Qué gran cosa, el Informe. Con las comisiones de legisladores para recoger al Presi en Palacio Nacional (donde, por cierto, no despacha desde hace años), luego recibirlo en la Cámara de Diputados, abuchearlo, increparlo, gritarle consignas absolutamente pertinentes ("¡Cuba sí, Yankees no!"), darle la espalda (uy, qué miedo) y luego despedirlo con el amable protocolo que impone el Estado Mayor. Y, Fox, tan dado al cambio. Con ese tono festivo hasta las cachas, contagiándonos del ánimo con el que, dijo, "lo mejor está por venir". Ajá. Es difícil pensar tiempos mejores e Informes Presidenciales más memorables.
4 comentarios:
Sabía que pondrías un post al respecto. Oye, qué bien tienes tu blog, te felicito. ¿Por qué no me han llamado de tu programa para confirmar mi suscripción gratuita a El Huevo? Comamos pronto puré de papas, dame unos diítas y te marco. Saludos, Pepe, tengo ganas de que nos veamos. Cheers!
Gracias por la flog, jeje. Un gusto que lo cheques tan frecuentemente. Y un agradecimiento por eso. Nos pondremos de acuerdo para el puré, espero. Saludos. -PP
Bueno, tristemente esto está denotando la trágica política que nos rige... poco faltó para que los legisladores pusieran sus puestos de garnachas a la mitad de la asamblea, armaran bailongo e invitaran a Paquita la del Barrio... Pero en fin.. alguien me dijo que es parte del cambio... de nueva cuenta pregunto ¿del cambio de quién?
A mí no me espanta la chunga del Congreso. A eso ya estamos acostumbrados, creo. Y francamente prefiero esas muestras de poca solemnidad a la disciplina dictatorial que vivíamos en tiempos del PRI. Lo que sí me preocupa un poco es que, en los hechos, la política no está dando resultados. Que no hay acuerdos reales, tangibles, de esos que hacen mejor al país. That is the question.
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