El Oscar a mejor actor este año debería ser para Jim Carrey por su papel como el Conde Olaf en Lemony Snicket. O para Javier Bardem por su interpretación de Ramón Sampedro en Mar adentro.
Pero. Como la Academia sigue dando sorpresas nominando a Leonardo DiCaprio y a Johnny Depp (ambos cumplen suficientemente sus papeles de Howard Hughes y JM Barrie en The Aviator y Finding Neverland, pero sólo eso: suficientemente) mi deseo es que este año el Oscar lo gane ya Jamie Foxx, ya Don Cheadle. No he visto Hotel Rwanda, pero les puedo decir que Foxx hace un estupendo Ray Charles en Ray. Clint Eastwood (el otro nominado) luce en su papel de Frankie en Million Dollar Baby, pero pienso que su mejor logro en ese película no es su actuación. Foxx, por cierto, está también nominado en la categoría de mejor actor de reparto por Collateral, que no vi pero dicen que es buena. Lo ideal: que a Foxx le den el de reparto y a Cheadle el de actor principal. ¡O que a Foxx le den ambos!
Aunque, claro, si yo fuera miembro de la Academia tacharía los cinco nombres impresos en la boleta correspondiente y de mi puño y letra pondría los nombres de Carrey y el de Bardem, declarando empate técnico entre dos actores que ni siquiera fueron nominados.
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