Primero debo aclarar que me parece estupenda la idea de organizar actos masivos para ayudar a gente que lo necesita. Lo que opino es que el Teletón no es la única manera de ayudar, y mucho menos es la mejor. Me explico: el Teletón es un comercial de 30 horas. Su omnipresente marketing nos dice que Banamex es el "banco oficial" del Teletón para hacer donativos; que las líneas telefónicas empleadas en el call-center son Telmex; que hay que comprar botiquines Teletón en Farmacias Similares, televisiones en Sears, 20 mil pizzas en Domino's, mil colchones en Dormimundo y 5000 trajes en Michel Domit. ¿Por qué, si se trata de una labor altruista, esas empresas no entregan sus donativos y punto? ¿Por qué condicionar el donativo a la muestra de miles de tickets de compra donde aparezcan sus productos?
Sí, al final se reúnen decenas de millones de pesos para niños discapacitados (ejem, perdón, "con capacidades diferentes"), pero comparada con la inversión que podrían hacer esas megaempresas, los 200 millones que se logran en 30 horas son migajas. Migajas porque esas empresas gozan de publicidad ininterrumpida a lo largo de todo el Teletón (los anfitriones "agradecen" al aire la generosidad de los patrocinadores y además, claro, están los comerciales de rigor); migajas porque esas empresas entregan ese dinero sabiendo que al final les van a entregar un recibo deducible de impuestos por la misma cantidad. O sea que, en vez de pagar a Hacienda, lo "donan" al Teletón a cambio de un día completo de menciones de su producto en cadena nacional. El negocio es redondo.
Y, finalmente, ¿por qué en 9 años 9 de historia no se ha hecho un sólo Teletón por una causa que no sean niños discapacitados? ¿Qué no hay causas tan o más urgentes que las personas con "capacidades diferentes"? Niños indígenas, gente afectada por huracanes, niños y jóvenes de la calle, educación en zonas marginadas...
Sí, al final se reúnen decenas de millones de pesos para niños discapacitados (ejem, perdón, "con capacidades diferentes"), pero comparada con la inversión que podrían hacer esas megaempresas, los 200 millones que se logran en 30 horas son migajas. Migajas porque esas empresas gozan de publicidad ininterrumpida a lo largo de todo el Teletón (los anfitriones "agradecen" al aire la generosidad de los patrocinadores y además, claro, están los comerciales de rigor); migajas porque esas empresas entregan ese dinero sabiendo que al final les van a entregar un recibo deducible de impuestos por la misma cantidad. O sea que, en vez de pagar a Hacienda, lo "donan" al Teletón a cambio de un día completo de menciones de su producto en cadena nacional. El negocio es redondo.
Y, finalmente, ¿por qué en 9 años 9 de historia no se ha hecho un sólo Teletón por una causa que no sean niños discapacitados? ¿Qué no hay causas tan o más urgentes que las personas con "capacidades diferentes"? Niños indígenas, gente afectada por huracanes, niños y jóvenes de la calle, educación en zonas marginadas...
Mi tesis es que nadie puede ser llamado a cuentas por la discapacidad de los niños Teletón. Pero de que un niño en la Sierra Tarahumara no pueda comer tres veces al día sí que hay responsables. En casos como probreza extrema, atención a comunidades indígenas, falta de oportunidades de educación y/o atención a afectados por algún desastre natural sí hay autoridades (municipales, estatales y federales) que no verían con buenos ojos la exhibición de su ineficacia durante 25 horas en cadena nacional.
Piénsenlo: un niño discapacitado conmueve; un niño desnutrido encabrona. Por eso hay siete centros de reahabilitación (¡siete!) y ni una sola escuela más gracias a la movilización de la gente que causa el Teletón.
Yo respeto y estimo si han donado o piensan donar al Teletón. Sólo digo, y sin ánimos de sospechosismo, que los principales beneficiados pueden no ser los niños; el caldo gordo puede estárseles quedando a otros.
Yo respeto y estimo si han donado o piensan donar al Teletón. Sólo digo, y sin ánimos de sospechosismo, que los principales beneficiados pueden no ser los niños; el caldo gordo puede estárseles quedando a otros.
4 comentarios:
Me parece que tienes toda la razón, además creo que te falto mencionar que todos los patrocinadores que integran el teletón, donaran sus ganancias de un día, ponen un peso por cada peso que tu pongas, pero lo que no comentaste es que todos lo patrocinadores pagaron una lanota por participar como anunciantes si esa lana se donara directamente sin necesidad de hacer un mega espectáculo, que además como tu entenderás... hacer una cosas como esa, cuesta mucho dinero...
Solo saca cuentas
"precios hipotéticamente"
10 patrocinadores de 100 mil pesos por menciones durante el tiempo que se lleve acabo el telerón, mas las menciones en TV antes y después del evento.
100 mil pesos por la realización del evento (luces equipo de sonido pantallas etc) y que conste que no estoy incluyendo músicos, por que no se si cobren.
Pero con esos precios hipotéticos que te puse aquí, cuanto se juntaría… curiosamente ayer comentaba con mi mujer exactamente lo mismo, pero llegue a una conclusión… así como lo hace tu héroe AMLO, si no se ve, no tiene caso…
Es el mismo principio, ¿por que no hacer un metro subterráneo a todo lo largo del periférico?, ¿por qué veneficiar con una mega estructura como el distribuidor vial o el segundo piso solo a unos cuantos? Por que se ve… no importa si no tengo coche, EMLO esta haciendo algo por la ciudad, ya ves el segundo piso!!!!! Asi televisa, hace centros que se pueden ver, ¿por qué no una escuela indígena en Chihuahua?, ¿por que no un hospital en Sonora?, ¿por que no un centro de ayuda familiar en Guerrero?... por que nos e ven!!!!!
por lo demas muchas felicidades!!!!
Luis:
Gracias por la visita. ¡Estamos de acuerdo entonces! Saludos.
Qué onda, Pepe. Hace años que no nos vemos. Creo que tienes toda la razón. En mi espíritu siempre negativo, el Teletón verdaderamente me asquea: utilizar a los pobres chavitos que no entienden nada de lo que está pasando para hacerse publicidad una serie infinita de empresas. Y luego ves gente como la cretina de Lucerito llorando y haciendo una serie de sandeces como decir: "hay que dar hasta que duela". Bueno, otro engrane en la enorme máquina de la hipocresía occidental.
Rodrigo: Sí, ¡veámonos pronto para tomar un par de güisquis! Y no creo que el tuyo sea un espíritu negativo. Es más bien el "ennui" que provocan imágenes tan poco gratificantes como Lucerito llorando o Amador Narcia bailando el nueve-nueve-nueve... Grinchs somos, y en el camino andamos, señor. ¡Saludos!
Publicar un comentario