José de la Colina: "Estoy de acuerdo, en principio, con la traducción, aunque no la conozco. El spanglish es un lenguaje y cuantos más lectores tenga el mejor libro del mundo, mejor".
Margo Glantz: "A lo mejor es una cosa interesante. Así, en principio, me parece una ocurrencia nada más. Pero a reserva de conocer la obra me parece bien que los hispanic americans tengan a su alcance y en su idioma una obra como El Quijote".
Felipe Garrido, narrador y traductor: “Todos salimos ganando con esta traducción porque hay una comunidad que lee en esa lengua, así que es muy bueno que tenga a su alcance El Quijote”.
Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española: "De lo que estoy absolutamente seguro es de que eso que se llama spanglish no es una lengua; afirmar que lo es, lingüísticamente, es una falsedad".
Homero Aridjis: "No estoy en contra del spanglish como expresión literaria porque es genuina. Esta traducción me parece interesante como ejercicio, pero carece de la autenticidad de la literatura nacida espontáneamente".
(Fuente: Nota de Verónica Díaz, hoy, en Milenio Diario)
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con García de la Concha: afirmar que el spanglish o espanglish (¿cuál de las dos formas sería la correcta?) es una lengua es una absoluta falsedad: si cada hablante es capaz de elegir alguna posibilidad, y solo a nivel léxico, no se trata de una estructura cerrada, propia de una LENGUA.
Nuevamente se demuestra que la Academia norteamericana no tiene en qué gastar su dinero; ahora, sólo nos faltan las "traducciones" marginales: la visión feminista, donde se repudie el "falologocentrismo" de los caballeros andantes; la visión queer donde se demuestre que don Quijote era amante de Sancho y que el ama y la sobrina eran una pareja consolidada, al igual que el cura y el barbero. ¿Y los negros y los judíos, tan mal tratados por el occidental Cervantes? ¿Y quién se arriesga a la traducción "chilanga" para propagar difundir mejor la inmortal novela?
Carlos Rubio
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