Lunes 12.
Creo que uno no está en Madrid hasta que no pide, para beber mientras come, una "cañita". Hoy lo hice, mientras me servían una porción de ensaladilla rusa con pan en un restaurante de la Avenida Toledo, en La Latina. Deliciosa la ensalada, y de la cerveza puedo decirles que hace mucho no disfrutaba tanto de esa bebida espirituosa. Ahora entiendo por qué a los madrileños les da por tomar cerveza incluso antes de mediodía.
Por cierto que cerca del mediodía, desayunando, probé por primera vez las mollejas. No supe que eran mollejas hasta que el sabor las delató. Yo esperaba carne picada con un suculento aderazo... ¡craso error! Eso sí, probé una cosa que aquí llaman... jo, olvidé cómo lo llaman. Son trozos de chcicharrón con carne, una delicia.
En otros asuntos, les cuento que mi entrevista con la gente del máster de El Mundo resultó un poco decepcionante. Se los resumo todo diciéndoles que al final del curso, el gran final de finales, es editar en papel periódico una gaceta que hacen los alumnos. El "ejercicio" previo a esa gaceta es un periódico diario que hacen en computadora y al que le sacan fotocopias. ¿Saben qué pensé? Después de la entrevista, mientras desayunaba esa cosa de chicharrón con carne y las mollejas, pensé: "Yo ya jugué al periódico". Y decidí que no voy a cruzar el Atlántico para estar acá más de un año e invertir buena parte de mis ahorros en un máster que me permitirá hacer lo que yo hacía cuando tenía 10 años de edad. Quienes hayan conocido La Estrella saben de lo que hablo. En fin. Mañana tengo encuentro con gente del ABC. Veremos qué tal.
Después de lo de El Mundo me fui a la Complutense. Enorme universidad. Un poco vieja, para mi gusto, pero imponente igual. La UNAM está mejor... ¡y tiene al mejor equipo de fútbol del mundo!
Luego fui al estadio Vicente Calderón a ver si había boletos para el Atlético de Madrid - Barcelona que se juega el próximo sábado. Me dijeron que el único día de venta en taquilla es el miércoles, y que se esperan hordas de gente desde temprano así que a lo mejor no iré.
Luego pasé al Teatro Colón a comprar mi boleto para Fuente Ovejuna el domingo por la noche. ¡Será el broche de oro de mi visita a Madrid! Y, last but not least, me caminé otra parte de La Latina hasta dar con el restaurante antes mencionado. Luego fui a la tienda FNAC, que mencioné ayer: cuatro pisos de DVDs, CDs y libros... ¡el Paraíso en la otra esquina! Hay miles de títulos. Yo compraré algunos, pero si alguien quiere algo especial (cine, literatura o música españolas, por ejemplo), avíseme con tiempo para planear otra escapada.
Oigan, ya cumplí casi dos horas de Internet y quiero dormir temprano. Estoy feliz, pero agotado. A quienes me han escrito, ya en el blog o vía e-mail, muchas gracias. Prometo responder personalmente esta misma noche o mañana cuando muy tarde. Gracias en verdad. ¡Saludos!
Creo que uno no está en Madrid hasta que no pide, para beber mientras come, una "cañita". Hoy lo hice, mientras me servían una porción de ensaladilla rusa con pan en un restaurante de la Avenida Toledo, en La Latina. Deliciosa la ensalada, y de la cerveza puedo decirles que hace mucho no disfrutaba tanto de esa bebida espirituosa. Ahora entiendo por qué a los madrileños les da por tomar cerveza incluso antes de mediodía.
Por cierto que cerca del mediodía, desayunando, probé por primera vez las mollejas. No supe que eran mollejas hasta que el sabor las delató. Yo esperaba carne picada con un suculento aderazo... ¡craso error! Eso sí, probé una cosa que aquí llaman... jo, olvidé cómo lo llaman. Son trozos de chcicharrón con carne, una delicia.
En otros asuntos, les cuento que mi entrevista con la gente del máster de El Mundo resultó un poco decepcionante. Se los resumo todo diciéndoles que al final del curso, el gran final de finales, es editar en papel periódico una gaceta que hacen los alumnos. El "ejercicio" previo a esa gaceta es un periódico diario que hacen en computadora y al que le sacan fotocopias. ¿Saben qué pensé? Después de la entrevista, mientras desayunaba esa cosa de chicharrón con carne y las mollejas, pensé: "Yo ya jugué al periódico". Y decidí que no voy a cruzar el Atlántico para estar acá más de un año e invertir buena parte de mis ahorros en un máster que me permitirá hacer lo que yo hacía cuando tenía 10 años de edad. Quienes hayan conocido La Estrella saben de lo que hablo. En fin. Mañana tengo encuentro con gente del ABC. Veremos qué tal.
Después de lo de El Mundo me fui a la Complutense. Enorme universidad. Un poco vieja, para mi gusto, pero imponente igual. La UNAM está mejor... ¡y tiene al mejor equipo de fútbol del mundo!
Luego fui al estadio Vicente Calderón a ver si había boletos para el Atlético de Madrid - Barcelona que se juega el próximo sábado. Me dijeron que el único día de venta en taquilla es el miércoles, y que se esperan hordas de gente desde temprano así que a lo mejor no iré.
Luego pasé al Teatro Colón a comprar mi boleto para Fuente Ovejuna el domingo por la noche. ¡Será el broche de oro de mi visita a Madrid! Y, last but not least, me caminé otra parte de La Latina hasta dar con el restaurante antes mencionado. Luego fui a la tienda FNAC, que mencioné ayer: cuatro pisos de DVDs, CDs y libros... ¡el Paraíso en la otra esquina! Hay miles de títulos. Yo compraré algunos, pero si alguien quiere algo especial (cine, literatura o música españolas, por ejemplo), avíseme con tiempo para planear otra escapada.
Oigan, ya cumplí casi dos horas de Internet y quiero dormir temprano. Estoy feliz, pero agotado. A quienes me han escrito, ya en el blog o vía e-mail, muchas gracias. Prometo responder personalmente esta misma noche o mañana cuando muy tarde. Gracias en verdad. ¡Saludos!
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