia la sentencia, el condenado es privado de la humana gracia de desconocer la hora exacta de su muerte. Ayer a las 2.15 de la madrugada en Carolina del Norte, finalizó el castigo de Kenneth Lee Boyd, el condenado número 1000 en Estados Unidos a partir de que, en 1976, la Corte Suprema reinstaurara la pena de muerte, que había sido puesta en suspenso diez años antes. Alrededor de su fallecimiento se reactivó el debate sobre el castigo que no tiene retorno: organizaciones encabezadas por Amnistía Internacional, pero también la Unión Europea, reiteraron su oposición a la pena de muerte.
Boyd, de 57 años, fue declarado muerto quince minutos después de que, atado hasta la inmovilidad sobre una camilla, recibió una mezcla de tres drogas letales. “Que Dios bendiga a todos los presentes”, fueron sus últimas, prudentes palabras. Poco antes le había pedido a su nuera –presente durante la ejecución– que cuidara de su hijo y de sus nietos.
El hombre había sido condenado en 1994 por haber matado, en 1988, a su esposa y su suegro, en presencia de sus dos hijos. Once años duró la agonía jalonada por recursos y pedidos de clemencia que se agotaron un minuto antes de las dos de la mañana de ayer, cuando permaneció mudo el teléfono de emergencia por el cual el gobernador de Carolina del Norte hubiera podido disponer la conmutación de la pena.
“Como cristianos, nosotros lo hemos perdonado”, manifestó una declaración de los familiares de las víctimas –es decir, la familia política del convicto–. “Este no es, en ningún caso, un día glorioso o de victoria para nosotros, pero él ha sido castigado según las leyes vigentes”, finalizaron.
El ajusticiado, cuyo bajo coeficiente intelectual lo aproxima a la debilidad mental, había luchado en la guerra de Vietnam, país que hoy, junto con China e Irán, es de los poquísimos en los que se verifican más ejecuciones que en Estados Unidos, donde el año pasado 59 personas fueron ajusticiadas. La pena de muerte rige en 38 de los 50 estados de ese país. Fue restablecida por la Corte Suprema en 1976, luego de haber sido puesta en suspenso diez años atrás. Desde entonces, 832 personas fueron ejecutadas mediante inyección letal, 152 en la silla eléctrica, 11 en cámaras de gas, tres ahorcados y dos fusilados.Sin embargo, las condenas bajaron un 50 por ciento en el último lustro. Se estima como una razón principal para esta caída el creciente uso de análisis de ADN y otros avances forenses; esto lleva implícito que muchos de los ejecutados no eran en realidad culpables. “Hay mucha gente consternada por la cantidad de sentenciados que luego se comprueba eran inocentes”, afirmó Rick Halperin, presidente de la Coalición por la Abolición de la Pena de Muerte y titular de la sección estadounidense de Amnistía Internacional. Una ONG llamada Mil Ejecuciones, vinculada con Amnistía, habilitó una página en Internet con el texto de una declaración contra la pena capital para ser firmada por ciudadanos norteamericanos.
“Consideramos que este castigo es cruel e inhumano –sostiene un comunicado oficial de la Unión Europea–. No actúa como disuasivo y hace que todo error de la Justicia, inevitable bajo cualquier sistema legal, sea irreversible.” En contrapartida, George W. Bush, presidente de Estados Unidos, ratificó su “firme apoyo” a la pena de muerte porque “ayuda a salvar vidas inocentes”.

domingo, noviembre 27, 2005

Un volado

Al final de la sesión de ayer, en el Diplomado de Análisis Político del CIDE, un compa le pregunta a José Antonio Crespo cómo ve a los tres candidatos para la grande en el 2006.
El hombre de negro responde:
"Calderón sería lo mismo que Fox. Quizá leve, pero no sustancialmente mejor.
López Obrador es un volado: de un lado de la moneda está Lula; del otro, Chávez.
Y Madrazo es otro volado: de un lado está Don Corleone; del otro... ¡también! Y, además, la moneda está cargada para que siempre caiga igual..."

sábado, noviembre 26, 2005

jueves, noviembre 24, 2005

¡No al Teletón!

Primero debo aclarar que me parece estupenda la idea de organizar actos masivos para ayudar a gente que lo necesita. Lo que opino es que el Teletón no es la única manera de ayudar, y mucho menos es la mejor. Me explico: el Teletón es un comercial de 30 horas. Su omnipresente marketing nos dice que Banamex es el "banco oficial" del Teletón para hacer donativos; que las líneas telefónicas empleadas en el call-center son Telmex; que hay que comprar botiquines Teletón en Farmacias Similares, televisiones en Sears, 20 mil pizzas en Domino's, mil colchones en Dormimundo y 5000 trajes en Michel Domit. ¿Por qué, si se trata de una labor altruista, esas empresas no entregan sus donativos y punto? ¿Por qué condicionar el donativo a la muestra de miles de tickets de compra donde aparezcan sus productos?
Sí, al final se reúnen decenas de millones de pesos para niños discapacitados (ejem, perdón, "con capacidades diferentes"), pero comparada con la inversión que podrían hacer esas megaempresas, los 200 millones que se logran en 30 horas son migajas. Migajas porque esas empresas gozan de publicidad ininterrumpida a lo largo de todo el Teletón (los anfitriones "agradecen" al aire la generosidad de los patrocinadores y además, claro, están los comerciales de rigor); migajas porque esas empresas entregan ese dinero sabiendo que al final les van a entregar un recibo deducible de impuestos por la misma cantidad. O sea que, en vez de pagar a Hacienda, lo "donan" al Teletón a cambio de un día completo de menciones de su producto en cadena nacional. El negocio es redondo.
Y, finalmente, ¿por qué en 9 años 9 de historia no se ha hecho un sólo Teletón por una causa que no sean niños discapacitados? ¿Qué no hay causas tan o más urgentes que las personas con "capacidades diferentes"? Niños indígenas, gente afectada por huracanes, niños y jóvenes de la calle, educación en zonas marginadas...
Mi tesis es que nadie puede ser llamado a cuentas por la discapacidad de los niños Teletón. Pero de que un niño en la Sierra Tarahumara no pueda comer tres veces al día sí que hay responsables. En casos como probreza extrema, atención a comunidades indígenas, falta de oportunidades de educación y/o atención a afectados por algún desastre natural sí hay autoridades (municipales, estatales y federales) que no verían con buenos ojos la exhibición de su ineficacia durante 25 horas en cadena nacional.
Piénsenlo: un niño discapacitado conmueve; un niño desnutrido encabrona. Por eso hay siete centros de reahabilitación (¡siete!) y ni una sola escuela más gracias a la movilización de la gente que causa el Teletón.
Yo respeto y estimo si han donado o piensan donar al Teletón. Sólo digo, y sin ánimos de sospechosismo, que los principales beneficiados pueden no ser los niños; el caldo gordo puede estárseles quedando a otros.

lunes, noviembre 21, 2005

20th Century Boy

Me dejó pensando una frase que leí hace rato en el nuevo libro de Álvaro Enrigue (Hipotermia, recomendable hasta donde he leído -p. 94 de 187-): "Hay por ahí toda una generación que no sabe lo que fue Siempre en Domingo".
Lo primero que pensé fue: "Qué suerte, ¡no haber visto nunca a Raúl Velasco con su gesto amenazante de 'Aún hay más'!"
Luego me sentí un poco... mayor.
Enrigue tiene razón: hay por ahí una generación (la de los nacidos a finales de los '80, principios de los '90) que ya tienen referentes culturales muy diferentes a los de los que nacimos 10 años antes.
Por ejemplo: ellos dan por hecho que Internet siempre ha estado ahí. Yo recuerdo que, de entrada, las PC eran novedad a principios de los '90 y que Internet no empezó a ser accesible hacia mediados de esa década (mi primera cuenta de e-mail la tuve en Compuserve, que era un hit en esos momentos -1995- y ahora no existe). Las laptop eran casi un sueño.
Alguien nacido en los '90 puede asumir como normal la posibilidad de obtener un celular a cambio de 149 pesos (+ IVA) y un cupón encontrado en una caja de Corn Flakes. No recordará que los primeros teléfonos móviles no lo eran tanto (verdaderos ladrillos) y que su precio era prohibitivo: no había prepago, ni el que llama paga.
Pensará que López Dóriga lleva conduciendo el Noticiero toda su vida, sin recordar a Guillermo Ortega y mucho menos a Jacobo Zabludobsky.
¿Y qué hay de los videojuegos? Yo recuerdo la era pre Nintendo. Antes jugábamos en el patio: patinetas, avalanchas, gises y latas aplastadas eran objeto de algunos de nuestros divertimentos. Después llegaron las consolas y sus maravillas.
Y qué decir de la traída y re traída transición democrática: yo no recuerdo el '88, pero sí que ubico la rebambaramba que se armó antes de las elecciones del '94 (y las que han seguido), sucesos que alguien nacido en los '90 pasó -si no en la cuna- posiblemente sí en el kínder haciendo ejercicios de caligrafía.
En fin. Creo que los que nacimos a principios de los '80 somos algo así como una "generación bisagra" que, continuando con el lenguaje figurado, abrimos la puerta a la generación que hoy no sabe qué era Siempre en Domingo. Para bien y para mal. ¡Yo creo que para bien!
Fantásticos son los tiempos que hemos vivido, y los que viviremos.

miércoles, noviembre 16, 2005

Premonición


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El fin de semana anterior, en el Once, pasaron King Kong contra Godzilla.
¿Sabrían lo que se venía en el programa de López Dóriga ayer?
(Foto: Raúl Estrella / El Universal)

martes, noviembre 15, 2005

¡Ya viene...!


