lunes, noviembre 30, 2009

Saludo a JEP

El reposo del fuego

(Don de Heraclito)

Pero el agua recorre los cristales
musgosarnente :
ignora que se altera,
lejos del sueño, todo lo existente.

Y el reposo del fuego es tomar forma
con su pleno poder de transformarse.
fuego del aire y soledad del fuego.
al incendiar el aire que es de fuego.
Fuego es el mundo que se extingue y prende
para durar (fue siempre) eternamente.

Las cosas hoy dispersas se reúnen
y las que están más próximas se alejan:

Soy y no soy aquel que te ha esperado
en el parque desierto una mañana
junto al río irrepetible en donde entraba
(y no lo hará jamás, nunca dos veces)
la luz de octubre rota en la espesura.

Y fue el olor del mar: una paloma,
como un arco de sal,
ardió en el aire.

No estabas, no estarás
pero el oleaje
de una espuma remota confluía
sobre mis actos y entre mis palabras
(únicas nunca ajenas, nunca mías):
El mar que es agua pura ante los peces
jamás ha de saciar la sed humana.

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José Emilio Pacheco ganó hoy el Premio Cervantes 2009

domingo, noviembre 29, 2009

Enrigue vs Larsson

Leo en la nueva edición de Chilango, que circula ya, una crítica a la trilogía Millenium, de Stieg Larsson, escrita por Álvaro Enrigue.
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No creo, como de pronto pareció dejar ver Mario Vargas Llosa en un artículo publicado en El País --y conste que creo sinceramente que Vargas Llosa es el mejor novelista del mundo--, que el escritor sueco Stieg Larsson sea un Cervantes o un Balzac.
Vale la pena hacer aquí, de una vez, un acto de contrición: leí una novela de la trilogía Millenium de Larsson y la perfecta falta de densidad de los personajes y sus cataclismos de opereta hicieron que terminara devorándome la nostalgia por la sobriedad de Simenon. Sí me parece que Los hombres que no amaban a las mujeres está dotado de una ligereza encomiable y que la escritura larssoniana disfruta de una crudeza seductora de entrada, pero mientras pasaba las páginas la novela se me fue convirtiendo en un libro que ya había leído --un queso manchego de bolsa: textura y nada más. Se parece demasiado a Pérez Reverte --el de El Club Dumas-- pasado por el agua de Depeche Mode.
Leí entonces el artículo de Vargas Llosa y pude apenas y muy esforzadamente con las primeras 200 páginas de La chica que soñaba con una cerilla y un galón de gasolina. El argumento de que es un libro playero no basta, porque me lo llevé a la playa y ni así. En esas primeras novecientas páginas no encontré nada que un aficionado a la lectura de ficción no haya visto ya tal vez demasiadas veces --mi última tesis, y juro que es honesta, es que Vargas Llosa nunca había leído a un autor comercial y por eso le gustó.
Creo que el éxito de Larsson tiene más que ver con una autobiografía genuinamente conmovedora de outsider profesional, que con una imaginación que lo haga verdaderamente distinguible del resto de los escritores pulp. Su militancia radical de izquierda, su muerte tempraba debido al esfuerzo que implicó terminar la trilogía, el hecho de que su compañera de batallas civiles no esté gozando de las regalías. Es un Bolaño de Starbucks, rasposo y genuino, pero sin hallazgos lingüísticos ni visiones deslumbrantes. Un autor de temporada.
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Creo que está de más decir que disiento de lo escrito por Enrigue. Hace unos días terminé la segunda entrega de Millenium y me pareció francamente buena... bastante mejor que El Club Dumas, por cierto. Tampoco entiendo esa fijación crítica por exigir a los buenos libros "hallazgos lingüísticos y visiones deslumbrantes". Para mí eso es puro bluff intelectualoide. Hay muchos buenos libros que no reúnen ninguna de esas dos características.
En fin. Estoy por empezar la tercera parte. Prometo un comentario más extenso al respecto cuando la termine.

domingo, noviembre 08, 2009

¿Calló el Muro?

"La silueta ausente del muro es uno de los hitos arquitectónicos modernos. Ahí está y todos la perciben. Porque es relativamente fácil dejar de ver algo que existe. Lo difícil es dejar de ver algo que ha desaparecido. La desaparición pesa. La cosa ausente se torna más concreta ahora que no la vemos. El muro que desde el primer momento se concibió como puro vehículo de una grieta se ha tornado de este modo una de las creaciones arquitectónicas más sólidas y durables. Puesto que los fantasmas son más persistentes que los seres vivos el muro es tal vez la primera edificación humana que obedece a un anhelo de perpetuidad que incluso las pirámides de los faraones rehuyeron en su momento. Y a esto se debe la necesidad sentida por todos de conservar en pie algunas de sus partes. No para dejar un genérico testimonio de su existencia sino para mantener a raya su ausencia. Mientras algunos trozos del muro no desaparezcan al menos su fantasma no podrá agrandarse demasiado. Siempre podremos confrontarlo con el rostro real que tuvo. Al fin y al cabo este es el verdadero sentido de las ruinas: no devolvernos al pasado sino salvarnos de él."

- Fabio Morábito (También Berlín se olvida: Tusquets, 2004)

miércoles, noviembre 04, 2009

Oh, Dios

¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.

- Eduardo Galeano