Desde hace algún tiempo, seguramente hace más de un año, varias personas me recomendaron la película ¿Y tú qué sabes? De hecho, una persona de cuyo alto valor intelectual no desconfío, me la regaló una Navidad. Nunca había querido verla porque, francamente, me daba mucha hueva.
Otra persona me había dicho, sinceramente entusiasmada, lo sorprendente que le había parecido ver cómo --según un científico japonés-- las moléculas de agua reaccionaban a estímulos externos. Me dijo que, según este "estudio", el agua reaccionaba positivamente a estímulos positivos (como decirle "Te Quiero"... sí, al agua) y negativamente a estímulos negativos (como gritarle "Te Odio"... ajhá... al agua). "Imagínate lo que pasa con nuestros cuerpos, que son 90% agua", me dijo, basado en la película. En fin. Que ayer la vi.
En honor a la verdad debo decir que no me pareció taaan mala. Tiene efectos visuales interesantes y alguna parte de la musicalización no es atroz (¡me gustó la parte de "Addicted To Love"!, jaja)... Lo que sí me pareció fue aburrida en extremo. Insufriblemente larga e incomprensiblemente pretenciosa.
Por lo que entendí, según un montón de expertos que aparecen en la peli, la física cuántica está íntimamente relacionada con la forma en que nos relacionamos con el mundo que nos rodea. No sé si sea correcto el postulado, pero no suena descabellado... al menos no para mí, que soy absolutamente neófito en términos de Física. Luego viene la dosis de filosofía Matrix que nos dice que nuestra realidad cotidiana puede ser alterada, positiva o negativamente, por pequeños actos "cuánticos" en nuestro día a día. Nada es lo que parece... pero todo lo que parece a lo mejor es, si tú quieres que sea. Eso es todo. No va mucho más allá. Se mencionan de paso, como por no dejar, los conceptos epistemología, Dios, materia, conciencia y otros similares que parecen no tener importancia en explicaciones de esta naturaleza.
Lo que no entiendo es para qué tanto jaleo. No me explico la popularidad de esta película, multirecomendada y tan exitosa en términos de taquilla que ya tiene una segunda parte, al menos en DVD. Es tan simple, tan anodina... Con un mensaje tan prosaico. No veo que sea necesario echar mano de la Física Cuántica (y de los supuestos expertos en ese tema) para mandarle a la gente un mensaje de autosuperación diciéndole que cada cosa que hace en su vida, por pequeña e insignificante que parezca, puede hacer la diferencia.
Eso.
O no entendí la película, jajaja.