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Nacho Cano se pasea por Chapultepec.
Viene, dice, a invertir dos millones de dólares; a buscar teatro; a organizar castings para diciembre.
Son los primeros pasos de Hoy no me puedo levantar en México.
Chequen nota sobre el musical que el blogger vio en Madrid hace dos meses:
Les adelanto: el montaje vale la pena. ¡Seguimos pendientes!

lunes, noviembre 14, 2005

Navidad: En Construcción


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Esta noche grabaron un comercial navideño en la esquina de mi casa. Adornaron bien bonito. Vean si no.
¡La Navidad está en el aire!

viernes, noviembre 11, 2005

Oda al Libro

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Libro,
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Mississippi,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,
Rimbaud como un herido
pez sangriento
palpitando en el lodo,
y la hermosura
de la fraternidad,
piedra a piedra
sube el castillo humano,
dolores que entretejen
la firmeza,
acciones solidarias,
libro
oculto
de bolsillo
en bolsillo,
lámpara
clandestina,
estrella roja.

Nosotros
los poetas
caminantes
exploramos
el mundo,
en cada puerta
nos recibió la vida,
participamos
en la lucha terrestre.
¿Cuál fue nuestra victoria?
Un libro,
un libro lleno
de contactos humanos,
de camisas,
un libro
sin soledad, con hombres
y herramientas,
un libro
es la victoria.

Vive y cae
como todos los frutos,
no sólo tiene luz,
no sólo tiene
sombra,
se apaga,
se deshoja,
se pierde
entre las calles,
se desploma en la tierra.
Libro de poesía
de mañana,
otra vez
vuelve
a tener nieve o musgo
en tus páginas
para que las pisadas
o los ojos
vayan grabando
huellas:
de nuevo
descríbenos el mundo,
los manantiales
entre la espesura,
las altas arboledas,
los planetas
polares,
y el hombre
en los caminos,
en los nuevos caminos,
avanzando
en la selva,
en el agua,
en el cielo,
en la desnuda soledad marina
el hombre
descubriendo
los últimos secretos,
el hombre
regresando
con un libro,
el cazador de vuelta
con un libro,
el campesino
arando
con un libro.

- Pablo Neruda

Ahora, en Radio Capital

La diosa Fortuna se ha portado bien con Tere Vale y su equipo (inclúyome, desde luego) y el próximo lunes 14 empezamos nuevo programa en Radio Capital. La cita es de 6 a 7 de la noche. con un proyecto de información y análisis que promete lo más.
De buena fuente sé que, si les interesa estar bien informados y saber de qué va lo que ocurra día a dia, el 830 de AM será la estación a sntonizar a partir del lunes, recuerden, desde las 6 de la tarde.
¡Escúchenlo, y aluego platicamos!

jueves, noviembre 10, 2005

Poder Latino


Un sitio que hay que visitar: www.imagenesaereasdemexico.com. Es de Oscar Ruiz, un piloto aviador dedicado a fotografiar el DF desde arriba, arribota. Hay más de 80 fotos y ni una tiene desperdicio. ¡Click ahora!
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miércoles, noviembre 02, 2005

En el atril...


... Tijuana Makes Me Happy!
El número de noviembre de Letras Libres, dedicado a una de las aficiones predilectas del Blog (y del Blogger): la cultura en la frontera norte de México y, más específicamente, de Tijuana, lo cual nos hace re happys.
Hay textos de Campbell, Novalón, Saavedra, Soler y Yépez, entre otros. ¡Échenle un ojo!
Yo lo haré.
Luego, comentemos.
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viernes, octubre 28, 2005

Hola, abuelos...


Pese a mis peculiares creencias (o más bien: debido a la falta de ellas) me gusta la idea de que una vez al año, la noche que va del 1 al 2 de noviembre, los muertos vienen a este lado de la existencia y conviven con nosotros.
Yo, afortunadamente, no tengo muchos muertos que me visiten. De hecho, el altar que ven en la foto está dedicado a sólo dos de ellos: los más importantes: los padres de mi madre: mis abuelos. No los conocí (murieron cuando yo era híper chiquillo), pero me gusta, en la madrugada del 2 de noviembre, sentarme en la sala con ellos y platicarles lo que ha pasado en el año. Lo bueno, lo malo. Lo triste, lo feliz. Lo que me hace dudar. Lo que me da confianza. Hacerles saber que acá andamos, luchando por honrar su trabajo, su esfuerzo, sus dificultades y sus alegrías.
Me gusta pensar, también, que no les he fallado. Que soy un hombre del que se pueden sentir orgullosos. Que, cuando nos encontremos, me recibirán contentos, riendo, con los brazos abiertos. Que caminaremos mucho y platicaremos más. Como en los tiempos que no fueron, pero que yo sé habrían sido.
Esa noche les dejaré en la ofrenda un ejemplar de mi tesis (quizá dos, para que no haya conflictos por quién lee primero) y mi iPod con la pila cargada, para que escuchen el soundtrack de mi vida: reconocerán algunas cosas, se sorprenderán con la mayoría y -sin duda alguna- encontrarán algo para bailar largo y tendido durante esa noche en la que, una vez al año, les puedo decir: "Hola, abuelos..."
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jueves, octubre 27, 2005

Top 10, teatro en inglés

En medio de mi lectura de Pinter, e investigando un poco sobre sus obras, encontré la lista de las 10 obras de teatro más importantes del siglo XX según una encuesta levantada entre actores, autores, directores y periodistas de teatro por el Royal National Theatre en el Reino Unido. Esto, en el 2000. Va la lista:
1. Waiting for Godot, de Samuel Beckett.
2. Death of a Salesman, de Arthur Miller.
3. A Streetcar Named Desire, de Tennessee Williams.
4. Look Back in Anger, de John Osborne.
5. Long Day'sJ Journey Into Night, de Eugene O'Neil.
6. The Crucible, de Arthur Miller.
7 = Private Lives, de Noel Coward.
Rosencrantz and Guildensten are Dead, de Tom Stoppard.
9 = Angels in America, de Tony Kusher.
The Caretaker, de Harold Pinter.

domingo, octubre 23, 2005

Como alma que lleva el Diablo...


