Años de no ver un Súper Bowl. Ayer ayudó el hecho de que al día siguiente era feriado... y que mis papás compraron carnitas para ver el partido, jeje.
Como sea, el juego fue inolvidable. La jugada de la noche, sin lugar a dudas, resume la esencia no sólo del partido, sino del deporte en sí mismo.
Por pingüe que sea el negocio en publicidad, por demasiadas horas de 'previo' que las televisoras se inventen y por excesivo que parezca el show de medio tiempo, mientras se mantenga la esencia del juego, valdrá la pena ese último domingo de la temporada. Digan ustedes si no. Manning a Tyree con menos de un minuto por jugar.
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