No entiendo el fondo de la polémica que recientemente se ha suscitado a raíz del número de jugadores extranjeros (o naturalizados) en los equipos de primera división mexicana y del llamado de los mismos naturalizados (¡qué mal suena la palabra!) a la selección mexicana. Hugo Sánchez y Carlos Hermosillo dicen que la selección es para los mexicanos; Lavolpe, guiado por una encuesta, dice que hay que darle gusto a la gente y que si la gente no quiere naturalizados en la selección, él no los llamará más. Insisto: ¿dónde está el fondo de la polémica? El chauvinismo rampante de quienes dicen "la selección para los mexicanos" sólo niega la realidad de un México en el que no sólo hay mexicanos de nacimiento, y en el que muy poco podría hacerse sin la colaboración de los muchos extranjeros y naturalizados que desde hace siglos han hecho del país lo que es. Creo en la aristocracia del talento. No en el de las nacionalidades. Que en la selección y en los equipos de primera estén los mejores jugadores. Y punto.
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