Maugham, retratado en 1934 por Carl Van Vechten (fuente: Wikipedia.org)
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Desde hace varios años, mantengo una innata tendencia a esquivar autores y libros considerados “clásicos”. La asumo como un rasgo juvenil, de “desmarcaje” personal, de toma de posición respecto a mi propia época.
Claro que esta tendencia se ha atemperado (mucho) con el paso del tiempo. Afortunadamente. Con el paso por la Universidad… y con la insistencia de mi papá, que no puede creer que haya estudiado Letras y no haya leído el Cid.
Pero cuando Paola me invitó a leer a W. Somerset Maugham y, despejando mi ignorancia al respecto, me lo presentó como un gran autor (creo que no mencionó la palabra “clásico”) que había vendido su alma al Diablo a cambio de convertirse en uno de los mejores escritores del siglo XX, esa vieja desconfianza adolescente volvió. Eso de vender el alma al Diablo me suena tan anticuado (tan cursi, diría). Y, sobre todo, me parece una estrategia comercial tan facilota, que recibí con escepticismo el ejemplar de El temblar de una hoja que ella me obsequió.
Les diré, grosso modo, que la colección de cuentos me sorprendió muy agradablemente. Inicia con un hermoso epígrafe de Saint-Beuve que advierte sobre la extrema delicadeza (d’une feuille tremblante) que separa la felicidad de la desdicha. Luego, las primeras letras de Somerset son de una belleza contundente:
“El Pacífico es inconstante como el alma humana. A veces es gris como el Canal Inglés en Beachy Head, con un gran oleaje, y a veces es bravo, cubierto por crestas blancas, y bullicioso. No muy a menudo es calmo y azul. Cuando lo es, en verdad el azul es arrogante”.
Somerset nos ubica así en el escenario de los seis relatos que siguen: los Mares del Sur donde, como en América pero dos siglos y medio después, Europa se topó de frente con otra civilización. Y la dominó, con las ya conocidas consecuencias de las colonias europeas y americanas en esos lares del Pacífico.
La prosa de Maugham es impecable. Es clara, sin recovecos, pero en absoluto complaciente. Muestra gran maestría al desarrollar sus personajes y dibujarlos nítidamente con trazos breves y firmes. Su línea anecdótica va casi siempre (al menos en este volumen) hacia la exploración del carácter de sus personajes, que otros llaman “la condición humana”, aunque yo no entiendo muy bien lo que quieren decir quienes hablan de ese concepto etéreo como si la condición humana fuera en efecto asible.
Dos defectos de Somerset Maugham, aunque quizá no entren en lo literario: el tipo es claramente misógino y racista. En “Honolulu”, se refiere a un personaje femenino como “una chica que tenía una sabiduría inusual para su sexo”. En sus relatos las mujeres son personajes débiles, sumisos, poco inteligentes y a menudo golpeados por los hombres.
Sobre el racismo, en otro texto, “La piscina”, se refiere a los niños “nativos” como “de apariencia insalubre, amarillentos y pálidos, odiosamente precoces”. Los nativos son siempre seres inferiores, semisalvajes, que se hacen “más morenos” con el tiempo, o envejecen “más rápidamente” que los blancos.
Y un último apunte, también metaliterario. En algunos de sus relatos (“La caída de Edward Barnard”, por ejemplo) subyace una especie de “anti moraleja”, por llamarla de algún modo. El narrador se explaya casi hasta el didactismo sobre las bondades de la vida “natural” en las islas del Pacífico (siempre que no se viva, claro, como los nativos). Uno de sus personajes exalta la tranquilidad, el ocio, la amabilidad de la gente, sus “felices y sonrientes rostros”. El mismo personaje sentencia, en la misma perorata: “No sabía que tenía un alma hasta que llegué aquí. Si hubiera seguido siendo rico podría haberlo perdido todo para siempre”.
Para entender (o no) estas notas disonantes en los textos de Maugham (misoginia, racismo y un romántico llamado a la vida natural, supuestamente no occidental) habría que tener en cuenta que nuestro autor era bisexual (u homosexual casado y con hijos, que no es lo mismo) y que, además de vender su alma al Diablo, también fue de los primeros escritores que, desde los años ’20, empezó a vender a precio de oro los derechos de autor de sus obras para que éstas fueran producidas en Hollywood. Así pudo comprarse, en 1926, una villa en Niza, donde vivió hasta su muerte, en 1965.
Pero sé que la honestidad y la congruencia de un autor con su obra no son valores literarios. Así que, vale, mi recomendación se mantiene. El libro vale mucho la pena, en verdad.
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El temblar de una hoja (The Trembling of a Leaf, 1921), de W. Somerset Maugham, está recién editado en México por Sexto Piso Editorial. La traducción es de Eduardo Rabasa y la calificación ergozoom, de 80.
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domingo, octubre 16, 2005

Poem, 1981

The lights glow.
What will happen next?

Night has fallen.
The rain stops.
What will happen next?

Night will deepen.
He does not know
What I will say to him.

When he has gone
I'll have a word in his ear
And say what I was about to say
At the meeting about to happen
Which has now taken place.

But he said nothing
At the meeting about to take place.
It is only now that he turns and smiles
And whispers:
'I do not know
What will happen next.'

(Harold Pinter)
www.haroldpinter.org

jueves, octubre 13, 2005

La pinta de Pinter


Conozcámoslo. Es el Premio Nobel de Literatura 2005.
De la nota de Lourdes Gómez en El País del 14 de octubre:
Harold Pinter declaró ayer, tras ser distinguido con el Nobel de Literatura, que estaba encantado y se preguntó si el galardón recompensa también su compromiso político. Dijo que su primera celebración fue con su esposa, con quien brindó con champán mientras llegaban ramos de flores a su casa londinense de Holland Park. El dramaturgo contó que no piensa escribir más teatro, pero sí poesía. El escritor se reafirmó en su compromiso con el arte y la política: "Estoy profundamente comprometido con ambos y en ocasiones arte y política se encuentran y en otras no". Sobre sus planes de futuro, insistió en que piensa centrarse en la poesía y en su compromiso político.
(...)
Hace unos años, al lanzar su página de Internet, recuperó una conclusión a la que había llegado en 1958: "No hay grandes diferencias entre lo que es real y lo que no es real, tampoco entre lo que es cierto y lo que es falso". Y añade en la portada de la web: "Creo que estas afirmaciones aún tienen sentido y todavía se aplican a la exploración de la realidad a través del arte. De esta forma, como escritor, las mantengo, pero como ciudadano no puedo hacerlo. Como ciudadano debo preguntarme: ¿Qué es verdad? ¿Qué es falso?".
Su voz comprometida resuena siempre con fuerza. En 2003, ya aquejado por un cáncer de esófago, retornó una vez más a la arena pública en protesta contra la guerra de Irak. Al término de las masivas manifestaciones que hubo en todo el mundo, y que en Londres concentraron a más de un millón de personas, Harold Pinter subió al estrado levantado en Hyde Park para pedir la dimisión del primer ministro británico Tony Blair. Desde entonces acusa a Blair y a Bush de "criminales de guerra" y denuncia sus acordes "posturas morales" de "insulto contra todos nosotros". "Lo que encuentro absolutamente detestable", señaló en una reciente entrevista con su biógrafo, Mark Batty, "es la posición moral de Blair y Bush". "Piensan que tienen la autoridad moral y que lo que están haciendo es moralmente correcto, cuando es pura basura". Su protesta contra la guerra tomó forma creativa en unas colecciones de poemas, entre ellos War, publicado este año.
Harold Pinter nació en el barrio de Hackney, en el popular Este de Londres, el 10 de octubre de 1930. De padres judíos, conoció de cerca el racismo que pregonaban los fascistas de su barrio. Objetor de conciencia a los 19 años, comenzó entonces a escribir sus primeras poesías y actuar en obras de teatro. La habitación y Tiempo de fiesta, que se llevaron a escena a finales de los cincuenta, culminaron en El cuidador, una sublime exploración del racismo y probablemente su gran obra maestra. Se estrenó en 1964, fue llevada al cine, y aún sigue representándose en salas de todo el mundo.
Pinter ha escrito 29 obras de teatro; 21 guiones, incluidos La mujer del teniente francés y Betrayal, candidatos a los Oscar; la novela Los enanos; decenas de relatos cortos y cientos de poemas. Pero, ante todo, es el más relevante e importante dramaturgo inglés vivo.
¡A leerlo, entonces!
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miércoles, octubre 12, 2005

El Código Drácula


(En la foto: Yo, defendiéndome de Vlad Dracul, el pasado fin de semana)
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Sí, como sugieren algunos críticos estadounidenses, llamémosle El Código Drácula.
Su autora, Elizabeth Kostova, afirma que el libro (¡de 698 páginas, nomás!) le costó 10 años de investigación. En las librerías españolas lo ofrecen ya como el nuevo Código Da Vinci. Pero el libro de Dan Brown es, al menos, entretenido. La historiadora (Umbriel, 2005) es, incluso en ese sentido, irregular. No voy a negar que el manejo del suspenso es adecuado casi todo el tiempo, pero llega un momento (al menos a mí me llegó) en el que se desea seguir leyendo ya no por el interés de la trama, sino por la necesidad de terminar un libro del que nos queda la sensación de que, desde hace varias decenas de páginas, dura demasiado.
¿De qué trata? Una chica de 16 años encuentra en la biblioteca de su padre un libro con un dragón impreso en el centro y un paquete de cartas que escribiera el mentor de su padre (el profesor Rossi), desaparecido en busca de Vlad Tepes El Empalador. ¡Drácula, pues! Poco más tarde, es el padre de la chica el que desaparece, y la chica decide ir en su búsqueda. Se intercalan en el relato, entonces, tres fuentes de información, en tres tiempos distintos: las cartas de Rossi, el relato del padre a su hija, y lo que cuenta la chica.
No está mal, les digo: es entretenido. Hay mucho turismo: las aventuras de los personajes nos llevan igual de Inglaterra a Turquía que de Amsterdam a Rumanía; hay mucha acción (en la que se involucran estacas clavadas en el corazón, balas de plata y ajos en los bolsillos, desde luego); hay un par de historias de amor y las suficientes vueltas de tuerca como para mantenernos cerca del libro.
Peeero... no pienso que la cualidad de entretenida sea, por sí misma, un valor literario. No basta con que una historia esté aceptablemente contada (y escrita, claro) para poder considerarla literatura. Y, sobra decirlo, pero a nivel formal no hay un mínimo atisbo de riesgo por parte de Kostova: la estructura, bien manejada, no va más allá de los tres planos ya mencionados; el lenguaje es muy limitado (los personajes hablan todos igual) y, en general, los recursos de los que se vale la autora para mantener nuestra atención no rivalizan con (sino más bien abrevan de) la maestría de otros autores del género.
Cristina Rivera Garza dice que, para ella, un buen libro es aquél que -una vez leído- te ofrece más preguntas que respuestas. Yo estoy completamente de acuerdo. Y La historiadora no deja una sola pregunta por responder al final. Está correctamente escrito, pero no es un buen libro.
No creo que sea el próximo Código Da Vinci por una razón: Brown tuvo la agudeza de crear un libro polémico al lanzarse, literalmente, a la yugular del catolicismo. Kostova, por su parte, hace de Drácula un tipo simpaticón a lado de los numerarios del Opus que encontramos en el Código.
La historiadora es un libro entretenido, pero no montado en la ola del escándalo. Una razón menos para leerlo, creo. Igual échenle un ojo, porque dicen que va a ser la sensación editorial de los próximos meses.
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La historiadora, escrito por Elizabeth Kostova, está recién publicado en español por Ediciones Urano, bajo su sello Umbriel. Calificación ergozoom: 30.
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lunes, octubre 10, 2005

