Este Blog se honra en presentar en ex-clu-si-va un texto enviado por viejo conocido y lector de este Blog: Josemaría Camacho. Filósofo, escritor y publicista indignado por la súbita expulsión de Plutón del Sistema Solar.
El autor indaga los motivos del Cosmos... y de los geniecillos con bata que tomaron esta decisión hoy en Praga. Sus conclusiones nos convencen a todos, claro, menos quizá a la SEP que tendrá que reimprimir millones de libros de Ciencias Naturales y a las decenas de museos en el mundo que tendrán que arrancar de sus muros y tirar a la basura la pequeña bola de unicel que representaba a ese planeta wannabe que era Plutón.
Que dice mi mamá que siempre no
Josemaría Camacho
Un gasto imprevisto surgió para quienes administran el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública. Y es que 2500 tipos de todo el mundo, todos ellos con doctorado y bata, se reunieron recientemente en Suiza para decidir, por unanimidad, que nuestro Heroico Sistema Solar (y digo Heroico, porque todas las proezas que conocemos han sucedido dentro de él) reducía su cartera de socios de nueve a ocho.
Plutón, el más pequeño de los cuerpos protagonistas protegidos por la cobija solar, perdió su estatus de planeta después de adquirirlo injustamente allá por los años treinta con un criterio bastante confuso, que dio pie a mucha controversia el año pasado cuando se descubrió un cuerpo mayor que él dentro de los rangos de territorio del Sistema, que estética y nemotécnicamente recibió el nombre de Ubetrescientostrece.
La cuestión se planteó en la comunidad científica mundial en estos términos: o nuestro amigo Ubewhatever se convierte en el décimo planeta, o tendremos que expulsar del club a Plutón, que aunque es pequeño, ha servido muchísimo para que los niños se aprendan el nombre de los planetas mediante canciones, porque tiene nombre de cierre de canción (aunque hay que decir que también es fácilmente sustituible por una onomatopeya musical). Eso sin contar que quizá la película Brakefast in Pluto tendría que cambiar su nombre a Breakfast in some space rock.
En fin, seguramente pensando en la canción de Burbujas que ennumeraba los planetas, los científicos votaron por expulsar a Plutón al universo (literalmente) de los innombrables, allá donde dice Andrés López que habita Carlos Salinas. Y si Octavio Paz dice en El Arco y la Lira que “lo primero que hace el hombre ante una nueva realidad es nombrarla”, que “nombrarla es conocerla”, siguiendo su argumentación, tendríamos que decir que a Plutón ya no lo conocemos. Y a eso sólo se puede llegar de dos formas: o negamos categóricamente haberlo conocido como Andrés López desconoció a Salinas y millones de automovilistas desconocen a diario a las mujeres que mendigan dinero; o bien, nos obligamos a olvidarlo.
Entonces tiraron a Plutón a la basura y luego eligieron la opción Empty Trash en sus discos duros mentales. Y parece que la decisión fue muy atinada. Expondré dos razones por las que pienso que así fue:
a) Porque es imposible lograr una buena entonación de la canción de Burbujas si incluimos a nuestro amigo Ube en la letra. Imagínenlo, lean lo que sigue con la entonación de la cantaleta infantil: Mercuriovenustierramartejúpitersaturno /
Un gasto imprevisto surgió para quienes administran el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública. Y es que 2500 tipos de todo el mundo, todos ellos con doctorado y bata, se reunieron recientemente en Suiza para decidir, por unanimidad, que nuestro Heroico Sistema Solar (y digo Heroico, porque todas las proezas que conocemos han sucedido dentro de él) reducía su cartera de socios de nueve a ocho.
Plutón, el más pequeño de los cuerpos protagonistas protegidos por la cobija solar, perdió su estatus de planeta después de adquirirlo injustamente allá por los años treinta con un criterio bastante confuso, que dio pie a mucha controversia el año pasado cuando se descubrió un cuerpo mayor que él dentro de los rangos de territorio del Sistema, que estética y nemotécnicamente recibió el nombre de Ubetrescientostrece.
