Salman Khan (1976) es el fundador de la Khan Academy, organización sin fines de lucro que ofrece una herramienta de educación personalizada en línea; recursos están disponibles en su totalidad de forma gratuita. Las siguientes líneas forman parte del libro ¡Crear o morir!, de Andrés Oppenheimer (Debate, 2014).
Me imagino que el aula de 2020 o 2025 (y espero que pase antes que eso, porque yo tengo dos niños, uno de cuatro y uno de dos años) definitivamente será un aula física. Ese espacio va a ser el eje del aprendizaje. Espero que el aula en sí sea diferente de lo que nosotros recordamos, que era como un museo. En vez de tener 30 niños en un aula con un maestro, y otros 30 niños con otro maestro en el aula de al lado, espero que podamos empezar a romper las paredes. La única razón por la que se necesitaban esas paredes antes era porque la escuela estaba basada en lecciones, en las clases. Todos los escritorios estaban apuntados hacia adelante y los niños debían observar y tomar notas. Ahora tendremos un ámbito escolar interactivo. Estarás teniendo conversaciones, estarás aprendiendo a tu propio ritmo, estarás haciendo trabajos prácticos. Entonces, ahora podremos romper esas paredes y tener un espacio de trabajo común, amplio y vibrante: un lugar de trabajo silencioso, tan inspirador como una biblioteca. Y los niños podrán aprender a su propio ritmo.
—¿Y qué harán los maestros?
—Los niños tendrán mentores. Algunos de los mentores podrán ser alumnos más grandes, que estarán monitoreando a los más pequeños, y también habrá maestros formales que guiarán a los alumnos y les ayudarán a lograr sus metas.
— ¿Habrá calificaciones, como en las escuelas actuales?
—Los alumnos no serán evaluados solamente por los resultados de sus exámenes. Los exámenes seguirán siendo importantes, pero los estudiantes también serán evaluados de dos maneras adicionales que a mi criterio son aún más importantes. La primera es lo que piensan sus pares sobre ellos. Si estoy contratando a alguien, eso es lo que a mí me importa: qué tan bueno eres enseñando, qué tan bueno eres comunicando. Y la segunda será tu creatividad, el portafolios de cosas que has creado. Está bien que hayas sacado una calificación sobresaliente en un examen de álgebra, ¿pero puedes aplicar ese conocimiento? ¿Puedes hacer cosas con eso?