Mamadas

Empieza con una mamada, literalmente. Y termina igual, también literalmente.
En sentido figurado, no sé a ciencia cierta si la película toda fue una gran mamada, o si fue una gran pieza de cine contemporáneo.
Carlos Reygadas, el director, ha dicho que cuando la película abrió Cannes este año, el influyente diario francés Libération la declaró su favorita para ganar la Palma de Oro. Que Kusturica, presidente del jurado, se molestó por ese respaldo irrestricto del periódico a la película y declaró que no concedería el premio mayor del Festival a la prensa, por lo que descartó de facto la posibilidad de que Batalla en el cielo resultara premiada.
En fin, más alla de lo anecdótico, Batalla... es una película digna de ser vista. Visualmente, sobre todo. Reygadas sabe muy bien dónde poner la cámara, y qué hacer con ella después de empezar a grabar. También aprovecha hábilmente la banda sonora.
No sabe tan bien contar una historia. Quizá no le interese, tampoco, y por eso hay momentos de una morosidad pasmosa, que definitivamente rompen con el timing visual al que los espectadores promedio estamos acostumbrados. Y la dirección de los actores. Jum. Qué difícil ejercer un juicio sobre esto. Hay que decir, primero, que no son actores. Son personas comunes a las que Reygadas invitó a decir unas líneas y hacer de sí mismos ante la cámara. El resultado es fallido, desde mi punto de vista. Si buscó naturalidad al no contratar actores profesionales, la artificialidad de los amateurs dio al traste con su intención. Si lo que pretendió fue, al contrario, mostrar personajes tiesos, falsos, con diálogos híper forzados e incluso en algunos momentos ininteligibles (por el pésimo fraseo de los "actores"; no por la densidad del guión), entonces sí que logró su objetivo. Objetivo, en dado caso, absolutamente incomprensible para mí.
Hay también algunas escenas muy provocadoras. Entre ellas la felación inicial (y la final) y el encuentro sexual entre dos personajes obesos que uno imaginaría ad hoc en una película de John Waters, pero que en un film como Batalla... se antoja una provocación pueril de un director que no la necesita para llamar la atención o definir su estilo.
En fin. Éste es el otro cine que se está haciendo en México. Y miren que es interesante. Puede que Batalla en el cielo sea un producto fallido, pero también muestra el talento innegable de un director joven que va por su tercera película.
Vayan al cine antes del semanazo. De las poco más de 30 personas que conté (en una sala donde caben por lo menos 100), cuatro se salieron a la mitad. Tomen sus precauciones, pero vayan a verla.
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Batalla en el cielo, dirigida y escrita por Carlos Reygadas (Japón, 2002), se estrenó en México el viernes. Actúan Marcos Hernández y Anapola Mushkadiz, entre otros. Calificación ergozoom: 70.

Zagreb en el corazón

Hay algo mágico en los conciertos de música clásica: la certeza de que la música se está realizando, materialmente, en esos momentos. Claro que en otros conciertos la certeza es la misma, pero cuando hay una filarmónica en el escenario la fuerza de esa certeza es incomparable. Ves al director entretejiendo notas, hilando silencios, ordenando sonidos... a la arpista que viajó 6 mil kilómetros para interpretar dos minutos de arpa que a Bartók le parecieron imprescindibles hace 80 años... al flautista perfeccionista que niega con la cabeza una nota equivocada (¿o un pensamiento distractor?)... a la violinista que se seca el sudor de las manos en su vestido de gala... a los contrabajistas que se guiñan cómplices, como celebrando una buena jugada.
Y todo dura lo mismo que un partido de fútbol, con medio tiempo incluido. Y se hace con los chillones violines del mariachi; el arpa de los sones jarochos y el mágico contrabajo del jazz. Es música que humaniza; que confirma que vale la pena estar aquí si de vez en cuando podemos ver a tres o cuatro decenas de personas que vienen del otro lado del mundo para hacer música frente a nuestros ojos y recordarnos que no importa cuántas personas observen: lo importante es que esto ocurra. Y que nosotros estemos ahí.
Esta noche la Filarmónica de Zagreb se ganó un lugar en mi corazón.

Is this the world we created?

Datos de un mundo cruel:
- Cada año, el mundo gasta 18 mil millones de dólares en maquillaje; se necesitarían 12 mil millones más para iniciar un programa global de salud reproductiva entre todas las mujeres del planeta.
- Cada año, EU y Canadá gastan 17 mil millones de dólares en alimento para mascotas; se necesitarían 19 mil millones más para eliminar el hambre y la malnutrición en el mundo.
- Cada año, el mundo gasta 15 mil millones de dólares en perfumes; con 5 mil millones más, se erradicaría el analfabetismo.
- Cada año, el mundo gasta 14 mil millones de dólares en cruceros de lujo; con 10 mil millones de dólares más, se proporcionaría agua potable a todo el mundo.
- Cada año, Europa gasta 11 mil millones de dólares en helados; con 1.3 mil millones más, se aplicarían vacunas a todos los niños del planeta.
(Fuente: datos del World Watch Institute, citados por Hiroshi Takahashi en el reportaje Los maharajás mexicanos, publicado hoy en la revista de El Universal)

viernes, octubre 07, 2005

Excelsa música, ¡gratis!

¡Hey! Tengo algunos boletos para el concierto que ofrecerá la Orquesta Filarmónica de Zagreb en Bellas Artes el próximo lunes en el marco del 33 Festival Internacional Cervantino.
Es a las 8 pm. Lunes. Bellas Artes.
Si les interesa, mándenme un mail o llámenme y acordamos la entrega. ¡Aprovechen!

jueves, octubre 06, 2005

Zapatos en Retiro


Siempre he pensado (me parece que parafraseando a un poeta que ahora no recuerdo) que una de las cosas que más orgulloso me hacen sentir son mis zapatos gastados.
Y, bueno, en ese contexto no podía faltar la foto de mis zapatos (conmigo acompañándolos, claro) a bordo de una barca en el Retiro. Hace casi tres semanas ya. ¡Saludos! Posted by Picasa

Novísimo Nobel, pronto

Próximo martes, Premio Nobel de Literatura 2005.
Entre los favoritos, según las agencias AP y DPA:
- Ryszard Kapuscinski (Polonia).
- Philip Roth (EU).
- Joyce Carol Oates (EU).
- Amos Oz (Israel).
- Tomas Transtroemer (Suecia).
- Assia Djebar (Argelia).
- Margaret Atwood (Canadá).

miércoles, octubre 05, 2005

Pretextos

En agosto pasado, la empresa careerbuilding.com hizo una encuesta sobre las causas del ausentismo laboral en Estados Unidos. Previsiblemente, la excusa más socorrida por los "trabajadores" para faltar al trabajo era estar enfermo. Pero hay otras la mar de buenas. Algunas:
- "Olvidé que me casaba hoy".
- "Estoy demasiado gordo y no entro en los pantalones de trabajo".
- "La serpiente de mi novio escapó de su caja y me da miedo salir del dormitorio".
Y la más divina de todas: "Dios no me despertó hoy".
(Fuente: elmundo.es)

lunes, octubre 03, 2005

Join the Joyride


Dios ríe de buena gana.
(Foto: El País, durante el eclipse anular de Sol que se vio hoy en España) Posted by Picasa

domingo, octubre 02, 2005

Ever, de limón la ever...


