¿Así vamos a estar? La inmensa mayoría de los y las que interrogo con respecto a su asistencia a la marcha del próximo sábado me han respondido con frases agónicas y muy poco entusiastas. Según esto, resulta que, en principio, sí van a ir, pero no esperan mayores cambios porque, ya ve usté, señor Dehesa, con tanto entusiasmo que vinimos a la primera y, como a usté le consta, éramos un millón o más y total para lo que sirvió: los políticos nos dieron a todos atole con el dedo y el majadero de Andrés Manuel nos salió con que éramos la gente nais que teníamos ganas de estrenar nuestra ropa blanca y pasear por Reforma. Para que luego venga AMLO y se pregunte cómo estuvo el gran fraude; el gran fraude se lo recetó él solito gracias a su miopía política y a sus ganas de hacer chistoretes malos.
Yo también voy a ir a la marcha e iré con nuevos ímpetus y cumpliré así el mínimo deber de solidaridad que tengo con todos los que han sido torturados, vejados y asesinados en esta Capital. Y no tan sólo eso. Yo marcharé en contra de la indecencia, el cinismo, la pérdida de toda ética que hoy caracterizan a nuestras Policías y a nuestros políticos, sean éstos del partido que sean. Beatriz Paredes, por dar un contundente caso, está muy molesta con nuestras "estridencias" y no hablemos de los sietemesinos partos mentales que se ha aventado Manlio Fabio. Me produce una cierta esperanza rumbo a 2012 ver al PRI tan pachón, tan suficiente, tan convencido de que México vuelve a ser suyo, como siempre tendría que haberlo sido. Su pose es maravillosa: con ellos México iba muy bien, pero, por puro descuido ciudadano, brotó la desgracia y el PRI fue expulsado de Los Pinos y ¡claro!, surgieron el narcotráfico, el fraude, el secuestro, la pillería generalizada y la incapacidad de las autoridades. Si México no se ha ido a pique es porque ilustrísimos priistas como Manlio Fabio y gentes del antiguo régimen como Elba Esther han metido el hombro y han aportado su sabiduría. Ésta es la nueva y falaz Disneylandia de los priistas. ¡Ah, qué buenos éramos!, se dicen ellos sin asomarse siquiera a ese PRI que hoy en muchísimos lugares de la República sigue siendo gobierno y sigue prohijando el delito en todas sus modalidades. Preguntemos simplemente por el índice de secuestros que hay en el Edomex y con eso tendríamos para saber que Peña Nieto sería un desvergonzado si aspirara a la Presidencia de la República. Uno de los objetivos de nuestras marchas será poner en evidencia esta incapacidad y/o esta perversión de nuestros partidos.
Es la hora de los ciudadanos. Si vas a la marcha y luego te retiras a tu casa, no lograremos cambiar mucho; pero si salimos a la marcha convencidos de que ya no podemos vivir como víctimas en espera de un castigo que no merecemos, pero tampoco evitamos; salgamos a la marcha con el ánimo de que de ahí no nos moverán, o retornaremos las veces que hagan falta para exigir la justicia que nos ha sido negada y para rescatar a nuestra patria que ha sido secuestrada por los delincuentes, sí, por los partidos, también y por los ciudadanos con su frívola pasividad, ¡también!.
A la marcha aikir. Yo entiendo y respeto a los que por serias e importantes cuestiones ideológicas se abstendrán de ir; entiendo y respeto a los que vamos con nuestro mejor ímpetu y alegría a servir de algo para el rescate de México que quizá no se logre con una, o dos, o mil marchas; pero de que lo logramos, lo logramos. Esto es lo que hay de muy respetable en la marcha del sábado. Si vas a ir remoloneando, o no vas a ir por alguna futileza, allá tú si quieres seguir siendo parte del México de los huevos tibios. Aikir.
- Germán Dehesa (Reforma / Agosto 27, 2008)