Esta mañana mi papá nos lleva a una fonda llamada "El Jacal". Dice que quiere un desayuno pueblerino. El detalle es que "El Jacal" se encuentra en Chiluca, una de las áreas residenciales más exclusivas de la zona metropolitana del DF.
Desde mi lugar puedo ver árboles, sí, y un cielo claro. Pero también el estacionamiento donde reconozco un Mustang, un BMW y varias camionetas de modelo reciente. Mi papá, sin embargo, se entusiasma al ver el pan que hay sobre la mesa: una concha híper inflada y una mantecada que tiene toda la pinta de Tía Rosa.
"Miren -nos dice a mi mamá y a mí- es pan como de pueblito". Mi mamá y yo intercambiamos miradas escépticas cuando la mesera sirve café Decaf y nos pregunta si vamos a querer pan. "Sí, claro -responde mi papá-, porque ¿no es pan de Aurrerá, verdad?"
La mesera: "No, es de Superama".
6 comentarios:
¡jajajajajajjajajajajajajjajajajjajajajaajajjajajaja!
Más o menos así nos reímos mi mamá ese día. El desayuno estuvo muy bien, sin embargo. Saludos.
tienes q ir a zonas no tan exclusivas, para ver el verdadero pan de pueblo, ahora si que gato por liebre.
tienes q ir a zonas no tan exclusivas, para ver el verdadero pan de pueblo, ahora si que gato por liebre.
Ing. Fernández
JAAJAJAJAAJAJAJAJ, NO PORFAVOR!"!!!!! JAJAJAJAAJJA, QUE MARAVILLA, ES PARADOJICO.
SIGO EN LO MISMO, LA REALIDAD SUPERA LA FICCION, Y AVECES ESO HACE QUE LA VIDA SEA INCREIBLEMENTE MISTERIOSA E IRREVERENTE.
Lénica Andrea
Leni: Tendrías que haber estado ahí y ver nuestras caras (la de mi papá y las nuestras).
Inge: Saludos, y gracias.
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