Ahhh. ¡Tantas cosas qué decir! Me quedo con una, sabiendo que el Blog hará cobertura total del Campeonato Mundial Sub 17 que México ganó ayer en Lima.
3 - 0 a Brasil, ¡ni más ni menos!
Me quedo con el tercer gol, el de Ever Guzmán. A pocos minutos del final, el mexicano busca un balón en el área, encara al portero, que toca el balón y lo desvía. Ever, con un defensa brasileño encima, tropieza y cae. Pudo haber terminado la jugada ahí, el partido ya estaba decidido. Pero Guzmán se levantó. Hizo por el balón, se quitó la marca del zaguero (Felipe, el cancerbero amarillo, ya se había entregado) y, con un zurdazo cojonudo, metió el balón en la portería rival. Es su actitud la que define a los campeones mexicanos. Luego, su talento y trabajo. México es Campeón del Mundo. Los jóvenes han puesto el ejemplo en Perú. Sigámoslos. Posted by Picasa

viernes, septiembre 30, 2005

Altar

La canción de la semana, en el blog:
"Altar", de Cerati. Del disco Siempre es hoy (2002):
Suena como el viento
y decidí borrar el tiempo
soy mi propio altar.
Harto del sarcasmo
sube el precio del silencio:
me hace sentir bien.
Colmar tu corazón,
ver si hay algo desierto.
Gozar, perderse más,
dejar que tiemble la tierra
y toda frase hecha.
Suena como el viento
y decidí borrar el tiempo,
soy mi propio altar
soy mi propio altar
soy mi propio altar
(Rap: Puedo llenar el vacío si en ti he cometido,
si alguna vez has escuchado mi ruido;
lo que respiro es lo que vivo
y lo que veo lo que digo.
No sé si lo describo:
una luz se distorsiona en mi interior,
hay algo en mi alma
brasa y fulgor.
Mientras paso este día lleno de sol
de pronto emerge de mí un fuerte resplandor.
Claro que sí, estando aquí me siento mucho mejor.
Claro que sí, estando aquí me siento mucho mejor.)
Si hay algo desierto
es que hay algo de cierto.

jueves, septiembre 29, 2005

Algo en el aire...

Algo está cambiando. Esta vez la historia es diferente. Ahora es Holanda, la todavía por algunos llamada "Naranja Mecánica", la que se queda en la orilla, goleada, confundida, jugando al borde de la desesperación.
México 4, Holanda 0. ¡Vaya cosa!
Leo en Reforma declaraciones del director técnico mexicano, Jesús Ramírez: "Pensábamos que íbamos a ganar, pero no tan holgadamente". Pues vamos acostumbrándonos, ¿no? A ganar, claro, y a hacerlo holgadamente. La nueva generación está poniendo el ejemplo, al menos en fútbol. El próximo domingo, contra Brasil, seremos -como mínimo- subcampeones mundiales.

Life is a Cabaret!

¡Qué buena película es Cabaret!
Desde hace años, gracias al buen gusto musical de mi papá, conocía el soundtrack. Canciones como "Money" y "Tomorrow Belongs to Me" han sido, desde siempre, parte de la banda sonora de mi vida, pero nunca había visto la película, que hoy me ha parecido casi genial.
Un musical inteligente, divertido, agudo. Liza Minnelli, estupenda. Qué decir de la música, las letras y las estupendamente montadas coreografías.
Pocas veces, creo, la decadencia ha sido tan fascinante. Ubicada en la Berlín de 1931, dos años antes de que Hitler asumiera el poder en Alemania, la película no pierde espectacularidad, ni se torna densa, al abordar la descomposición social alemana de esos tiempos... y obviamente no me refiero sólo al desbocado Kit Kat Klub, del que Sally Bowles es estrella (¿un adelanto de lo que sería el 54 de NY en los '70?).
Si no la han visto, háganlo pronto. ¡Vale mucho la pena!
(Cabaret, 1972, fue dirigida por Bob Fosse con base en el musical escrito por John Kander y Fred Ebb. Actúan en ella Liza Minnelli, Michael York y Joel Grey. Calificación ergozoom: 90)
PS.- ¿Alguien ya vio el musical en México? ¿Es bueno? Tengo curiosidad.

Del agandalle priísta

Jeje. O, mejor: JAJAJAJA. Arturo Montiel me da tanta risa... y una ternura... Dice que "ya no se vale que Madrazo siga con el agandalle".
Claro, Bob Madrazo, hizo una convocatoria ad hoc a sus intereses. Y Montiel se queja de que se está agandallando. Pues qué, ¿no conoce las reglas del juego? Me recordó a Labastida hace cinco años, cuando acusó a Fox -¡en pleno debate!- de llamarlo "La vestida". "Me dijo 'mariquita'... me dijo 'sin calzones...'". ¡Jajaja!
Y luego Madrazo amagando con que, si se judicializa el proceso, el PRI se puede quedar sin candidato. O sea, si aplican la ley, me les voy, ¿eh? ¡Espántame, panteón!
A mí se me hace que esta es una treta más de los priístas, para legitimar la ya muy manchada precandidatura de Madrazo. Qué casualidad que Montiel lleva casi dos semanas sin ser gobernador del EdoMex y apenas anteayer inició sus actos de campaña. Como si le sobrara tiempo y popularidad.

jueves, septiembre 22, 2005

¡Ay, dolor!

Dos días de gimnasio, y la mitad del cuerpo me duele... mientras la otra mitad responde con retraso a las órdenes de mi cerebro.
Y, sin embargo, me siento mejor que nunca. Esto de sentir la máquina funcionando, respondiendo al esfuerzo, constatando que todo está en orden, es muy... cómo decirlo... estimulante.
Desde hace varios meses tenía ganas de hacer esto: canalizar de alguna manera la energía física que tengo de sobra. Hasta hace días me lanzaba a la calle a caminar e improvisaba ejercicios en casa, pero no era suficiente. Veamos cuánto dura lo del gimnasio. Ahora estoy muy motivado, pero sí me está resultando muy cansado.
Por lo pronto mi instructor dice que, si soy constante, en mes y medio podré empezar a notar cómo "embarnezco". Levanté las cejas cuando me dijo eso. Pensé: "Ah, jijos. ¿Pues qué uno no embarnece en la adolescencia, a los diecipocos?". Me habló luego de modificar mi forma de comer, e incluso de suplementos alimenticios, "dependiendo qué sea lo que busques al hacer ejercicio". ¿Y qué busco? Pues sólo sentirme bien. Desfogado. Verme mejor. Y no mucho más. ¿Qué tanto hay que hacer para lograr eso? Ya veremos.
Ah, también disfruto sobremanera los baños de vapor. Desde que mi papá me inculcó esa costumbre cuando íbamos al Terranova, no deja de ser mi plan ideal la actividad física intensa con el colofón en un vapor y luego la regadera.

¡Órale, Post 09!

Ya en México.
Un poco tarde, pero les cuento que Fuente Ovejuna fue la Gran Cosa. Confieso que para el domingo por la tarde yo ya estaba bastante cansado, y que por eso, al empezar la obra (¡esto me da una pena!) empecé a cabecear. ¡El ritmo de los versos de Lope me arrullaba! Ahora, debo decir que después de unos minutos de "descansar los ojos" entré de lleno a la obra, que me pareció magnífica. "¿Quién mató al Comendador? / ¡Fuente Ovejuna, señor!". Aplaudí mucho al final. La vigencia de la obra es apabullante. Y, bueno, la belleza de los versos de Lope es incuestionable.
Saliendo del teatro, literalmente, corrí al estadio Vicente Calderón, al que entré con el partido ya empezado. El Barça había marcado el primer tanto, y la gente estaba un poco achicopalada. Pero el Atlético reaccionó y le dio la vuelta al marcador, defendiendo el resultado incluso con un hombre menos en la cancha. El País calificó el partido como "volcánico", imagínense. Yo sentí mucha pasión en la tribuna. La atribuyo, claro, a que no era un partido "común" para los locales, pero sí creo que los hinchas españoles son más apasionados... sin que eso sea necesariamente bueno: a veces resultan sobremanera agresivos. Pero lo disfruté mucho.
Saliendo del estadio (como a las 11), fui al hotel y luego al aeropuerto. Tenía que llegar a las 10:50, pero lo hice como a las 12:15 (el vuelo salía 01:50). Me dijeron que el vuelo estaba sobrevendido y que probablemente no pudiera tomar ese avión, que me pagarían hospedaje, comida, transporte y me indemnizarían con 600 euros a cambio de aceptar volar en el vuelo del día siguiente. Me ilusioné (¡una noche más en Madrid y 600 euros, casi la mitad de lo que gasté en el viaje!), pero finalmente sí me acomodaron, aunque no en Clase Preferente, como me habían sugerido que ocurriría. El vuelo fue muy pesado, peor he dormido bien estas noches, ya en casa.
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Sé que este viaje me marcará. Mi vida no va a ser la misma después de Madrid 2005. No he tenido mucho tiempo de reflexionar al respecto (ni siquiera he desempacado todo), pero lo intuyo. Mi actitud es muy otra, y tengo ganas de hacer cosas que ni siquiera imaginaba hacer hace unos meses. Seré otro. Seré más. Y seré mejor.

sábado, septiembre 17, 2005

¡Qué güay, Post 08!

