El asunto, como lo entiendo, está así: hay muchas focas en Canadá. Más de cinco millones. Y, habiendo tantísimas, el gobierno canadiense debe controlar su población, matando -más o menos- 350 mil animales cada año.
Hasta ahí todo más o menos "bien". Digo, uno no se va a dar golpes de pecho por las focas cuando saliendo de aquí se va a zampar una buena barbacoa, ¿no?
Las broncas empiezan cuando sabemos que la mayoría de las focas muertas son bebés (tres meses de edad, o menos), que muchas de ellas son desolladas vivas y que, dado que son tantas, también muchas son simplemente dejadas -muertas, claro- sobre el hielo, sin que se aproveche ni su piel ni su carne.
Por si esto fuera poco, queda el asunto de cómo mueren. Hace poco platiqué con Beatriz Bugeda, directora de IFAW para América Latina, y me comentaba que los argumentos centíficos del gobierno canadiense (la sobrepoblación) pueden ser discutibles... pero, ¿cómo se justifica que a las focas las maten a marrazos?
Me viene a la mente aquello que dijo Bertrand Russell: "It's have been said that man is a rational animal. All my life I have been searching for evidence which could support this".
Más información sobre el asunto (y qué hacer al respecto) en www.ifaw.org
3 comentarios:
creo que la pregunta es:
¿cuando nos vamos a dar de masasos nosotros?, despues de todos tambien nosotros tambien somos animales y tambien tenemos sobre poblacion.
no es el hecho de darse golpes de pecho por una barbacoa o lo que sea, pero,quienes somo para decidir que ya son mchos animales?, quien nos da el poder de decidir entre la vida y la muerte?
El animal racional no es mas que un simple objeto de la naturaleza, y como tal cumple la función de la muerte o el asesino. Un asesino puede ser un hombre o un animal, y sin embargo, juzgamos de manera diferente a cada uno cuando en el fondo son lo mismo o mejor dicho procede del mismo sistema natural.
La erradicación de las plagas puede darse de mil maneras pero es solo el hombre quien le aplica "humanismo". Cuando la muerte poco tiene de humana.
En oposición al ser humano, la naturaleza es cruel, despiadada y aplica la sentencia sin miramientos. Nada de ¡Ay! pobrecito, como sufre. Los restos se quedan ahí, transformandose en algo más. Parte del ciclo.
El hombre tiene complejo de culpa por que se niega al ciclo de la vida que incluye la palabra maldita: muerte. Al hombre le tiemblan sus pinches chichis por que se rehusa a seguir el camino y aceptarse como es; un simple objeto más en el vasto universo (small-tinny-useless speck on a huge universe). Si desaparece, poco se le va a extrañar.
El hombre que se cree Dios condena la muerte como si ésta fuese evitable. Condena el Dolor como si éste pudiese dejar de existir. El hombre confunde la estupidez con la racionalidad.
Después, nos topamos con la depredación tan propia del ser humano. Destruyendo todo a su paso para conseguir unos billetes. Pero ya pagará su insolencia. El fin llegará y de poco van a servir los golpes de pecho.
Por ello esa frase tan sabia: A chupar que el mundo se va a acabar.
O chupar, o coger, o leer, o crear, o matar.
Justino
y éso es lo q nos hace superiores a los animales? chale...
Publicar un comentario