Leyendo La última tentación, de Kazantzakis, para estar a tono con los días por venir:
"¿No sabes que Dios no está en los monasterios, sino en la casa de los hombres? Dios está presente allí donde hay un hombre y una mujer, donde hay niños, preocupaciones, una cocina, disputas, reconciliaciones. No escuches lo que dicen los impotentes, pues para ellos las uvas están demasiado verdes, tenlo por seguro... El verdadero Dios es el Dios de que te hablo, el de las casas y no el de los monasterios. A ése hay que adorar. ¡El otro es para los impotentes y los perezosos!"
4 comentarios:
Gran. Gran reflexión.
No podría estar más de acuerdo.
Bueno, es Kazantzakis... qué puedo decir... En verdad espero que tus primeras impresiones en torno a su misticismo y supuesta "moralina" de vayan desvaneciendo... en verdad lo espero... por cierto... gran pasaje.
Saludos
He recordado tanto "Stigmata" leyendo estas líneas... Saludos PP, desde Panamá!!!
Un gusto veros por acá, Luis. ¡Saludos hasta allá , y gracias por venir!
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