Penúltimo día completo en Madrid.
Me subí al turibús (que acá se llama Madrid Visión) para comprobar, con mucho orgullo, que -en efecto- no me faltaba casi nada por conocer de la ciudad, al menos -insisto- de los lugares considerados "turísticos". Estuve en los camiones un par de horas (son tres rutas). Luego me dirigí al hotel para recoger a Indiana (hizo un viento bastante frío hacia mediodía) y luego al Café Gijón. Señores, ¡qué comida! ¡Qué comida! La mejor que he hecho en Madrid. Y miren que he hecho re buenas comidas. Pedí sopa de pescado para empezar, seguí con lubina a la vizcaína, acompañé con una copa de vino blanco y agua natural. De postre, arroz con leche y café. No saben qué delicia. Además, el lugar es de lo más agradable. Tiene 101 años de vida y la prosapia se respira intensamente. No había mucha gente (a esa hora, turitas sobre todo) y tuve una comida muy tranquila, acompañado de Vázquez Montalbán y sus Mares del sur, que me parece cada vez más notable.
Luego caminé al Retiro. Le pedí a una vidente que me leyera las cartas. Como los horóscopos, lo que me dijo es de lo más ambiguo pero adecuado para cualquiera con un mínimo de fe. Vázquez Montalbán: "A veces uno necesita cierta dosis de autoengaño. No se puede vivir despellejado, sin posibilidad de meterte en ninguna iglesia, sin rezar no se puede vivir". Vale.
Me dijo, entre otras cosas, que mi primer hijo va a ser varón (eso me hizo mucha ilusión); que no dejara mi trabajo ("las cosas van a mejorar") y notó lo absolutamente evidente: "Te veo solo", dijo. Me reí. Hice un gesto un poco burlón, como buscando a alguien a mi alrededor: "Sí, vine solo", respondí. Ella me miró seria: "No. Solo. Te veo muy solo". ¡Joder! Me dejó callado. De salud me vio bien, y dijo que mi familia también estaría bien.
Luego renté una lancha y me puse a remar en el lago. Años que no remaba. Me divertí.
Más tarde me fui a la calle Serrano a buscar la tienda del diseñador Pepe González que vi desde el turibús. No, ¡no es broma! Hay un diseñador con mi nombre en la calle Serrano (que es, todas las distancias guardadas, como la 5a Avenida madrileña). Quería ver la tienda bien y tomarle fotos, pero no la encontré.
Ahora estoy en un centro comunitario frente a la Puerta de Toledo, donde el Internet es gratis (eso sí: sólo una hora por persona, por día, y sin MSN). Me iré caminando a la zona del hotel y a lo mejor tomaré el turibús otra vez para ver Madrid de noche.
Es posible que mañana no me pueda conectar. La mañana será tranquila, pero la tarde y la noche serán de un ajetreo loco. En el peor de los casos, les contaré el lunes qué tal estuvo Fuente Ovejuna y el Atlético - Barça. Ambos acontecimientos prometen mucho. ¡Saludos!

viernes, septiembre 16, 2005

¡Jo-ér, Post 07!

OK. Hoy no me puedo levantar. Lo primero que debo decir es que me gustó. Y mucho. Está bien producida, bien actuada, bien cantada, bien ¡todo! Bueno, casi todo. El argumento es un poco débil a partir del intermedio. En una revista leí hace poco que un musical debe ser, sobre todo, entretenido, divertido. Y en Hoy no me puedo levantar sucede que la primera parte termina muy bien, con el ánimo muy arriba y el ritmo a tope. Luego viene el intermedio, se enfrían un poco los ánimos, y ocurre que -mientras uno espera retomar el musical "desde arriba"- éste da un giro dramático, si no precisamente inesperado, sí un poco indeseable. La diversión desaparece para dar lugar al drama. Drama duro (bueno, lo duro que puede ser en un musical), con mensaje social y todo. Hay un momento muy bajo, cuando la escena inicia con la compañía llorando a moco tendido frente a una lápida para dos minutos después empezar a bailar la famosa canción del cementerio que hizo famosa Mecano ("Qué serio este cementerio" o algo así se llama), con claras alusiones al video Thriller de Michael Jackson... y la verdad es que, aunque los de Hoy no me puedo levantar hacen bien las cosas, Jacko mostró lo mejor de sí (que ya es decir) en ese legendario video. En fin. Fuera de este bache (más o menos grande) que a mi ver tiene el musical, sí pienso que lo demás vale mucho, mucho la pena.
Si les gusta Mecano, el musical les va a encantar. Aunque, aclaro, éste NO narra la historia de Mecano (como yo pensaba), sino la de un chico de pueblo que llega a Madrid en el '81 con un amigo y algunas canciones escritas pensando hacerla en grande, creyendo que llegará lejos... se pueden imaginar el resto. Así se van intercalando (un poco forzadas, a veces) las canciones de Mecano. Según sé, el próximo enero Nacho Cano y los productores del musical estarán en México para afinar detalles sobre el montaje en nuestro país. Imagino que, si todo sale bien, el próximo verano podríamos tener Hoy no me puedo levantar en el DF.
Por lo demás, hoy decidí tomarme un día de descanso en Madrid. Me levanté tarde. Hacia el mediodía me metí a El Corte Inglés a desayunar (huevos con bacon, café, pan y jugo). Curioseé la tienda (¡siete pisos, por Dios!) y luego cometí un "error": me metí a la librería. No pude resistir la tentación y compré varios libros (cinco, creo), dos de ellos muy gordos y pesados: el nuevo ramalazo editorial después del Código Da Vinci (así lo ofrecen, al menos) que salió a la venta hoy aquí. Tiene qué ver con el Conde Vlad Drácula y se llama La historiadora. También compré otro, del que no recuerdo su nombre, que ofrecen como el sucesor de El Señor de los Anillos. En las solapas tiene elogios rimbombantes del Washington Post y Neil Gaiman, entre otros. Son como 1500 páginas de los dos libros, así que espero estén increíblemente buenos.
Luego al hotel, a dejar los libros y refrescarme. Comí en un restaurante llamado Pans & Company, que es una cadena tipo Subway, pero española. Un sándwich de lomo adobado con queso, patatas bravas y coca-cola. Más tarde, al cine. Vi Spellbound, un documental sobre siete concursantes del Spelling Bee en Estados Unidos. ¡Maltrato infantil con pinta de excelencia académica! Me acordé de que en el Williams nos "entrenaban" para eso. Incluso, si no recuerdo mal, una compañera mía (Ma. Antonieta François), llegó a la final y quedó en un muuuy buen lugar. Ahora la admiro (¿o la compadezco?) más.
Ahora sí espero dormirme temprano (a ver si en mi penúltima noche lo logro) para mañana ganarle a las hordas de turistas y ser de los primeros en abordar uno de esos camiones de dos pisos que recorren el Madrí turístico en tres rutas: te puedes subir y bajar las veces que quieras hasta la media noche. No suena mal, y así checo los lugares que me quedan por ver, que son pocos (de los turísticos, quiero decir). Quiero comer en el Gran Café Gijón.
Nos veremos pronto, ¡saludos!

jueves, septiembre 15, 2005

¡Me cago en la leche, Post 06!

