martes, octubre 24, 2006

'Pa qué tanto brinco

Me consta, porque tuve un tío burócrata, que al desfile del 20 de Noviembre los empleados sindicalizados asistían sólo por dos razones: 1) porque pasaban lista y les descontaban no sé cuánto de su sueldo si no iban y 2) porque les regalaban un lujoso y exclusivo kit deportivo que incluía pants amarillo con rojo y torta de jamón...
Eso por el lado de los burócratas. Por parte del respetable público ignoro las motivaciones de asistir al desfile: ver a miles de empleados con sobrepeso haciendo tablas gimnásticas en la plancha del Zócalo nunca me pareció una idea cautivante...
Por eso me sorprende la reacción de algunos periodistas y reporteros (ya no digamos de priístas consumidos) en el sentido de que la cancelación del desfile anunciada hoy por el Presidente Fox implica la pérdida de "una bonita tradición que data de 1928, cuando se celebró el primer desfile deporblablabla". Un colega incluso comentó (y lo dijo en serio) que hechos como éste (?) representan la pérdida de identidad nacional... Otro me dijo que era como una patada en el trasero para el PRI.
Y pienso: si el desfile del 20 de Noviembre era parte de la identidad nacional... ¡qué alegría perderlo! Y si es una patada para el PRI... Fox, ¡te tardaste demasiado!

miércoles, octubre 18, 2006

Tres en cartelera

El creyente
Podría ser la continuación de aquella Historia Americana X. Aquí un joven judío (el muy convincente Ryan Gosling) se convierte en neonazi, con todas las contradicciones que su decisión conlleva. Es una película inteligente, pues echa por tierra los argumentos radicales de ambos lados.
Vale la pena.

El Ilusionista
Un mago desaparece de su Austria natal luego de que el emperador le prohibe cortejar a la princesa. Años más tarde regresa a casa para ocasionar una tragedia y vengarse del emperador. La película está muy bien ambientada en la Viena del siglo XIX, pero el guión tiene varios problemas estructurales: el final es, literalmente, sacado de la manga.
Buena opción B.

Buena Vida Delivery
No estoy seguro de si sigue en cartelera, pero vale la pena cazarla en caso de que quede en algunas salas. Es muestra del excelente momento que pasa el cine argentino. Cuenta la historia de un repartidor y una despachadora de gasolina que la pasan muy bien hasta que la familia de ella llega de visita... y la visita se prolonga indefinidamente.
No la dejen pasar.

martes, octubre 10, 2006

¡Qué gauchos!

El domingo pasado, clásico de clásicos en Argentina. Boca - River. River - Boca. Ganó River 3-1. Ayer los publicistas de ese equipo publicaron estos anuncios en la prensa nacional.
Primero éste, con toda la carga machista que puedan otorgarle (de eso se trata, pues):

Y luego éste, que me recordó aquella canción de María Victoria que dice "Cuidadito, cuidadito, cui-dá-diiii-to"...

¡Qué chida es la publicidad cuando se hace bien!

viernes, octubre 06, 2006

Libros como espinacas, espinacas como libros


Leer es como comer verduras o hacer ejercicio: todo mundo sabe que es bueno, pero pocos lo hacen... y menos aún lo hacen por gusto porque los beneficios no son inmediatos.
Hay que leer mucho (igual que comer sano y ejercitarse todos los días) durante mucho tiempo para que los resultados empiecen a notarse.
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Por cierto: antes de que salten los marisabadillas: sé que la foto es de un brócoli, no de una espinaca. Pero el brócoli es mucho más fotogénico que la espinaca. Qué le vamos a hacer. Igual son vegetales.

