Me gustan las películas (y las novelas) que ubican a sus personajes (y en cierto modo también a sus lectores) en situaciones límite. Hablo de películas como Exterminio e incluso Armagedón o Impacto profundo. O de novelas como El señor de las moscas. En la mayoría de los casos se plantea una cuestión interesante: la ineludible destrucción del planeta (o por lo menos del mundo tal como lo conocemos)... hasta que llega Bruce Willis a salvarlo. Yo disfruto siempre la primera parte de la premisa.
En fin. Que me he leído La guerra de los mundos sabiendo que en pocos días se estrena la versión cinematográfica que de la novela dirigió Steven Spielberg.
Hay muchos clichés en el libro de H. G. Wells. O lo parecen ahora: quizá cuando se publicó (1898), éstos no lo eran. Como sea: cliché 1: los marcianos son seres malignos; cliché 2: son seres repugnantes; cliché 3: son notablemente más inteligentes que nosotros (por lo menos eso sugiere su avance tecnológico) pero no pueden prever su inevitable final (evito revelarlo por quienes no han leído el libro).
Pero el punto era la situación límite y, al menos para mí, las reflexiones a que ésta obliga. Hay un factor del que se desprende lo mejor y lo peor del Hombre: el miedo. El modo en que lo enfrentamos nos hace héroes o cobardes. Seres dignos o indignos de sobrevivir. Los cobardes, dice uno de los personajes de la novela, serán domesticados: "en unas cuantas generaciones más serán grandes, hermosos, de sangre azul y estúpidos". Por otra parte, quienes se den cuenta de que "la vida vuelve a ser real", corren el riesgo de permanecer libres y convertirse en salvajes.
¿Qué harían si un marciano armado con un rayo de fuego y ninguna intención de negociar llegara a su ciudad arrasando todo a su paso? Igual en caso de un sismo, de un incendio, de un tsunami, de una carambola en la carretera... ¿Qué tipo de hombres somos en situaciones límite?
Échense el libro de Wells. Vale la pena. Yo lo compré por menos de cien pesos en la edición que recién sacó la editorial Sexto Piso. Y esperemos la película de Spielberg. No con grandes expectativas, pero esperémosla.
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