Desayuné en Vips. Los de acá son más bonitos: su decoración es un poco más minimalista y, no sé. Uno tiene la sensación de estar en el 2005, no en los '70 de nuestros Vips. En fin. La comida, buena y barata: 3.75 euros por paquete de huevos con bacon, patatas fritas, café con leche y zumo de naranja. Nada mal. Hojeé la revista Qué leer mientras desayunaba con vista al Paseo del Prado.
Luego enfilé rumbo al Reina Sofía. La gente se quedó en la Gran Vía. Y en la Plaza Mayor. Y en lugares así. El Reina Sofía, al menos, está libre de aglomeraciones. Pasé ahí varias horas.
Una amiga mía (hola, Toña) me comentó hace poco que Dalí dijo que ante una obra de arte hay que aprender a llorar lágrimas de inteligencia. O algo así. El caso es que sí se me hizo un nudo en la garganta cuando me topé frente al Guernica. Y les juro que no es bluff ni cursilería. Escuchaba la explicación de la audioguía (en voz del hijo de Picasso) y, observando los elementos del cuadro (comprendiéndolo un poco, supongo), no pude evitar tragar saliva y, como diría mi abuela, "sentir palpitaciones". Pensar en la guerra, en la genialidad de Picasso (pintó eso en un mes), en la universalidad del mensaje... Bueno. Me quedé ahí pasmado varios minutos. Y vi muchas otras cosas. Muchos Miró, muchos Dalí. Mucho arte español del siglo XX, en general.
También pasé a una exposición temporal sobre Juan Gris, súper completa pero -a mi parecer- un poco tediosa por repetitiva: ¡el tipo no se cansaba de pintar bodegones, uno tras otro!
A la salida compré muchos souvenirs 'pa mis cuates en México. Son detalles, claro, pero a todos les llevo algo.
Acabo de salir del hotel, donde llegué a refrescarme y a acicalarme un poco. En poco más de una hora se levanta el telón en el Teatro Movistar de la Gran Vía para la función de esta noche de Hoy no me puedo levantar. Mañana les contaré sobre eso, será lo primero del post 07. Pero antes debo ir a comer para no desmayarme de inanición mientras, coincidentemente, el elenco de la obra cante "Hoy no me puedo levantar": la obra dura 3 horas y media, así que hay que llegar bien comidos.
Stoy leyendo Los mares del sur, de Vázquez Montalbán. ¡No saben lo bien que pinta una novela negra escrita por un tipo que además de narrador fue (buen) poeta!
Por cierto: ¡Que pasen un felicérrimo Grito! Comed y bebed a mi salud. Y griten re fuerte, pa que los oiga hasta acá. ¡Un abrazo!
Nota al margen: ¿Qué onda con la tele nocturna de Madrid? Ayer la prendí como a medianoche y encontré varios canales de infomerciales de altísimo contenido erótico, por no decir pornográfico. Son chats de SMS: en pantalla aparecen los mensajes que la gente envía, mientras las imágenes ilustran -explícitamente- actos sexuales que, supongo, sirven como "gancho" para que la gente llame. Es de lo más raro. Y hay mucha prostitución en las calles. Ayer que salí de aquí (del café Internet) vi una gran fila de chicas lindas, muy querendonas ellas. Pensé que debía haber una discoteca por aquí o algo así hasta que casi me topé de frente con una de ellas y, mientras me hacía una invitación procaz, me di cuenta de que era una prostituta y no una chica linda esperando entrar a un antro. Todo esto a metros de la zona "bien" de la Gran Vía. No que me espante, pero sí que me ha parecido inusual.

Prepost 06

OK. Primero las últimas líneas de Soldados de Salamina, que ayer me llegaron tanto. Así acaba el libro:
"...y entonces el periodista mira su reflejo entristecido y viejo, en el ventanal aparece un desierto interminable y ardiente y un soldado solo, llevando la bandera de un país que no es su país, de un país que es todos los países y que sólo existe porque ese soldado levanta su bandera abolida, joven, desharrapado, polvoriento y anónimo, infinitamente minúsculo en aquel mar llameante de arena infinita, caminando hacia delante bajo el sol negro del ventanal, sin saber muy bien hacia dónde va, sin importarle mucho siempre que sea hacia delante, hacia delante, hacia delante, siempre hacia delante".
El libro es Soldados de Salamina, el autor Javier Cercas y la editorial Tusquets.
(Ahora que veo la oración ésa: ¿no le falta un verbo?)

miércoles, septiembre 14, 2005

¡Hostias, Post 05!

Vaya. Que el cuerpo me pasó factura hoy luego de las desveladas anteriores y las pocas horas de sueño. Me desperté pasadas las 10.30 (me dormí, de nuevo, luego de las 2am). Eso sí, amanecí con pila alta.
Empecé yendo al estadio Vicente Calderón, donde compré -sin las aglomeraciones que yo esperaba- boleto para el partido Atlético-Barça que se juega el domingo por la noche. ¡El Barça, señores! Campeón de la Liga Española, ni más ni menos.
Ahora bien: la tarde-noche del domingo será de locos: a las 19:00 empieza Fuente Ovejuna, y a las 21:00 el partido de fut. A las 10:50 tendría que estar en el aeropuerto (aunque seguro llegaré un poco después de esa hora). Mucha adrenalina correrá por mis venas durante esas horas, sin duda.
Luego fui a El País. Oh, decepción. Ni siquiera me recibieron. Como no respondieron mis mails de semanas anteriores, llegué a recepción, expliqué brevemente mi caso (soy José Luis González, vengo de México...) y el señor que atendía me dio un folletito. Le dije que esa información ya la tenía, que lo que quería era hablar con alguien del máster y conocer las instalaciones. Arqueó las cejas y me dijo algo así como "Será difícil". Marcó una extensión, le explicó mi caso a alguien y me pasó el teléfono. Una Raquel (secretaria del máster) estaba en la línea preguntándome qué se me ofrecía. Le dije. Me respondió que era "imposible" que yo conociera las instalaciones, porque se lo tenían prohibido. Le pregunté si podía hablar con alguien, entonces. Sonrió (sí, escuché su sonrisa) y me dijo: "Pues estás hablando conmigo". Jeje. Le dije que me gustaría hablar con alguien "personalmente". Me dijo, otra vez, que en ese momento era imposible. Le pregunté si podría hacerlo hoy por la tarde, o cualquier otro día de la semana. Me dijo que no, porque era la única secretaria del máster y no podía desatender la oficina. Ahondó: "Pero puedes hacernos cualquier consulta por correo electrónico". Ya un poco molesto, le espeté: "Sí les he enviado varios correos en las últimas semanas, pero no me han respondido..." "Ah, bueno, es que estamos en época de inscripciones y hemos recibido casi 3 mil mensajes, ¿sabes? Pero los respondemos todos. Por correo electrónico o por teléfono podemos responderte cualquier duda que tengas..." Obviamente la mandé al carajo. Bueno, no. Sólo le dije que gracias y hasta luego... y en mi mente brillante sí que la mandé al carajo. Pensé armar un escándalo, claro. Insistir en mi historia de vengo de México y etcétera. Pero luego decidí que no era necesario. Que yo no necesitaba rogarle a nadie una entrevista, aunque fuera El País. Yo soy Pepe González. Y a ver de a cómo nos toca.
En fin.
Luego me dirigí al centro, a comer. En el Metro terminé de leer Soldados de Salamina. Buena novela. Buena, sin duda alguna. Termina con unas palabras que me llegaron al alma. Por desgracia no tengo el libro a mano, pero les prometo pasarles la cita mañana.
Fu a comer a El Botín. Recomendación de Tere Vale. ¡Y qué recomendación! El lugar es fabuloso: está sobre las bases de una taberna del siglo XVII, construida en una cueva. El servicio es excelente y la comida exquisita. Pedí sopa de ajo con huevo, cordero asado (especialidad de la casa desde 1725) y una copa de tinto. De postre, leche frita y café con leche. No saben qué delicia.
Luego caminé al hotel, me refresqué y salí a caminar por las calles aledañas (no lo había hecho). me perdí (para variar) pero viví una parte del Madrid no turístico, del otro lado de la Gran Vía. Tiene su encanto, claro, pero definitivamente no es tan "bonito". Aunque quizá sea más interesante.
Si me da tiempo, al rato voy a ver un show de flamenco que dan gratis en una estación del metro. Mañana pienso ir al Reina Sofía, con calma, y caminar esa zona de la ciudad. Por la noche, función de Hoy no me puedo levantar: ¡tengo grandes expectativas de esa obra! Ya les contaré.
¡Saludos a todos!

martes, septiembre 13, 2005

¡Rediez, Post 04!

