[En México: ¿Reli... qué?]
Larry Charles es el director de Borat ("I arrived in America's airport with clothings, US dollars, and a jar of gypsy tears to protect me from AIDS"). En esta ocasión hace mancuerna con el comediante Bill Maher (quien también escribió el guión) para filmar un documental sobre la base de lo ridículo que resulta (o al menos parece) creer en Dios y, más específicamente, en alguna religión. No va muy a fondo en el asunto, pero sin duda funciona bien como disparador de la reflexión: "The only appropriate attitude for man to have about the big questions, is not the arrogant certitude that is the hallmark of religion, but doubt. Doubt is humble and that is what man needs to be, considering that human history is just a litany of getting shit dead wrong".
Happy-Go-Lucky (Mike Leigh, 2008)
[En México: La dulce vida]
Inusual comedia en la filmografía del director que nos entregó Vera Drake y Secretos y mentiras. Lo interesante de la película es la decisión de Poppy, su personaje principal, de vivir la vida con gusto. Hay demasiado pesar en el mundo, demasiados problemas y demasiada gente mala... y todas esas razones son más que suficientes para decidir que la vida ha de disfrutarse, que el mundo puede ser divertido. No es una decisión fácil; requiere madurez e inteligencia. Y muchas agallas. Poppy tiene todo eso, y algo más. De otro modo nos encontraríamos con la contraparte femenina de Forrest Gump, feliz únicamente por el "feliz" accidente de que su coeficiente intelectual le obliga a ver la vida con pueril inocencia. No es el caso de Poppy, afortunadamente.
Happy-Go-Lucky (Mike Leigh, 2008)
[En México: La dulce vida]
Inusual comedia en la filmografía del director que nos entregó Vera Drake y Secretos y mentiras. Lo interesante de la película es la decisión de Poppy, su personaje principal, de vivir la vida con gusto. Hay demasiado pesar en el mundo, demasiados problemas y demasiada gente mala... y todas esas razones son más que suficientes para decidir que la vida ha de disfrutarse, que el mundo puede ser divertido. No es una decisión fácil; requiere madurez e inteligencia. Y muchas agallas. Poppy tiene todo eso, y algo más. De otro modo nos encontraríamos con la contraparte femenina de Forrest Gump, feliz únicamente por el "feliz" accidente de que su coeficiente intelectual le obliga a ver la vida con pueril inocencia. No es el caso de Poppy, afortunadamente.
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