Penúltimo día completo en Madrid.
Me subí al turibús (que acá se llama Madrid Visión) para comprobar, con mucho orgullo, que -en efecto- no me faltaba casi nada por conocer de la ciudad, al menos -insisto- de los lugares considerados "turísticos". Estuve en los camiones un par de horas (son tres rutas). Luego me dirigí al hotel para recoger a Indiana (hizo un viento bastante frío hacia mediodía) y luego al Café Gijón. Señores, ¡qué comida! ¡Qué comida! La mejor que he hecho en Madrid. Y miren que he hecho re buenas comidas. Pedí sopa de pescado para empezar, seguí con lubina a la vizcaína, acompañé con una copa de vino blanco y agua natural. De postre, arroz con leche y café. No saben qué delicia. Además, el lugar es de lo más agradable. Tiene 101 años de vida y la prosapia se respira intensamente. No había mucha gente (a esa hora, turitas sobre todo) y tuve una comida muy tranquila, acompañado de Vázquez Montalbán y sus Mares del sur, que me parece cada vez más notable.
Luego caminé al Retiro. Le pedí a una vidente que me leyera las cartas. Como los horóscopos, lo que me dijo es de lo más ambiguo pero adecuado para cualquiera con un mínimo de fe. Vázquez Montalbán: "A veces uno necesita cierta dosis de autoengaño. No se puede vivir despellejado, sin posibilidad de meterte en ninguna iglesia, sin rezar no se puede vivir". Vale.
Me dijo, entre otras cosas, que mi primer hijo va a ser varón (eso me hizo mucha ilusión); que no dejara mi trabajo ("las cosas van a mejorar") y notó lo absolutamente evidente: "Te veo solo", dijo. Me reí. Hice un gesto un poco burlón, como buscando a alguien a mi alrededor: "Sí, vine solo", respondí. Ella me miró seria: "No. Solo. Te veo muy solo". ¡Joder! Me dejó callado. De salud me vio bien, y dijo que mi familia también estaría bien.
Luego renté una lancha y me puse a remar en el lago. Años que no remaba. Me divertí.
Más tarde me fui a la calle Serrano a buscar la tienda del diseñador Pepe González que vi desde el turibús. No, ¡no es broma! Hay un diseñador con mi nombre en la calle Serrano (que es, todas las distancias guardadas, como la 5a Avenida madrileña). Quería ver la tienda bien y tomarle fotos, pero no la encontré.
Ahora estoy en un centro comunitario frente a la Puerta de Toledo, donde el Internet es gratis (eso sí: sólo una hora por persona, por día, y sin MSN). Me iré caminando a la zona del hotel y a lo mejor tomaré el turibús otra vez para ver Madrid de noche.
Es posible que mañana no me pueda conectar. La mañana será tranquila, pero la tarde y la noche serán de un ajetreo loco. En el peor de los casos, les contaré el lunes qué tal estuvo Fuente Ovejuna y el Atlético - Barça. Ambos acontecimientos prometen mucho. ¡Saludos!
1 comentario:
PP, hemos tarareado tu plis... (te suena el argot madrileño?) pon algo bueno!
ok,
martha
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