Pese a mis buenos deseos, no estoy durmiéndome temprano y, desde luego, tampoco despertándome lo temprano que quisiera. He pegado el ojo muy cerca de las 2am, y me he despertado siempre antes de las 8. Un poco lejos de mis ocho horas de sueño habituales. Pero la pila sigue y sigue.
Por la mañana desayuné torta de patata, bocadillo de salchichas (¡qué raras las hacen aquí!) y jugo de naranja. Rico, todo. Luego fui al ABC. Todo ahí está mejor que en El Mundo: como que llevan 15 años haciendo el máster (El Mundo, 4) y al empresa es gigantesca. De cualquier forma, debo confesarlo, las instalaciones y el programa del máster quedaron lejos de apantallarme. Sé que allá en México hay varios periódicos que no le piden nada a ABC y que el mismo máster podría hacerlo allá trabajando para cualquiera de esos periódicos (ganando dinero, en vez de pagarlo). En fin, que las dudas sobre el máster afloran, pero mañana voy a El País, y espero sorpresas.
De ahí caminé un poco por la calle de Alcalá (ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo: ¡la puerta de Alcalááá!) y luego entré al Parque de El Retiro, a descansar un poco. Me tumbé sobre una banca y me puse a leer varias páginas de Soldados de Salamina: la novela, como me advirtieron mis recomendadores, mejora mucho hacia el final. Veremos cómo termina.
Luego, la parte estelar de la tarde: el Santiago Bernabéu. Tour por el estadio. No pude evitar sacar la cámara y disparar a diestra y siniestra. Parecía yo 'Pepe The Kid! Me tomé fotos en el campo, rumbo a los vestidores y en los vestidores... Creo que estropeé el casillero de Beckham, pero no digan nada... Lástima que no pueda postear las fotos ahora; hay unas buenas.
Luego fui a comer. Melón con jamón serrano (entrada frecuente acá) y pizza prociutto (o algo así: llevaba jamón, queso y orégano) hecha en el momento: me supo a gloria.
De regreso a la zona del hotel me metí a la Casa del Libro y, luego de muchas tentaciones, compré sólo dos títulos que quería desde hace rato pero no he encontrado en México: Tres tristes tigres, de Cabrera Infante y Los mares del Sur, de Vázquez Montalbán. Por cierto, Aldo, ahí encontré Lateral: ya está en mi mochila.
Y ahora estoy aquí. Son casi 9.30 pm, debo hacer el programa de mañana e intentar, nuevamente, dormir temprano para reponer energía.
Madrid es increíblemente turística. Es martes, no son vacaciones, y la Gran Vía está cubierta de extranjeros y españoles que quieren pasar el rato. Son tantos que casi no hay diferencia con la cantidad de domingo por la tarde. Impresionante en verdad.
También mucha gente lee. No tanta, pero sí mucha. Quizá 4 ó 5 de cada 10 llevan en el Metro un libro, revista o periódico en mano. Claro que dos de esos 4 ó 5 llevan, invariablemente, un diario deportivo o El Código Da Vinci... pero, bueno, leer es leer, ¿o no?
Vale. Plan para mañana: incierto. Debo ir a El País, pero no sé si lo haré por la mañana: igual quiero intentar comprar boleto para el Atlético-Barça que se juega el sábado, aunque me tenga que formar un rato: vale la pena. Creo, entonces, que iré al Vicente Calderón temprano y luego me lanzaré a El País. La tarde completa podría dedicarla al Reina Sofía, que se me antoja un restorán. Y me falta comer o cenar en El Botín... ¡pero se me está acabando ya la ropa limpia! En fin, les ahorro esas cuitas. ¡Saludos a todos, y gracias porvenir!

lunes, septiembre 12, 2005

¡Joder, Post 03!

Lunes 12.
Creo que uno no está en Madrid hasta que no pide, para beber mientras come, una "cañita". Hoy lo hice, mientras me servían una porción de ensaladilla rusa con pan en un restaurante de la Avenida Toledo, en La Latina. Deliciosa la ensalada, y de la cerveza puedo decirles que hace mucho no disfrutaba tanto de esa bebida espirituosa. Ahora entiendo por qué a los madrileños les da por tomar cerveza incluso antes de mediodía.
Por cierto que cerca del mediodía, desayunando, probé por primera vez las mollejas. No supe que eran mollejas hasta que el sabor las delató. Yo esperaba carne picada con un suculento aderazo... ¡craso error! Eso sí, probé una cosa que aquí llaman... jo, olvidé cómo lo llaman. Son trozos de chcicharrón con carne, una delicia.
En otros asuntos, les cuento que mi entrevista con la gente del máster de El Mundo resultó un poco decepcionante. Se los resumo todo diciéndoles que al final del curso, el gran final de finales, es editar en papel periódico una gaceta que hacen los alumnos. El "ejercicio" previo a esa gaceta es un periódico diario que hacen en computadora y al que le sacan fotocopias. ¿Saben qué pensé? Después de la entrevista, mientras desayunaba esa cosa de chicharrón con carne y las mollejas, pensé: "Yo ya jugué al periódico". Y decidí que no voy a cruzar el Atlántico para estar acá más de un año e invertir buena parte de mis ahorros en un máster que me permitirá hacer lo que yo hacía cuando tenía 10 años de edad. Quienes hayan conocido La Estrella saben de lo que hablo. En fin. Mañana tengo encuentro con gente del ABC. Veremos qué tal.
Después de lo de El Mundo me fui a la Complutense. Enorme universidad. Un poco vieja, para mi gusto, pero imponente igual. La UNAM está mejor... ¡y tiene al mejor equipo de fútbol del mundo!
Luego fui al estadio Vicente Calderón a ver si había boletos para el Atlético de Madrid - Barcelona que se juega el próximo sábado. Me dijeron que el único día de venta en taquilla es el miércoles, y que se esperan hordas de gente desde temprano así que a lo mejor no iré.
Luego pasé al Teatro Colón a comprar mi boleto para Fuente Ovejuna el domingo por la noche. ¡Será el broche de oro de mi visita a Madrid! Y, last but not least, me caminé otra parte de La Latina hasta dar con el restaurante antes mencionado. Luego fui a la tienda FNAC, que mencioné ayer: cuatro pisos de DVDs, CDs y libros... ¡el Paraíso en la otra esquina! Hay miles de títulos. Yo compraré algunos, pero si alguien quiere algo especial (cine, literatura o música españolas, por ejemplo), avíseme con tiempo para planear otra escapada.
Oigan, ya cumplí casi dos horas de Internet y quiero dormir temprano. Estoy feliz, pero agotado. A quienes me han escrito, ya en el blog o vía e-mail, muchas gracias. Prometo responder personalmente esta misma noche o mañana cuando muy tarde. Gracias en verdad. ¡Saludos!

domingo, septiembre 11, 2005

¡Jolines, Post 02!

Domingo 11
Soy feliz. Por fin encontré una computadora con Word. Estoy en un ciber café a media cuadra del hostal. 1.50 euros la hora, ¡y Word, por amor de Dios! Mañana temprano estaré aquí haciendo el programa de radio. Ahora no puedo adelantar porque allá la elección interna del PAN apenas va a la mitad, y yo necesito los resultados 'pa escribir sobre eso. En fin.
Pensé que iba a ser un día tranquilo, pero fue de lo más movido.
Me desperté temprano (noten que el jet lag me hizo lo que el viento a Juárez), desayuné en el hotel (café con leche, pan y jugo) y me fui caminando a El Rastro. Es, digámoslo de una vez, como una Lagunilla madrileña. Nomás que La Lagunilla tiene más caché. Aquí de plano no diferencían entre lo antiguo y lo basura. Además, nosotros estamos años luz de distancia con nuestros productos pirata. Aquí, apenas dos o tres puestos con CDs... ¡y ya! Pobres. Eso sí, chucherías hasta 'paventar 'parriba. Compré una playera padrísima que he llamado "Toro Salvaje" (ya verán por qué).
Muy cerca de El Rastro está el Barrio La Latina que recorrí, creo, completo. Es un barrio muy lindo, pero nada del otro mundo. Lo bueno estuvo cuando traté de salir de ahí: me perdí. Desde hace algún tiempo tengo la certeza de que uno realmente no conoce una ciudad hasta que se pierde en ella, así que seguí caminando con mapa en mano, tratando de orientarme. No les hago el cuento largo: llegué hasta los linderos de la Complutense (que queda lejisísimos de La Latina) hasta que encontré una avenida que conectaba con la Gran Vía. Caminé un resto (como dos horas) y conocí más Madrid. Eso sí, me dio un hambre de miedo. Llegué al hotel a refrescarme. Me cambié y salí a buscar dónde comer/cenar. Tere me recomendó un restaurante superlativo cerca de la Plaza Mayor (El Botín), pero estaba cerrado. Luego me senté en una mesa de un lugar llamado "El Museo del Jamón", en plena Plaza. Nadie se acercó a atenderme en varios minutos, así que me paré y me fui. Caminé hasta encontrar otro restaurante recomendado (éste por la guía de El País): Casa Labra, se llama. Un lugar pequeño, pero acogedor, donde los fundadores del PSOE se reunían en años remotos (el restaurante fue fundado en 1860). Pedí varias tapas (brocheta de bacalao, atún en escabeche), dos bocadillos (uno de jamón -serrano, claro- y otro de chorizo) y una botella de agua. Nada malo, pero tampoco algo para chuparse los dedos. Luego busqué un café Internet y, aquí ando. Ya pasan de las 9 de la noche, y estoy cansado.
Mañana hay que empezar temprano, escribiendo el programa de Tere. Luego, cita en El Mundo. Más tarde iré a la Complutense, con calma ahora sí. También debo llamar a mi contacto en el ABC, para ver cuándo puede recibirme. Por la tarde, si hay tiempo, quiero ir a ver discos a una tienda que se llama FCNA, o algo así, que parece el MixUp de estos lares. Por fuera, al menos se ve enorme.
Me iré a la cama esperando que ganen las Chivas. ¡Saludos!