miércoles, junio 23, 2010

Imagine Project

Herbie Hancock (Chicago, 1940) lanzó ayer al mercado su nuevo álbum Imagine Project. Buenas noticias para algunos de sus seguidores; malas para otros.

Las buenas son que... ¡se trata de un nuevo disco de Hancock!
Las malas (para los puristas) son que se trata de un proyecto muy personal de este músico, y su proyecto consiste en covers de varias canciones notables de autores como Bob Dylan o Los Beatles interpretadas con músicos como Pink, Seal, Juanes y Dave Matthews. La lista inicia, desde luego, con una nueva versión de "Imagine". Escuchamos cantando Pink y luego a Seal sólo acompañados de un piano... luego llega la sorpresa que hace de esta pieza algo mágico.

El disco me encantó.

Hancock ha editado 10 cortes sin presiones de tiempo. Hay varias canciones que rebasan los cinco minutos de duración. Los arreglos están hechos para que los músicos se luzcan... especialmente el piano de Hancock, que suena sobrio pero también soberbio. Y las canciones tienen todas un mensaje de paz y optimismo. Emiten luz, y son interpretadas con el alma por cada uno de los invitados de Hancock.

A quienes pudieran recibir este nuevo disco con el fingido azoro de: "¿¡Dios mío, por qué Hancock se prestó a cantar con semejantes celebridades?!" les comento que Herbie cumple este año 70... que lleva casi 40 grabando a un altísimo nivel, que es considerado uno de los músicos más influyentes del siglo XX... en pocas palabras: que no necesita un disco con súper estrellas. Si lo grabó fue porque quiso. Y creo que eso responde a muchas preguntas y zanja otras tantas cuestiones.

Interesados, pueden escuchar el disco completo aquí. Recomiendo especialmente (además de la ya mencionada "Imagine"), "Don't Give Up" (con John Legend y Pink), "Space Captain" (con Dereck Trucks y Susan Tedeschi) y "A Change Is Gonna Come" (con James Morrison).
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Actualización del 10 de julio: en El País pueden encontrar una entrevista a Hancock a propósito de éste, su nuevo disco.

Que vivan los frágiles

Vieron que a Messi le dicen La Pulga, ¿no?

Excelente texto de Oliverio Coehlo en "Papeles perdidos" de El País.

martes, junio 22, 2010

No es lo mismo, pero es igual

El ángel exterminador, presente en Sudáfrica
(Foto: Mexsport)

El taller de proyectos multidisciplinarios suspendido hasta las 11. Hubo presión suficiente para que los instructores nos concedieran las dos horas para ver el partido. Supongo que bastante tuvieron que ver los colegas con sus playeras de la Selección e incluso un par que vinieron con la bandera tricolor dibujada sobre sus mejillas. ¿Fue realmente casualidad el hecho de que yo eligiera un suéter verde al salir de casa esta mañana?

En la cafetería el ambiente está desbordado. Pusieron sillas extras y hay dos filas para cobrar. El platillo de hoy es costilla con chilaquiles y coca-cola. Imposible perdérselo. Hay alumnos, profesores, personal administrativo. Nadie se quiere perder el partido, que promete hartas emociones. Los pronósticos son optimistas. El rector de la zona me dice 2-1 México. Concuerdo.

Las oportunidades de gol se sufren, no se gozan. El público está necesitado, urgido de un gol, de una victoria. Cada vez que la Selección se acerca con peligro al área uruguaya la gente grita, tiene el festejo atravesado entre el pecho y la espalda, no hay remedio contra esta felicidad que se niega a ser plena, contra la celebración que se percibe inminente, pero nomás no se concreta.

Hacia el final del segundo tiempo las caras son largas y los silencios son incómodos. Martinolli grita y regrita que ya estamos calificados, que el objetivo se cumplió, que lo importante es estar en la siguiente ronda, que Argentina nos espera el domingo en Johannesburgo... ¡como si eso fuera un premio! Y remata: "Perdimos, pero calificamos". ¿Y eso es un consuelo?

