(Foto: FIFA / AFP)
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Después de una ceremonia sosa y sin corazón que incluyó hip hop en alemán y un espectáculo diseñado por un director de ópera ¡al que no le gusta el fútbol! (Juan Villoro dixit), el Mundial empezó bien donde debía empezar bien: en la cancha.
Alemania venció a Costa Rica (4-2) en un entretenido partido que terminó con dos goles de esos que valen el boleto: el primero, de Philipp Lahm (desde la esquina del área grande al ángulo contrario del portero Porras) y el cuarto, de Torsten Frings (8 en la foto, celebrando con sus compañeros): un tirazo desde fuera del área con balón en movimiento. ¡Que veamos muchos de éstos en las próximas semanas!
Los que saben dicen que esta selección alemana deja las mismas dudas que despertaban antes del partido. Yo los vi bien: muy motivados y con recursos técnicos suficientes para meter en problemas a cualquiera. La defensa parece su punto débil (los dos goles de Costa Rica fueron causa del mal manejo del fuera de lugar por parte de la defensa alemana).
Por ahora, baste saber que con esto les alcanzará para pasar sin problemas a Octavos de Final.
Y que por fin el balón está rodando.
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