La cuestión se planteó en la comunidad científica mundial en estos términos: o nuestro amigo Ubewhatever se convierte en el décimo planeta, o tendremos que expulsar del club a Plutón, que aunque es pequeño, ha servido muchísimo para que los niños se aprendan el nombre de los planetas mediante canciones, porque tiene nombre de cierre de canción (aunque hay que decir que también es fácilmente sustituible por una onomatopeya musical). Eso sin contar que quizá la película Brakefast in Pluto tendría que cambiar su nombre a Breakfast in some space rock.
En fin, seguramente pensando en la canción de Burbujas que ennumeraba los planetas, los científicos votaron por expulsar a Plutón al universo (literalmente) de los innombrables, allá donde dice Andrés López que habita Carlos Salinas. Y si Octavio Paz dice en El Arco y la Lira que “lo primero que hace el hombre ante una nueva realidad es nombrarla”, que “nombrarla es conocerla”, siguiendo su argumentación, tendríamos que decir que a Plutón ya no lo conocemos. Y a eso sólo se puede llegar de dos formas: o negamos categóricamente haberlo conocido como Andrés López desconoció a Salinas y millones de automovilistas desconocen a diario a las mujeres que mendigan dinero; o bien, nos obligamos a olvidarlo.
Entonces tiraron a Plutón a la basura y luego eligieron la opción Empty Trash en sus discos duros mentales. Y parece que la decisión fue muy atinada. Expondré dos razones por las que pienso que así fue:
a) Porque es imposible lograr una buena entonación de la canción de Burbujas si incluimos a nuestro amigo Ube en la letra. Imagínenlo, lean lo que sigue con la entonación de la cantaleta infantil: Mercuriovenustierramartejúpitersaturno /
uranoneptunoyplutónyubetresceintostrece. ¿Verdad que no suena bien?
b) Porque si no ponemos algo de exclusividad en el club solar, al rato cualquier roquilla espacial va a querer entrar, y una vez más el aprendizaje de los nombres de los planetas solares se complicaría demasiado para nuestros pequeños.
Ante dos argumentos de semejante calibre, lo mejor era desterrar a Plutón, olvidarlo en el olvido. Devolver a los niños del mundo la sonrisa, dejarlos cantar la canción de Burbujas sustituyendo con el vocablo (o exvocablo) Plutón con la palabra tantán
Y volviendo al principio, para terminar al verse, hay que decir que sólo hay una legión enfadada con el asunto planetario, que tan democráticamente fue resuelto (como todas las cosas importantes del mundo, excepto las elecciones presidenciales futuras en Venezuela). Y esta legión es la de los funcionarios encargados de dar cuentas al gobierno federal sobre el uso de los presupuestos en la SEP, porque ahora tendrán que imprimir de nuevo todos los libros gratuitos de Ciencias Naturales, para corregir el error científico de haber llamado a una roca atrapada en el campo gravitacional del Sistema Solar con el pomposo nombre de Planeta.
b) Porque si no ponemos algo de exclusividad en el club solar, al rato cualquier roquilla espacial va a querer entrar, y una vez más el aprendizaje de los nombres de los planetas solares se complicaría demasiado para nuestros pequeños.
Ante dos argumentos de semejante calibre, lo mejor era desterrar a Plutón, olvidarlo en el olvido. Devolver a los niños del mundo la sonrisa, dejarlos cantar la canción de Burbujas sustituyendo con el vocablo (o exvocablo) Plutón con la palabra tantán
Y volviendo al principio, para terminar al verse, hay que decir que sólo hay una legión enfadada con el asunto planetario, que tan democráticamente fue resuelto (como todas las cosas importantes del mundo, excepto las elecciones presidenciales futuras en Venezuela). Y esta legión es la de los funcionarios encargados de dar cuentas al gobierno federal sobre el uso de los presupuestos en la SEP, porque ahora tendrán que imprimir de nuevo todos los libros gratuitos de Ciencias Naturales, para corregir el error científico de haber llamado a una roca atrapada en el campo gravitacional del Sistema Solar con el pomposo nombre de Planeta.
2 comentarios:
Esta polemica me recuerda a la busqueda del Santo Grial... esperemos tenga un mejor objetivo y final
pero definitivamente, la mas afectada fue la cancion (y nuestra memoria = (
saludos!
Yo no puedo recordar la canción de Burbuuuujas. Y todo mundo sufre, y yo no puedo sufrir...
Maldito Plutón, tan poco carismático, no puedo dolerme de su degradación.
=(
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