Pienso que México está en su real nivel (y lo escribí hace dos semanas en este blog, para los descreídos). Era normal, repito: NORMAL, que México calificara a Octavos. Sin embargo, no es una "buena actuación" calificar a la siguiente ronda con un muy modesto empate en la jornada inaugural y un triunfo contra un equipo que llegó deshecho.

Viene Argentina. A sufrir de nuevo. Ahora Messi sí viene en plenitud. Y los demás le siguen el juego. Argentina no es Francia. Y la Selección sigue haciendo sandwich.
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PS.- "
No da lo mismo enfrentar a Argentina en la segunda ronda que a Corea del Sur, Nigeria o Grecia. Que no vengan ahora los valentones a decir que si México quiere hacer un buen Mundial le debe ganar a cualquiera (...) Insisto, se trata de que México gane el cuarto partido y pueda acceder a un quinto por primera vez en la historia de un Mundial jugado fuera de casa. Ese es el primer objetivo. Eso de ganar la Copa del Mundo y decir que esa es la verdadera meta suena bonito, pero que lo crea quien lo quiera creer." (Rafael Ocampo, en Milenio)

Verba in situ

¡Maruma Godoy abrió su blog!

Obviamente, su recomendación es ineludible.

Click aquí para llegar allá.

Aplausos, aplausos

¿Se han preguntado por qué la gente aplaude (o no) en un concierto?

¡Yo también!

Acompáñenme en Rebanada de pan.

viernes, junio 18, 2010

Saramago



Cosas pequeñas / Madredeus

Conocí a Saramago en 1998. De visita a la librería
gandhi en Miguel Ángel de Quevedo, salí acompañado de mis padres y de una novela que, no lo dudo, cambió mi vida. El evangelio según Jesucristo fue casi con toda seguridad el último mazazo a mi muy endeble fe católica.

La lucidez de Saramago me convenció de que yo no era católico. Y que no tenía sentido intentar asumirme como tal sólo por los resabios morales de mi familia. Saramago me hizo notar que no era el único con esas dudas elementales, pero complejas, sobre una religión que nunca profesaba pero tampoco me atrevía a negar. Y me dio respuestas en forma de un personaje heróico, pero humano. ¿Demasiado humano? Quizá. Pero yo no tenía problema con eso. No me molestó nunca la idea de un Cristo entregado a pasiones humanas. Me incomodaba sobremanera, eso sí, pensar en un Cristo bañado en santidad inalcanzable; eso sí me conflictuaba.


Pienso que no exagero al decir que Saramago arrojó luz allá donde sólo había penumbra.

Años después me han dicho que esa novela no es la mejor de Saramago, que es demasiado militante, que no sé qué. Sin embargo, lo que conservo y atesoro es el recuerdo del impacto que tuvo en mí. Se revelaron ante mí las posibilidades de dialogar sin guiones de por medio; de novelar sobre un personaje sagrado (y por ello supuestamente intocable); de darle la vuelta a ideas preconcebidas; de utilizar recursos retóricos para dar rienda suelta a discusiones religiosas y filosóficas.

Después intenté leer La caverna, pero no pude: me estorbó el discurso anticapitalista que permea el texto. Luego leí Ensayo sobre la ceguera, en el que no dejé de notar el enfadoso aire de superioridad moral que desarrolla el narrador. Historia del cerco de Lisboa me pareció bastante mejor lograda, pero no logré conectar con un hecho histórico totalmente ajeno a mi realidad y cultura. Me han recomendado varias veces Intermitencias de la muerte, pero no me he animado.

No sé si puedo decir que Saramago es uno de mis escritores favoritos. Creo que no. Sí estoy seguro de que es uno a los que más les debo. Porque además está su referente moral, extraliterario. Militante de izquierdas, siempre simpatizó con las causas sociales que consideraba más justas. Estuvo con los zapatistas. Dio su apoyo al Foro Mundial Social. Escribió contra fantoches como Berlusconi... el mundo necesita más como él.

Esta mañana me enteré de la noticia en el coche camino al trabajo. Noté que Granados Chapa hablaba en pasado al referirse a él. Un ligero estremecimiento me recorrió y sentí ganas de llorar. Hice zapping en otras estaciones, donde cronistas deportivos cacareaban el partido de México ayer. Apagué la radio. Llegué a mi oficina. Twitté mi tristeza, que también facebooké. Tuve dos juntas. Y me senté a escribir esto.

