domingo, agosto 06, 2006

Vo-to-por-vo-to...

Un hecho absolutamente trascendente, pero del cual la mayoría parece no hacer caso es que el Tribunal no podía, jurídicamente hablando, ordenar el recuento total de votos. No porque no quisieran sino porque la Coalición NO SOLICITÓ ese recuento total. Solicitó únicamente el recuento en 231 de 300 distritos. O sea que, aunque el Tribunal hubiera querido, jurídicamente era imposible ordenar el recuento "voto por voto y casilla por casilla".
Claro que AMLO y sus allegados alegan que los magistrados niegan ese recuento porque están coludidos con la gente del poder y "el candidato de la derecha". Su estrategia iba parelela: por la vía política, pedir el voto por voto; por la vía jurídica, solicitar el recuento sólo en los distritos donde supuestamente hubo irregularidades. Un discurso premeditadamente incompatible, pero muy efectivo para enardecer a muchos desinformados que siguen creyendo en la "perversión" del Tribunal Electoral.
Ahora bien: el tribunal decidió que a partir del miércoles se recuenten los votos en 149 distritos de los 231 en lo que el PRD solicitó el recuento. Son más o menos cuatro millones de votos. En una elección donde la diferencia es de 250 mil votos, cuatro millones bien pueden ser definitorios.
Pero -al menos desde mi punto de vista- es claro que AMLO sabe que NO HUBO FRAUDE y que, aún después del recuento, se mantendrá la diferencia a favor de Calderón. López sabe que perdió la elección y ha decidido radicalizar su discurso porque, como escribió Denise Dresser el lunes pasado, decidió ya ser una piedra en el zapato del próximo gobierno: se está haciendo fuerte para ser la oposición con la cual habrá de negociarse todo (o, parafraseándolo, lo mero principal) durante los proximos años. Se victimiza y se hace fuerte. La estrategia es sobremanera inteligente porque en el momento en el que se le intente poner un alto lo único que se logrará será seguirle el juego y victimizarlo de veras. Es un arma de dos filos, claro, porque mientras no se le detiene él sigue bloqueando Reforma y amagando con más protestas, teniendo a millones de personas como sus rehenes políticos...
Hay que ser racionales (y razonables): para hablar de fraude (fraude, no irregularidades), es necesario pensar en una conjura de cientos de miles de personas que actuaron bajo la misma consigna el 2 de julio desde las mesas de votación hasta la Sala Superior del Tribunal Electoral... pasando por el multimentado algoritmo en el sistema de cómputo del IFE... instancias en todas las cuales el PRD tuvo representantes acreditados (que, claro, habrían sido corrompidos o amenazados). Es creer en esa conspiración o confiar en que la jornada electoral fue razonablemente limpia. Con irregularidades, sí, por las cuales el Tribunal ha decidido recontar más del 10% de los votos y basada en un sistema recargado de candados que hacen materialmente imposible la comisión de un fraude como tal.
En este contexto los discursos de AMLO me parecen increíblemente cínicos. Él sabe que no ganó y aún asi alienta a la gente con frases hechas y palabras efectistas. Como un rock star se agarra los testículos para enardecer a su público, AMLO repite -en cada presentación- su "Me doblo, pero no me quebro". Si todo quedara en el blofeo de un tipo que se alimenta de la ilusión de la gente, no habría problema.
Pero cuando el tipo empieza a fanfarronear cerrando avenidas principales, llevando a decenas de miles de personas frente al Tribunal Electoral y afectando la vida cotidiana de millones puede que valga la pena repensar la idea de darle una bofetada y recordarle que su trabajo de showman inicia y termina sobre el escenario... y que abajo, sobre el piso, es otra ley la que se sigue: la de la razón y el bien común.
Por cierto: el 2 de julio yo voté por López Obrador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Votaste por López O.? no crees que como jefe de gobierno ya había demostrado el tipo de persona que es? por qué votar por él? porque en verdad le tenías fe o porque de los tres candidatos era el menos peor o por qué?, me gusta tu blog y ojalá puedas escribir el porque de tu voto y el de muchos más por ese individuo

Anónimo dijo...

Bueno. Obviamente no te puedo decir por qué votaron por AMLO otras personas. Hablo por mí al decir que considero que cualquier gobierno en México debe tener como prioridad el combate a la pobreza. Me indigna vivir en un país donde más de la mitad de la gente es pobre.
Y, bueno, él era el de la agenda social más amplia. O eso creí.
Debo anotar que SIEMPRE me pareció un mal candidato, por lo que -efectivamente- me vi obligado a elegir el que consideré era el menos malo.
Lo que más me sorprende es que todavía hay mucha gente que considero culta e inteligente (y no pobre) que sigue a AMLO... En fin, ¡hay de todo en en esta villa del Señor, ja! Saludos.