Hace unos días tuve la oportunidad de ver Nosotros los Nobles. Tenía muchas ganas de hacerlo, pues varias personas cercanas a mí me la habían recomendado: desde quien me dijo –mesuradamente– que la película “funciona bien” y “entretiene” hasta quienes me comentaron que les había dado gusto poder ver “otro rostro” del cine mexicano. A ello se añadió al menos un crítico que respeto mucho (Leonardo García Tsao) que despedazó la película sin miramientos: “Tal pareciera que el público mexicano, conservador y complaciente, está interesado primordialmente en un cine aleccionador y condescendiente.”
A todo este jaleo se sumó la noticia de que Nosotros los Nobles se había convertido en la película no animada más taquillera en la historia del cine mexicano. No es poca cosa si consideramos que estas son las tierras que dieron vida en pantalla grande a ídolos como Cantinflas y Pedro Infante, así que hace unos días saliendo del trabajo me acomodé en un Cinépolis para ver esta tan cacareada película.
Lamentablemente no es mucho lo que puedo decirles. ¿Me divirtió? Sí. ¿Pasé un buen rato viéndola? También. ¿Vi algunos de mis alumnos y ex-alumnos entre los Nobles? Obviooo, papaww. ¿Me sorprendió? Ni un poquito. ¿Me parece buena? Más o menos. Creo que las mejores escenas están en el trailer ("¿Me puedes explicar por qué nos están quitando todo como si estuviéramos en Venezuela", "¿Y si nos entregamos?", "Esta no es porra de los Pumas, así que córtate el cabello y rasúrate", etcétera) y que salvo excepciones los chistes y gags están basados en estereotipos que no se trascienden, y que incluso se justifican. Es el caso de Lucho cuando le dice a Barbie, después de que la hacen llorar en la cantina donde trabaja: "¿A poco no te lo mereces ni un poquito?" Al final, desde luego, todo vuelve al orden y los ricos siguen siendo (muy) ricos y los pobres muy pobres... Nomás que los ricos trabajaron un rato y... pues nada más.
Personalmente no me dice mucho que esta sea la película mexicana no animada más taquillera de la historia. La más vista es Una película de huevos (2006) y tampoco me parece que diga algo más allá de la conclusión facilona de que solemos ir al cine a pasar un buen rato y no a filosofar (como dato, en EU la reina de la taquilla es Avatar, que no he visto).
Tanto a seguidores como detractores de los Nobles, les interesará saber que el director Gary Alazraki ya piensa en una secuela. Lo confirmó hace unos días Luis Gerardo Méndez (Javi Noble) en Twitter:
Me imagino a Bárbara, Javi y Cha de vacaciones o cambiando sus roles con la servidumbre para darles chance a los pobres de ser ricos durante unos cuantos días. Ustedes los Proles o algo así.
No suena mal, pero me parece que ni es el cine que México espera (¿cuál sí lo es?) ni la cinematografía "retrógada" que acusa García Tsao. Es una comedia palomera bien hecha en México y nada más. Pero nada menos. Habría que recordar dónde estaban las comedias del cine mexicano hace 20 o 30 años para ponderar esta última afirmación: la última de ocho secuelas de La risa en vacaciones se estrenó en 1996. Eso eran las comedias ligeras en el México de fines del siglo XX. Prefiero a los Nobles.
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