Escucho Madredeus. Estoy agüitado. Y al mismo tiempo agradecido. Afortunado. Contento porque Saramago existió.

jueves, junio 17, 2010

The Wire

Jimmy McNulty y Bunk Moreland, de The Wire, al estilo Simpson

Confieso que intenté ver esta serie de TV hace algunos meses. Sin éxito. Vi dos o tres capítulos y perdí el interés.
Luego me enteré de que una persona a la que respeto mucho profesionalmente (Carlos Boyero, crítico de cine del diario español El País) considera esta serie una obra de arte. Dice, palabras más palabras menos, que lo mejor del cine de Hollywood ocurre desde hace algunos años en las producciones de HBO para televisión. Y que The Wire junto con Los Soprano son puntas de lanza de esa indiscutible calidad.

Posiblemente sepan ya que Los Soprano no batalló en posicionarse altísimo en mi escala de estimaciones televisivas. Lo natural, desde luego, era darme otra oportunidad con The Wire.

Increíble serie.

Una vez que se vence la exigencia de un placer fácil y condescendiente, The Wire empieza a construir una trama compleja y a desarrollar personajes a cuál más interesante. La trama es un lugar común (un grupo de policías en Baltimore esmerándose por capturar a un capo local de la droga), pero créanme que el equipo creativo de la serie ha sabido muy bien esquivar el bulto de las respuestas simplonas y las vueltas de tuerca previsibles.

Estoy por terminar la primera de cinco temporadas. Les iré contando. Pero, por lo pronto, la recomendación obvia es que la busquen... y la disfruten mogollón.

lunes, junio 14, 2010

domingo, junio 13, 2010

Sudáfrica, día 3

Del blog futbolero de Enric González (recomendado en el post anterior) a propoósito del partido México vs Sudáfrica del viernes pasado.

"Qué poco equipo para un país tan futbolero."

jueves, junio 10, 2010

¡Hola, Sudáfrica!

Imposible sustraerse a la fiebre mundialista. Estoy dispuesto a que éste sea un evento diferente e inolvidable. Pienso vivirlo como nunca. De entrada, de lo que sí me he sustraído es de las transmisiones "especiales" de las dos principales televisoras del país. Tampoco he comprado suplementos especiales de diarios o revistas, ni escuchado las decenas de programas de radio dedicados al Mundial y sus alrededores.

Necesito una perspectiva distinta, que no se limite a la quiniela de Diego Luna, la biografía del Chicharito y los chistes del Compayito. Les paso dos recomendaciones.

El blog de Enric González, periodista español, que dedica Dibuje, maestro al fútbol y sus desinencias. Inmejorable. Chequen cómo se presenta en su primera entrada:

¿Qué NO nos interesa? "El negocio que se ve y el negocio que se mantiene oculto; el chovinismo; la publicidad, la propaganda, las patrañas, los miles de millones, las presuntas conspiraciones; esos patanes crédulos en que nos convertimos, desgañitándonos ante una pantalla, en el estadio o tragándonos una prensa que azuza nuestros peores instintos. Eso, francamente, no nos interesa nada. Más bien nos da un poco de vergüenza. Nos basta con el juego, que es sólo un juego." Pueden seguirlo dando click aquí.

La segunda se encuentra también en el diario español El País, que en su sección Babelia abrió un espacio llamado "Balones perdidos", invitando a 10 escritores de diferentes nacionalidades a redactar en torno al mundo redondo del fútbol. Por México está Fabrizio Mejía-Madrid que escribió un texto sobre la inauguración de mañana. Muy recomendable también, no sólo por lo que escribe el compatriota, sino por la perspectiva fresca de varios escritores que, aparte de apasionados de las Letras, son también fervientes aficionados al fútbol.

¡A tu salud, Sudáfrica!

jueves, junio 03, 2010

De qué hablas, Haruki...

Una entrada completita dedicada al nuevo libro de Haruki Murakami, What I Talk About When I Talk About Running...

¡Córranle a Rebanada de Pan!