Por fin, más de dos meses después de la elección en las urnas, el tribunal electoral determinó que la elección del 2 de julio fue válida y que Felipe Calderón es presidente electo.
Ganó por 230 mil una elección de 41 millones de votos. No la tiene fácil. De hecho, el panorama político es tan complicado que -para que el país no se le venga encima- deberá llevar a cabo un gobierno casi perfecto, fuertemente exigido por sus seguidores pero sobre todo constantemente cuestionado por sus adversarios, que no darán tregua.
Toca a Calderón demostrar que el bajo perfil con el que se condujo en estas semanas fue una estrategia para no enturbiar más las aguas y no precisamente su estilo personal de gobernar.
Ahora debe mostrar que está a la altura del reto y para hacerlo, insisto, deberá jugar un partido casi perfecto. La única manera que tendrá Calderón para neutralizar a sus adversarios será un gobierno eficaz, mucho mejor que el de Fox (cieeertamente), que le dé a la gente la certeza de que vale la pena apegarse a las instituciones y no apoyar un movimiento como el de AMLO. Y no valdrá el pretexto de que no tiene mayoría en el Congreso, o que hay enfrente un tipo rijoso empeñado en hacerle la vida de cuadritos: eso lo sabía desde hace meses (si no años) y es su obligación inexcusable (no algo que puede o no hacer) llegar a acuerdos y sacar al país adelante.
Enhorabuena, Presidente. Y la mejor de las suertes.
1 comentario:
huele a meyito,.. jajajaja,.. pos no te preocupes por el peje,.. ya que el es uno,.. y los pejistas otros 14 y pelos de millones,..faltan otros millones que no votaron por ni uno de los 2,.. y los que no votaron por nadie,.. osea el fecalazo,.. representa a una minoria como el peje,..
peje devuelvenos reforma,..
fecal devuelvenos las instituciones,..
par de culeros,..
hoy recordaremos este dia con la bandera a media asta,..
Publicar un comentario