domingo, mayo 08, 2005

Welles, la mera neta

Acabo de regresar del estreno de Welles, la pura verdad, al que asistí gracias a los oficios de Alejandro, buen amigo y compañero de trabajo.
La obra tiene muchos atractivos, empezando por la mítica figura de Welles, la interesante trayectoria del actor que le personifica (Carlos Pascual, el de las "operíticas" en Canal 40 hace unos años) y la nunca dispensable etiqueta de "basada en una historia real" (la censura de una obra que Welles dirigió en 1937, y los avatares que tanto él como su equipo debieron enfrentar para sacar adelante el proyecto).
En todo sentido hay que decir que las expectativas se cumplen. La figura de Welles es puesta en escena con todos sus matices: los problemas con su mujer, el liderazgo al frente de su compañía y su indomable creatividad que en no pocas ocasiones le llevaba a enfrentarse ya con su socio, ya con sus actores, ya con los autores de las obras que dirigía... no sin un dejo de soberbia en todo lo que hacía. Los actores llevan a cabo un buen trazo escénico, quizá demasiado rígido en ciertos momentos (las escenas amorosas carecen de naturalidad, por ejemplo), pero con toques brillantes como en la escena del ensayo del primer número de la obra en cuestión. La iluminación es sobresaliente (ayuda mucho a resaltar los claroscuros de los personajes) y el vestuario bien resuelto (aunque notablemente limitado), al igual que la escenografía.
Welles, la pura verdad, funciona muy bien para acercarnos al carácter del genial actor, productor y director Orson Welles, a los entretelones de la puesta en escena antes del estreno de una obra y a la situación de los artistas estadounidenses en los años posteriores a la Gran Depresión y anteriores a la II Guerra Mundial. No sé, sin embargo, qué tanto interesen estos temas al "gran público" al que está dirigida la obra. Ojalá mucho porque, en términos generales, creo que lo merece.
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Welles, la pura verdad, de Jason Sherman, se presenta dirigida por Boris Schoemann en el Teatro Helénico (Av. Revolución 1500) los viernes y sábados a las 20:30 y los domingos a las 18:00. El boleto cuesta 160 pesos y la calificación ergozoom es de 80.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Suelo contarme historias de las personas que conozco. Es imposible dejar de hacerlo. Nunca pense que un medio tan "impersonal" pudiera decir tanto de alguien que en realidad no conoces. Definitivamente las historias que me contaré sobre ti serán ahora mucho más interesantes, y es que... no pude evitar leer y leer.
Liz

Anónimo dijo...

Liz: Gracias por la visita. Ya ves: a veces los caminos menos pensados llevan a lugares interesantes.
Merde: Saludos hasta Colombia. Visité ya el blog y me pareció muy, muy divertido (aunque lamentablemente las imágenes no se despliegan en mi computadora). Me haré asiduo. Saludos, y gracias.