Vi Nazarín (Buñuel, 1958).
Qué buena película con base en un personaje que, a primera vista, parece de lo más ñoño y sin chiste: un sacerdote pobre al que le gusta ayudar a la gente. Y, sin embargo, he ahí la complejidad del Padre Nazario, que por momentos llega a ser grotesco: lo golpean y él sólo se limita a decir "por primera vez en mi vida me cuesta trabajo perdonar". Un ladrón de iglesias ha de hacerle el paro y decirle las líneas más interesantes del filme: "Usted haciendo el bien; yo haciendo el mal. Y ninguno sirve para nada".
El final es una epifanía, en el sentido joyceano del término: la revelación de una verdad no explícita en la obra, pero cuyos elementos se encuentran a la vista de cualquier entendedor de las palabras (y en este caso, claro, de las imágenes) precisas.
Altamente recomendable (escala ergozoom=80).
3 comentarios:
Oh, otro gran final, Nazarin con la piña.
hay una película reciente de los cohen que trata sobre un personaje similar, pero no recuerdo el nombre. también me gusta la visión kubrickiana de naranja mecánica, pero especialmente el papel que hace nicole kidman en dogville.
tengo que ver nazarín. un ignorante cinematográfico soy.
saludos.
Otro GRAN final, sin duda.
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No he visto 'Dogville', ni ubico la peli de los Cohen. Pero en todo caso me parece que el tema es apasionante: ¿por qué el bien y no el mal? O, en términos heideggerianos, ¿por qué el bien y no la nada? Ja! Desde Job en la Biblia nos hacemos esa pregunta y seguimos sin responderla.
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