Después de leer El factor humano me ha indignado de mí mismo haber sabido tan poco de Nelson Mandela durante tanto tiempo.
Hasta hace unas semanas no sabía gran cosa de él. Que era sudafricano, claro, había luchado contra el apartheid y pasado "mucho tiempo" en la cárcel por ese motivo. Nada más. No habría sabido decir si estaba vivo o muerto... mucho menos cómo fue que logró liberar a su país de un hecho tan aberrante como la segregación racial.
Este libro (Seix Barral, 2009) no es una biografía. Se concentra en un hecho que, a decir del autor, definió a Mandela como uno de los líderes políticos más astutos que ha conocido la Humanidad: la organización en 1995 de la Copa Mundial de Rugby en Sudáfrica, Esto ocurrió sólo cinco años después de su liberación (¡pasó 27 años de su vida en una celda!) y únicamente uno luego de su elección como presidente en 1994.
No deseo agotar aquí el argumento del libro, muy bien estructurado por el periodista John Carlin, pero baste anotar que el rugby era (y sigue siendo) el deporte más popular para la población blanca en Sudáfrica... que en la selección nacional sólo había un jugador no blanco (y era mestizo, no negro) y que la principal oposición que encontró Mandela en esta tarea provino de sus compatriotas... ¡negros!, que simplemente no podían creer que su líder los llamara a apoyar fervorosamente a un equipo que representaba al apartheid en toda su gloria.
Más allá de una soberbia jugada política, la planeación de esta Copa del Mundo fue el producto de una mente genial, que aprovechó también su carisma y --hay que decirlo-- una causa más que justa para concretar el paso que Sudáfrica necesitaba para definirse como nación.
No se pierdan este muy buen libro que es, por cierto, la base de la nueva película de Clint Eastwood, a estrenarse este invierno.
Hasta hace unas semanas no sabía gran cosa de él. Que era sudafricano, claro, había luchado contra el apartheid y pasado "mucho tiempo" en la cárcel por ese motivo. Nada más. No habría sabido decir si estaba vivo o muerto... mucho menos cómo fue que logró liberar a su país de un hecho tan aberrante como la segregación racial.
Este libro (Seix Barral, 2009) no es una biografía. Se concentra en un hecho que, a decir del autor, definió a Mandela como uno de los líderes políticos más astutos que ha conocido la Humanidad: la organización en 1995 de la Copa Mundial de Rugby en Sudáfrica, Esto ocurrió sólo cinco años después de su liberación (¡pasó 27 años de su vida en una celda!) y únicamente uno luego de su elección como presidente en 1994.
No deseo agotar aquí el argumento del libro, muy bien estructurado por el periodista John Carlin, pero baste anotar que el rugby era (y sigue siendo) el deporte más popular para la población blanca en Sudáfrica... que en la selección nacional sólo había un jugador no blanco (y era mestizo, no negro) y que la principal oposición que encontró Mandela en esta tarea provino de sus compatriotas... ¡negros!, que simplemente no podían creer que su líder los llamara a apoyar fervorosamente a un equipo que representaba al apartheid en toda su gloria.
Más allá de una soberbia jugada política, la planeación de esta Copa del Mundo fue el producto de una mente genial, que aprovechó también su carisma y --hay que decirlo-- una causa más que justa para concretar el paso que Sudáfrica necesitaba para definirse como nación.
No se pierdan este muy buen libro que es, por cierto, la base de la nueva película de Clint Eastwood, a estrenarse este invierno.
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