Para el próximo año, en vez de poner el árbol Pepsicola (wiwichuuu) y de recibir el año nuevo con figurones como Emmanuel y su hijo pródigo... ¿no podría retransmitir en HD y en toooda nuestra hermosa y gran ciudad el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena?
Mire usted, permítame compartirle que el director de esa orquesta, George Prêtre, eligió un repertorio adecuado para que "durante dos horas todos olviden sus problemas". Un olvido feliz de la mano de los Strauss, Nicolai y los solistas de la Ópera de París. ¿No le suena bien? El diario español El País cabeceó su respectiva nota de esta manera "La Filarmónica de Viena recibe a 2010 con una llamada a la alegría de vivir"... ¿A poco no le gustaría ese titular para la Ciudad de México... Mejor aún: organícese un toquín con la OFUNAM o con la OFCM (en el probable caso de que Calderón no le quiera prestar la OSN)...
Respeto mucho el talento de Ocho Bits, Rafael Negrete y hasta la Arrolladora Banda Limón que buenamente tuvo como invitados en Reforma anoche. Pero quizá, digo yo, para terminar el 2010 nos puede deleitar con algo igual de festivo pero con más... digamos, aires de grandeza. ¿No lo merece la Ciudad de los Palacios? ¿Verdá que sí? ¿No le digo?
¡Gracias!