martes, octubre 03, 2006

Cliché Guevara


El texto es de Jordi Costa. Publicado hoy en El País.
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En los planos finales de Bright future (2002), película de Kiyoshi Kurosawa sobre la juventud como medusa de cuerpo frágil y corazón envenenado, aparece uno de los mejores usos cinematográficos del icono Che Guevara: un grupo de colegiales, con camisetas que reproducen su efigie, pasea su indolencia por las calles de Tokio. La banda sonora empieza a bañar la imagen de inquietud: ésa es la única revolución posible, un imperativo de cambio que avanza inexorable, sin ideología, de la nada hacia el vacío, con el eco de los viejos líderes convertido en estampado.
Las camisetas de los chicos de Bright future reiteran esa imagen del Che Guevara que ha acabado convirtiéndose en marca de sí misma tras un singular recorrido: el fotógrafo Alberto Korda tomó la imagen original el 5 de marzo de 1960, en el funeral por las víctimas de la explosión del barco La Coubre. La foto no fue publicada en su momento, pero, en 1968, el artista irlandés Jim Fitzpatrick la utilizó como punto de partida para elaborar un retrato del Che en bitono que pasaría a la posteridad como el icono cheguevara reiterado hasta la saciedad en pósteres, camisetas, tazas y demás soportes de la inmortalidad pop. La versión de Fitzpatrick introducía una significativa variación en la mirada del revolucionario, que pasaba de mirar al frente a proyectarse hacia el lejano horizonte, hacia un futuro, en suma, que podría ser revolucionario.
Korda nunca quiso cobrar royalties por el uso de la imagen, siempre y cuando la reproducción sirviese a la difusión de los ideales del Che. No pudo evitar que la voracidad del mercado acabase vaciando al mito de significado. Hoy, cuando el rostro del Che puede ser salvapantallas o tapiz para teléfono móvil, la imagen de 1960 se puede seguir usando como mero índice de rebeldía (de cualquier rebeldía). O, simplemente, se puede usar porque sí.
En 2013: Rescate en L. A. (1996), de John Carpenter, George Corraface encarna a una mutación posapocalíptica del Che Guevara: un guerrillero peruano llamado Cuervo Jones que, al grito de "Give me the bolas!", requería unas boleadoras de gaucho para combatir a sus enemigos. Muchos años antes, Andrew Lloyd Webber y Tim Rice habían convertido al Che en el airado Pepito Grillo de Evita Perón. La famosa ópera rock no contempló los daños colaterales para el imaginario colectivo de confiar el papel a Mandy Patinkin, David Essex, Patxi Andión o Antonio Banderas. En 1969, la película que Richard Fleischer dedicó al personaje -con Omar Shariff como brutal error de casting- fue recibida con cócteles molotov en Chile y Argentina. Quizá el flamante biopic dirigido por Josh Evans que protagoniza Eduardo Noriega sea recibido ahora con arqueos de ceja.
"Soy como el Che Guevara con collares de oro / soy complejo", rapea Jay Z. Es posible que estos tiempos sean algo complejos: en 1987, la compañía de videojuegos japonesa SNK transformó su juego Guevara en Guerrilla war, eliminando todas las referencias a la figura histórica para su comercialización en Occidente. Las copias originales de Guevara se convirtieron en codiciadas piezas de coleccionista. A lo mejor (o a lo peor) el Che en versión Fitzpatrick miraba hacia un futuro así.
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domingo, octubre 01, 2006

Mi nueva ventana


¡Miren qué re chula está!

ZP perdió su silla

Un grupo de jóvenes (autodenominados 4 Gatos) subieron ayer a su blog (levantatezp.blogspot.com) un video en el que aparecen robando la silla de Zapatero en el Congreso español. El mensaje es simbólico: quieren que el presidente del gobierno se levante contra la pobreza en la próxima Cumbre de la ONU por los Objetivos del Milenio, a celebrarse el 16 de octubre.
El video es falso. A medias por lo menos. Las imágenes sí fueron grabadas en el Congreso: pero de día, no de noche como parece en el vídeo; y la silla que se llevan no es la de Zapatero, sino otra parecida.
El caso es que toda España (que sabemos no es nada dada a los escándalos, jeje) puso el grito en el cielo. Algunos piensan que la farsa es legítima, pues la causa es noble. Otros aseguran que los 4 Gatos son sólo un hatajo de chicos de instituto que quieren sus 15 minutos de fama. Señalan, por ejemplo, cierta incongruencia en que llamen al combate a la pobreza robando la silla a bordo de una camioneta VW Touareg, cuyo precio de lista es de ¡50 mil dólares! "Que vendan la camioneta y donen el dinero", ha comentado alguno.
El hecho y las reacciones que ha suscitado me parecen de lo más interesantes. Échenle un ojo al blog. No tiene desperdicio.

Poesía

Algunos también le llaman fútbol

153 millones


¿Por qué Oh, Diosa Fortuna, me tratas con semejante desprecio?
Dos aciertos de nuevo. ¿Intentas decirme "Sigue intentando, hijo mío, que cerca estás?" ¿O sólo me tomas el pelo, y te gusta que haga el panoli?
153 millones. Miércoles. Jugaré de nuevo.