Dice Menotti que este Mundial "le da bronca" porque los grandes equipos no han cumplido su deber de portarse grandes y ofrecer un fútbol no sólo eficaz sino también atractivo para los espectadores que, por otro lado, han superado todas las expectativas y se han convertido en el verdadero espectáculo de Alemania 2006.
Francia está avejentada y depende demasiado de Zidane, que luce cansado (mentalmente, sobre todo); Inglaterra ha llegado a Cuartos gracias a la pierna derecha de Beckham y no al talento de Cole, Lampard, Gerrard o Rooney; España --de los pocos equipos que han mostrado verdadera garra-- se quedó en Octavos porque sus chavales no aprendieron a tiempo que para ganar los partidos hace falta algo más que sólo garra; Brasil pue que llegue a la Final jugando a medio gas, sin mostrar el jogo bonito que tantas playeras vende (el multimillonario contrato de Nike con la verde amarelha, contradictoriamente, parece no incluir la cláusula de jugar bien sino sólo la de ganar, aunque sea a trompicones: Just Do It!); Argentina --otra selección cargada de talento-- murió de nada al apostarle al uno cero contra Alemania que, por su parte, parece no poder sacudirse el estigma de equipo robotizado, aunque por momentos casi lo logra.
Así llega a semifinales un equipo como Italia, tradicionalmente rácano a la hora de desplegar su talento (que lo tiene), ayudado por la suerte: enfrentarse a equipos menores como Australia y Ucrania ahí donde Alemania vio a Suecia y Argentina; donde Francia habrá visto a España y a Brasil...
No me atreveré a decir tanto como que Italia representa el anti fútbol, pero sí una idea futbolistica poco emocionante, entregada al resultado y no al juego en sí. Siempre tienen una excusa para echarse atrás (Valdano dixit): si ganan, porque hay que cuidar el resultado; si pierden, no les vayan a hacer otro gol; si empatan: mejor eso que perder... Disocian el triunfo del espectáculo como si fuera imposible ganar jugando bien. No es como con Grecia en la Euro hace dos años (que jugó horrible y ganó el torneo), ¡es peor!, porque los italianos tienen talento: pueden jugar bien... y aún así no lo hacen...
Para mí, en el fútbol, la tacañería --no la soberbia, ni la avaricia-- es el pecado capital. E Italia incurre en éste consuetudinariamente.
PS.- Pese a todo, me sorprende la cantidad de aficionados que tiene la azurri en México. No sólo durante el Mundial, sino cotidianamente veo gente (notablemente no italianos) con playeras, chamarras o sudaderas azules con el escudo italiano... ¿por qué será eso?
Y luego, el colmo, a las chicas les encanta Italia por los italianos... no importa que ellos jueguen mal y ellas sean doctas en el deporte: close up a Totti y las perdiste por el resto del partido...
2 comentarios:
Y yo pensé que esas cosas no pasaban en México: lo de Italia, me refiero... Es lo que llamo ser cholospolitano (que analizo en mi blog en mi próxima entrega). Por otro lado, Argentina perdió el juego en tiros de penal 4-2, en papel el juego quedó empate con Alemania. Aún así, qué pena, ¿no? ¿Final semejante a 2002 o a 1994? Ya se dieron juegos muy a lo México'86, Italia '90 y Francia '98
sí, son los chemical brothers, con los flaming lips. gran canción indeed.
Publicar un comentario